Además de Fernando Gaviria, Colombia recuperó a otro grande en el ciclismo de pista mundial: Juan Esteban Arango, quien en el reciente Campeonato Panamericano en San Juan, Argentina, demostró que a sus 36 años de edad aún tiene fuerza suficiente en las piernas para luchar por grandes triunfos.
“Me siento, quizá, en mi mejor momento deportivo”, expresó el pedalista antioqueño, que en 2010, en la prueba de scratch, conquistó medalla de plata durante el Campeonato Mundial de mayores celebrado en Copenhague, Dinamarca.
Fue tan magnífica la actuación de Juanes en el reciente certamen continental, que cuando triunfó en la prueba por puntos sus compañeros de la Selección, entre semifondistas y velocistas, además de entrenadores, masajistas y mecánicos, se abalanzaron hacia él para felicitarlo. Arango, entre tanto, y sin despegarse de la bicicleta, no era capaz de contener el llanto.
En charla con Juanes, quien ha sido múltiple medallista en Copas Mundo de pista y eventos como Juegos Bolivarianos, Suramericanos, Centroamericanos y Panamericanos, dice que su meta no solo es competir en los Olímpicos de París-2024, sino seguir siendo fuente de inspiración para las nuevas promesas del ciclismo en Colombia.
¿Qué le dio a entender la buena presentación que cumplió en el Panamericano al lado de los demás compañeros de Selección?
“Que vamos por buen camino, que contamos con calidad. Nunca he dejado de trabajar, pero desde hace cinco años he estado enfocado en resurgir en la pista, pues conozco mis condiciones, sé dónde puedo estar y qué me ha faltado para lograrlo. Ya he tenido experiencias en el pasado que nos han llevado al triunfo y a resultados que no han sido los esperados. Entonces, estar a la altura de los mejores en Argentina ratifica que el buen trabajo trae la recompensa”.
Y se reflejó en las competencias que tuvieron...
“Primero que todo hay que hablar de lo hecho con la cuarteta, la cual hizo un muy buen tiempo (3.56,683). Si bien sabíamos que era difícil ganarle a Canadá, que viene haciendo un gran trabajo en los últimos cuatro años, teníamos talento para dar guerra, pese al poco tiempo que llevamos entrenando juntos. Pero hubo felicidad al terminar segundos con Ánderson Arboleda, Juan Pablo Zapata y Fernando Gaviria. Frente a la prueba por puntos quedo tranquilo porque la gané con contundencia, eso evidencia que estoy en buen nivel; mientras que ser segundo en la mádison con Gaviria llena de mayor motivación para los siguientes desafíos”.
No paraba de llorar tras vencer en la prueba por puntos, ¿cómo describe ese momento?
“Tenía sentimientos encontrados: orgullo de mí mismo, felicidad al demostrar que puedo estar todavía peleando entre los mejores. Sentía que había tenido revancha luego de varios años en los que los resultados no fueron tan buenos y tras los cuales caí, en un momento, en la desmotivación. Pero desde hace un buen tiempo decidí ir por todo, en particular en lo que me queda de ciclismo de alto nivel. Esas lágrimas fueron de total satisfacción, y creo que la vida te premia cuando se trabaja con esfuerzo y dedicación. Ser fuente de inspiración no solo para mis compañeros, sino también para los corredores de otros países me llena de confianza para seguir firme por mis metas”.