Lejos de las carreteras del Tour de Francia, la preparación del Giro y de la Vuelta a España comienza el lunes en Italia con la Tirreno-Adriático, carrera por etapas que reunirá a Chris Froome y a Geraint Thomas, privados de la ‘Grande Boucle’ este año.
Pero los dos ganadores del Tour no serán las únicas estrellas presentes en la salida de ‘La carrera de los dos mares’, que propone este año ocho etapas, por las siete habituales, para unir el Tirreno y el Adriático: el doble vencedor de la prueba Vincenzo Nibali (Trek-Segafredo) y dos hombres que recientemente han vivido éxitos en Italia, los dos Astana Jakob Fuglsang y Aleksandr Vlasov, ganadores respectivamente del Giro de Lombardía y del de Emilia.
Simon Yates (Mitchelton-Scott) o Rafal Majka (Bora-Hansgrohe) tratarán asimismo de suceder en el palmarés al esloveno Primoz Roglic, inmerso este año en hacerse con el maillot amarillo de la ‘Grande Boucle’.
Mientras el Tour de Francia vivirá el lunes su primer día de descanso, los vencedores de la ronda gala Froome y Thomas, no convocados por el equipo Ineos, partirán de la estación balneario de Lido di Camaiore (Toscana).
En el horizonte las grandes citas del otoño boreal: la Vuelta a España (20 de octubre-8 de noviembre), en la que Froome será el líder de la formación británica, y el Giro (3-25 octubre) con Thomas como jefe de filas.
El Giro es el objetivo para varios de los participantes, como Nibali, que en la Tirreno-Adriático no podrá contar con su compañero Giulio Ciccone, baja luego de haber dado positivo por coronavirus.
Los escaladores dispondrán de la 4ª y de la 5ª etapa para comprobar el estado de sus piernas y sus pulmones, en los Montes Sibilinos, con el paso a más altitud de esta edición (Rifugio Perugia, 1.521 m) el jueves y una exigente ascensión final a Sassotetto (14,2 km al 5,8%, con una pendiente máxima del 12%) el viernes.
La etapa final será una crono individual, al igual que los últimos años, de 10 kilómetros en San Benedetto del Tronto.