En solo dos meses, los más recientes, el ciclismo colombiano se ha visto envuelto en una serie de escándalos tras los resultados positivos arrojados por varios de sus representantes. Seis casos en total.
Wílmar Paredes (EPO), Járlinson Pantano (EPO), Juan José Amador (Boldenona), Álex Cano (alteraciones en su pasaporte biológico), el ciclomontañista Fabio Castañeda (no se conoce aún la sustancia) y Mauricio Ortega (salbutamol).
Lo que sorprende más es la lista que publica la Fedeciclismo en la que aparecen 38 personas sancionadas, la primera de ellas, Ferney Bello, desde el año 2010 y suspendido de por vida por el uso de estaniozolol ser reincidente. En la siguiente dirección se puede consultar ese listado: www.federacioncolombianadeciclismo.com/lista-sanciones/.
La orden de la Unión Ciclista Internacional es que cada Federación divulgue los nombres de los corredores sancionados o suspendidos provisionalmente al dar positivo.
Obedeciendo a esa postura, la entidad rectora de este deporte en el país quiere ir más a fondo para combatir aquel problema.
Así lo confirma Jorge Ovidio González, su presidente que, en charla con EL COLOMBIANO, asegura que se viene un alboroto peor frente al caso, en el que se ven involucrados excorredores, pedalistas vigentes y entrenadores, y que así el tema retumbe, lo importante es acabar con un flagelo que daña la imagen de esta disciplina ante el mundo y con la vida deportiva de quienes caen en él.
¿Qué se debe hacer para cortar de raíz ese flagelo?
“Que haya una ley que castigue al vendedor y consumidor, le están jugando sucio al deporte. El dopaje es un delito y está constituido por la Unión Ciclista Internacional. Si el Estado no nos da las herramientas para judicializar la mafia que hay de dopaje, la Federación no puede hacer nada, simplemente nos toca imponerle al pedalista una sanción de 4 años sin correr, pero eso es mínimo ante el gran problema que tenemos ahora”.
Pero, ¿por qué se vuelve a repetir esta historia, qué está fallando?
“La historia no se repite, el dopaje ha estado toda la vida en el mundo. Los países que van adoptando leyes contra esto, como Italia y Holanda, entre otros, van resolviendo esas dificultades, falta es que Colombia las adopte para poder castigar, sancionar y meter a la cárcel a los implicados”.
Insistimos, ¿qué está fallando, por qué algunos acuden a este camino?
“Desde hace rato hacemos conferencias para prevenir estas prácticas. En general, en Colombia el joven empieza limpio, pero todo cambia cuando entra al profesionalismo, pues siente temor a que su contrato se acabe, a no rendir y que lo echen, a la presión que impone el equipo a ganar y por quienes lo convencen para que sea igual, de manera rápida, a los ganadores”.
¿Cómo limpiar la imagen que vienen dejando los nuevos casos?
“La imagen no se limpia sino se sanciona. La Federación y Coldeportes han invertido millones de pesos para detectar a la gente que incurre en dopaje, ya se conocen 38 casos, unos que fueron sancionados y otros que apenas están entrando a ese proceso. De hecho ya tenemos datos de los distribuidores en Colombia”.
¿Ya tienen identificadas a las personas que venden estos productos? Eso sería un paso grande...
“Sí, total identificación de esas personas. Contamos con unos testigos de oro, ciclistas y exciclistas sancionados que están dando información directa a la Federación y Coldeportes”.
¿Qué dicen estos testigos?
“Delatarán todo. El método de cómo se venden esas sustancias, cómo las muestran, cómo convencen a los ciclistas, de dónde traen la droga, cómo se aplica, quiénes la consumen y las compran”.
¿Qué conocimiento tienen de los lugares de dónde importan las sustancias?
“Sabemos que la traen de Rusia, Australia y Venezuela. Y es toda clase de drogas: la antigua, la moderna y la futurista. Por eso es necesario la ley porque un individuo no puede ir por la calle con un maletín vendiendo drogas, eso es ilegal, es igual al que vende marihuana o cocaína”.
Hasta se recuerda que durante la Vuelta a Colombia-2017 un ciclista suizo (Alexandre Ballet) denunció que un corredor repartía pastillas en el lote, y era conocido como el “Farmaceuta”...
“Es una versión sin razón. Es imposible que un tipo que va a mil por hora saque tiempo para decir: ‘vea, le vendo tal cosa...’ Los vendedores no están en la carrera sino en la calle, alrededor de nuestros eventos, se nos meten en la caravana y eso es lo que detectaremos con la policía”.
Al paso que vamos, ¿tendrían que vivir los ciclistas con un policía al lado?
“La Federación no puede dormir con los ciclistas porque debajo de las sábanas pueden tomar una acción de dopaje, es difícil. Por eso se requiere una ley que persiga a estos vendedores. En realidad son ellos el problema. El consumidor era un ciclista sano, pero en algún momento un tipo de estos lo convenció que tomándose una droga podía superar los rendimientos físicos de otro y hacerse ganador”.
¿Qué se acabe uno de los equipos más organizados y con mayor progresión en Colombia como el Manzana Postobón marca un precedente si no se respetan las reglas?
“La actitud de Manzana Postobón, que lamento profundamente, es un ejemplo al juego limpio de una compañía que promueve la ética, y que al no cumplirse terminó con su patrocinio. Claro que sienta un precedente, sobre todo para aquellos que apoyan este deporte, que deben exigir a todos los equipos absoluta transparencia en el manejo de los ciclistas con respecto a su comportamiento y al dopaje”.
¿Qué medidas ejemplares se deben tener con aquellas personas que caen en el error del dopaje?
“Una sanción de por vida para cualquier ciclista que sea sancionado. Quien cumple una condena y vuelve a correr no es un buen ejemplo”.
En materia de tecnología, ¿cómo está Colombia?
“En este momento el laboratorio antidopaje está cerrado. Uno de los informantes nos dijo que muchos ciclistas creían que ya no se harían más muestras. Se creó esa percepción, pero es falso porque la Fedeciclismo, con sus recursos y en alianza con Coldeportes, sigue haciendo controles para no dejar caer las muestras de dopaje a los ciclistas en los eventos federativos. Estas muestras se analizan en Estados Unidos. Vamos de frente contra la mafia del dopaje, que es pequeña pero poderosa” .
