Un día después de conquistar el título del Clásico RCN, a Aldemar Reyes aún le costaba creer la gesta alcanzada. “Apenas lo estoy asimilando”.
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Un día después de conquistar el título del Clásico RCN, a Aldemar Reyes aún le costaba creer la gesta alcanzada. “Apenas lo estoy asimilando”.
Así expresó este lunes el ciclista boyacense tras ser recibido como un héroe en su natal Ramiriquí, municipio en el que se formó como ciclista y en el que aún, en compañía de su hermano Yeison, también pedalista del Team Medellín, y su padre Siervo Reyes, siguen cultivando tomate de árbol, frijol, y laborando en la crianza de ganado, su otra forma de ingresos.
¿Qué siente al saber que ya hace parte de la lista de corredores que han ganado una de las grandes pruebas de Colombia?
“La verdad apenas me lo estoy creyendo. Es una sensación indescriptible, hermosa, ganar el Clásico es una cosa de locos. Realicé uno de mis sueños. Venía buscando este título desde hacía muchos años y me preparé, pero disputarlo es diferente a ganarlo. Aquí se ven reflejados los años de esfuerzo, de dedicación, de tantos pensamientos que te pasan por la cabeza”.
¿Cómo cuáles, el retiro en medio de los caminos adversos para llegar al éxito?
“No, jamás se me ha pasado eso por la cabeza. Al contrario, en medio de todas esas luchas siempre llega la idea de mejorar, de sobreponerse, de superarse. En cada temporada he logrado algún buen resultado, y esto me motiva a no perder la ambición. Simplemente el secreto para no tirar la toalla, más allá de tener alguna crisis en el ciclismo, es continuar siendo disciplinado y constante por lo que se desea”.
¿Y llegó esta temporada a un equipo que lo arropó para imponer sus condiciones?
“Así es, por eso el título se lo dedico a Dios, al Team Medellín, a mi familia y a quienes al creído en mí. Años atrás, me gustaba la forma en la que corría este equipo, y poder llegar a él es algo que valoro”.
¿Por qué esta escuadra hace tanto la diferencia en Colombia?
“Por la unión de grupo, se corre por un fin colectivo y no individual, no hay envidias. La lectura de carrera que tienen hombres como Óscar Sevilla y Fabio Duarte es admirable, sumado a las charlas técnicas del entrenador José Julián Velásquez, en sí somos una familia”.
Se notó cuando Duarte, campeón del Clásico en 2021, trabajó esta vez para usted...
“Si como rival lo admiraba, como compañero aún más, lo que hizo por mí es digno de un caballero. Tenía todas las posibilidades de disputar el Clásico, pero prefirió ayudarme, aconsejarme, guiarme... Comandó al equipo prácticamente en las subidas, y al final, por todo ese trabajo, relegó sus fuerzas. Lo respeto, así como a mis demás compañeros. Aquí lo importante es que el equipo gane”.
¿Para qué está ahora Aldemar Reyes?
“Desde ya hay mayor responsabilidad como motivación para hacer una buena temporada el próximo año, pues tenemos no solo desafíos nacionales sino también internacionales, como la Vuelta a San Juan y otros en Europa, en los que quiero ser protagonista”.
A sus 27 años de edad, ¿cree que aún puede representar un equipo europeo?
“Lastimosamente el ciclismo ha cambiado un poco y los elencos europeos ahora buscan fichar muchachos jóvenes. Si bien se limitan las posibilidades para dar ese salto, no pierdo la esperanza”.