En solo once minutos, Nacional ya perdía 3-0 con el Fluminense en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa Sudamericana, cumplido este jueves en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Se presagiaba la gran goleada y muchos llegaron a recordar el 8-0 ante Cruzeiro en 1992 en la Recopa Suramericana, que ha sido la más grande sufrida por el equipo verde en confrontaciones internacionales. No obstante, el onceno antioqueño se salvó de un marcador más amplio. Al final perdió 4-1.
Y el encargado de esa gran fiesta fue el más joven de la cancha, el jugador que tiene suspirando a toda la torcida del Fluminense, Joao Pedro, quien apenas con 17 años, es una de las grandes figuras del fútbol en Brasil.
En septiembre cumplirá los 18, pero ya lo tienen vendido al exterior y sólo estará con su equipo hasta diciembre, porque el próximo año pasará al Watford, de Inglaterra, al cual ya fue vendido, pero aún no se conoce el precio.
Joao puso a celebrar a sus seguidores muy temprano, apenas a los 2 minutos de comenzado el cotejo y no pasaron cinco, para que aumentara el marcador. Un 2-0 que presagiaba goleada y que se hizo más evidente con el tercero de Luciano, a los 11.
Por fortuna hubo un respiro a los 16 con el penalti que hizo efectivo Hernán Barcos, aunque Joao volvió a ser un dolor de cabeza y puso el tercero de su sello (34’) y cuarto de Fluminense.
El partido estuvo a punto de irse al descanso con un 5-1, solo que Luciano desperdició el cobro desde los doce pasos.
En el segundo tiempo no cambió el decorado, un Fluminense en busca de más goles, pero se salvó Nacional y al final el resultado fue muy bondadoso para el elenco antioqueño, que ahora esperará el partido de vuelta el próximo miércoles en el estadio Atanasio Girardot.
Conclusiones
1. Nacional lució frágil ante un equipo de mayor jerarquía.
2. Tanto la defensa como el arquero Cuadrado se mostraron nerviosos al comienzo.
3. El equipo de Paulo Autori trató de soltarse del dominio local, y creó algunas acciones exporádicas de riesgo. Sin embargo, el control del partido fue en la mayoría del local como lo demuestran las estadísticas: 61% de posesión del balón contra 39%.
4. Poca creatividad en el medio campo y delanteros, que generaron poco riesgo.
