El jugador de los Celtics de Boston, Payton Pritchard, nunca olvidará el minuto que jugó en la quinta final de la NBA, en la que su equipo enfrentó a los Mavericks de Dallas.
En 60 segundos, el base norteamericano, que es uno de los jugadores de menor estatura en la plantilla de su equipo (mide 1,85 centímetros), logró que su nombre le diera la vuelta al mundo.
Pritchard puso la estocada final para que los Celtics se convirtieran en el equipo más ganador de la historia de la liga de baloncesto norteamericano. Un lanzamiento que hizo a cerca de 15 metros de distancia del aro (más atrás de la mitad de la cancha), sumó tres de los 106 puntos con los que su equipo consiguió el cuarto triunfo en la serie de finales.
¿Cómo fue la jugada?
El base afroamericano Jrue Holiday recuperó una pelota en el área de los Celtics. Eludió a un par de rivales. Volteó a mirar a la banda izquierda. Ahí estaba parado Pritchard, esperando que llegara el balón.
Lo recibió. Dio un par de pasos con la pelota en las manos. Se percató que el tiempo se estaba terminando en el tablero que defendían los Mavericks. Lanzó sin dudarlo. El cronómetro se detuvo, pero como la bola ya iba en el aire, en dirección a la canasta, la jugada fue válida.
El balón entró en la canasta. Pritchard celebró con locura. Lo mismo hizo el público que estaba en el TD Garden de Boston. Ese grito fue el primero que metieron los aficionados del equipo verde como campeones. Con esa jugada se terminó una sequía de 16 años sin ganar títulos.
La última vez que los Celtic habían sido campeones fue en 2008. Aquella vez, por ejemplo, Payton Pritchard, el hombre que en un minuto se metió a la historia del equipo verde, tenía 10 años de edad (nació el 28 de enero de 1998).