Bajo los tres palos Jhojan Estiven Zea trataba de contener los contragolpes y remates del Liverpool.
Era la final del Torneo del Aguacate, certamen de fútbol aficionado del Estado de Michoacán, que los mexicanos se toman muy en serio.
“Uno se sentía en el estadio. Las tribunas estaban llenas. Había gente que miraba hasta detrás de la línea de saque”, relata este antioqueño de 28 años.
Los colores que le encomendaron defender eran los del equipo Hermanos Díaz González, familia que decidió ficharlo para reforzar su plantilla y coronarse campeones de este certamen.
Era marzo de 2019 y en la ciudad de Morelia se enteraron que Jhojan, como otros cerca de 117 guardametas de Medellín, prestaban su servicio de atajar por horas.
Él no tiene equipo fijo, desde que en 2017 los clubes en los que estaba le dijeron que no tenía oportunidades de debutar en el profesionalismo, por ello, este joven moreno y de 1,83 m. de estatura se dedicó al “pirateito”, como le dice.
Su misión es defender el arco de uno o varios equipos, todos los días. Juega para empresarios y adinerados en el Club Campestre de Medellín, pero también obreros y gente del barrio han sido testigos de sus achiques y voladoras.
En el gramado de la cancha de Morelia un ataque del Liverpool parecía acabar con la victoria del equipo de Jhojan, los Díaz González. Hacia el minuto 80 el juego se mantenía con un estrecho 2-1 y por la mente de Jhojan pasaba su historia.
Así se ataja por horas
Al cancerbero le encomendaron proteger las puertas del inframundo en la mitología griega y los arqueros tienen una función similar: impedir el grito de gol.
“La gente no quiere tener tanta responsabilidad. No le gusta rasparse las rodillas y tampoco le agrada recibir pelotazos. Por eso nos contratan”, explica Jhojan, quien por cada hora de sus atajadas cobra 25.000 pesos en los distintos cotejos, torneos y recochas que se juegan en Medellín.
En esta ciudad se pueden jugar hasta 100 partidos aficionados todos los días. Y para atender la ausencia de guardametas en los equipos existen dos emprendimientos constituidos: Arqueros D’ Gatos F.C y Arqueros Gatos.
Mateo Cardona Ramírez, líder de los D’ Gatos, cuenta que la mayoría de estos arqueros son jóvenes que no pudieron debutar profesionalmente o que están en procesos de inferiores y encontraron en atajar por horas una entrada adicional o el sustento único para sus familias.
“A nosotros nos contactan vía WhatsApp y nos piden el servicio. Inmediatamente elegimos un portero para ese compromiso. Él se presenta puntual en la cancha con la responsabilidad de dejarlo todo”, explica Mateo. De esa manera entró el mensaje que llevó a Jhojan hasta México.
Últimos minutos
Cuando el Liverpool se fue por el empate, Jhojan hizo una atajada memorable: en una voladora rastrera se quedó con la pelota. Vio a uno de sus delanteros libres y le lanzó el pase. Su equipo marcó el 3-2 definitivo.
Entonces agradeció a Dios, al arco y a la pelota por permitirle ganar una final en México y porque el fútbol le ha dado para sostener a su mamá, doña Luz Marina
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partidos cada día pueden llegar a disputar estos arqueros.