La llamada salsa motelera, de catre o de alcoba, como suele denominarse muchas veces de manera despectiva a los sonidos románticos y melodioso de este género, está viviendo un renacer, no solo con nuevas canciones, sino con reinterpretaciones de los clásicos de hace 25 años.
Víctor Manuelle, músico boricua, de 55 años de edad, lanzó el álbum Retromántico, que incluye el tema Otra noche más, al lado del fallecido salsero Frankie Ruiz, un trabajo de edición, que logró unir las dos voces.
Por su parte, Jerry Rivera, al que a sus 50 años de edad le siguen diciendo “Cara de Niño”, lanzó el álbum Llegué Yo, que incluye el sencillo titulado En Otra Cama, mientras que Rey Ruiz sorprendió en YouTube con un Live Sessions con un cover de varios de sus grandes éxitos.
Precisamente, ese Free Cover de Ruiz ha tenido mucha acogida y comentarios muy positivos por la calidad instrumental y vocal.
A la par de este boom de novedades discográficas, Medellín se prepara para varios conciertos salseros entre junio, julio y agosto de este año, con Vive la salsa, el 22 de junio, en el Atanasio Girardot, y Las Leyendas de la salsa, el 6 de julio, en el mismo escenario.
Al explicar el origen de la salsa romántica, Víctor Manuelle, en charla con EL COLOMBIANO, expresó: “El movimiento nace de la fusión de las baladas con la salsa y esa temática obligó a cambiar el sonido tradicional, porque los arreglos ya no podían ser tan agresivos. Si estás cantando Tú me quemas no puede sonar un timbal fuerte o una descarga. Estas canciones atrajeron más a la fanaticada femenina”.
Entre los pioneros de este movimiento están Frankie Ruiz, Eddie Santiago y Willie González.
Sobre la manera despectiva que llaman a la salsa romántica, Víctor Manuelle dice que los cambios siempre han traído controversias, “por ejemplo, cuando Willy Colón y Héctor Lavoe, ese binomio tan poderoso, salieron fueron bien criticados al principio, porque era un grupo joven haciendo una salsa completamente diferente a lo que venía haciendo Tito Rodríguez o la Big Band, y luego se convirtieron en unos referentes”.
Jerry Rivera, por su parte, cuenta que él no cree en la música hecha artificialmente, a través de computador, tal y como sucede especialmente con el reguetón. Para él son indispensables los instrumentos, que son los que hicieron que la salsa se volviera leyenda, que trascendiera generaciones.
En ese punto, Tito Nieves, también en charla con EL COLOMBIANO, añade que “La salsa es una cosa más cultural. Tiene más definición. La gente critica mucho el reguetón porque dice que no es música. A mí me gusta el reguetón. A mí lo que me desanima de este género es la lírica”.
Históricamente, la salsa de “motel” y sus interpretes ha sido subvalorados por los seguidores de la salsa “dura”, en especial por sus acordes ( mayor presencia de piano y violín), melodías (mucho más lentas) y letras (sobre el amor, desamor, nostalgia y sensualidad).
A finales de los 90, la salsa romántica comenzó a perder popularidad ante la llegada de nuevos géneros musicales, en especial por el poder del reguetón, pero todo apunta que ahora se está reactivando.