Por álvaro molina
@molinacocinero
Cuando estaba chiquito salir a puebliar era un programa de muchas familias los fines de semana. Hoy es más popular salir a mirar vitrinas a algún centro comercial. Todo cambia como dice la canción, ni mejor ni peor que antes, pero no lo mismo. Muchas familias conocen más a Ventura Mall que a nuestra querida tierra rica en paisajes, sabores y hospitalidad. Se pierden de mucho.
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Pude participar en la campaña Antioquia es mágica de Claudia Márquez, exprimera dama del departamento, que invitaba a la gente a volver a salir al campo; ella tenía clarísimo que cada peso que deja la gente cuando sale a puebliar representa bienestar para el país. Puebliar es una manera deliciosa de sacar a los hijos de la virtualidad, mostrarles la belleza de nuestra tierra y la vida real que existe más allá de los dispositivos. A la final para su formación, puede ser mejor paisajear que vitrinear. Hay que dejarles buenos recuerdos y estos paseos familiares jamás los olvidarán.
Salir al campo es un regalo para los sentidos, más aún aquí, donde estamos rodeados de bellezas naturales, estaderos deliciosos, pueblos acogedores con historias, nuevos hoteles, hostales y programas para todos los gustos: canopy, rafting, cabalgatas, rapel, avistaje de aves, senderismo, parapente, pesca deportiva, glamping, museos, santuarios religiosos, parques naturales, cavernas, visitas a trapiches y fincas cafeteras. El turismo regional se ha organizado y ha tenido un afortunado crecimiento que nos ubica como el departamento más visitado en el país. Basta con recorrer la calle 10 o subir la piedra del Peñol para ver la invasión extranjera que deja sus dólares aquí con sus chanclas y bermudas como en Tolú.
Conozco más de la mitad de los 125 municipios, pero todo el tiempo procuro crecer la lista, porque por todos lados hay destinos que vale la pena conocer:
La vía láctea: se puede empezar por San Pedro, de ahí a Entrerríos, pasando por la bella represa de Río Grande II, empatar con Santa Rosa de Osos y Don Matías hasta matasanos para volver a Medellín. En este recorrido me encanta tomar cafecito con arepa en los miradores del alto de los parapentes por San Felix, pasar por la quesera La Margarita a surtirme de mantequilla y quesito, comprar truchas frescas en Entrerríos, comer buñuelos en el parque de San Pedro, chorizos y pandequesos en el Parador Santa Rosa y rematar tardeando en Los Comerciales de Don Matías.
La vuelta a Oriente: un programa que toda la vida fue un recorrido entre aguardientes con chicharrones, chorizos nomeolvides, morcilla y empanadas, hoy se puede hacer por varios sitios deliciosos. Se sale por las Palmas pasando por La Fe y Fizebad hasta El Retiro que está hermoso y se volvió epicentro gastronómico con alternativas para todos los gustos. De ahí se pasa a La Ceja con parada en Ricas Arepas, Cantaleta (OMG), Su Casa Paisa o Don Alcides, todos buenísimos. En el parque de La Ceja se conservan varios sitios en donde se come rico. Sigue hasta San Antonio de Pereira por postres del otro mundo, se cruza al Carmen de Viboral a ver las hermosas vajillas de losa y de ahí a Rionegro hasta la Medellín Bogotá donde hay varios estaderos con arepas ricas para surtirse.
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Los charcos de San Rafa: La ruta del agua empieza entre el Peñol y Guatapé rodeando la represa en donde hay una oferta gastronómica muy variada con buenos chorizos y tortas de chócolo. A mi me encantan los buñuelos de los cafés que se encuentran frente al pseudo parque de El Peñol donde paro con frecuencia de paso a la pesquería al embalse que ofrece una de las mejores pescas deportivas del país. Guatapé tiene una oferta muy turística y vale la pena recorrer el malecón por dulces de nuestra tradición. A media hora de allí se llega a San Rafael a donde además de los charcos y bañaderos más famosos de Antioquia, puede ir a pescar o navegar por dos embalses hermosos: Jaguas y Playas. En esta región hay una riqueza de fauna única con aves, felinos mayores, monos titís, aulladores y araña, guaguas, conejos, iguanas y culebras. San Rafael tiene muy buena oferta de hoteles.
Los migaos
A petición de una señora queridísima que me escribió pidiéndome ideas para su emprendimiento de fiambres, volvemos con esta delicia de nuestra mesa familiar antioqueña que se ha ido perdiendo con los años. Un plato delicioso que puede preparar de muchas maneras a partir de un puré rústico, que puede ser de papa, yuca o plátano maduro, agregando lo que tenga en la nevera, sobre todo “los sobraos”. El más popular es de papa con hogao y huevo, pero lo puede hacer como quiera. Para ir a la fija, arranque con uno de los ingredientes más importantes de nuestra cultura: la cebolla junca o de rama, OMG con mucha mantequilla o más osado aún, con aceite usado “donde haya fritado marrano”. Las recetas son como para familias de 4 personas.
Migao de Maduro con chorizo
1 taza de cebolla de rama picada, tanto la parte blanca como la verde
4 o 5 chorizos de cerdo bien ricos (escríbame y le cuento mis favoritos)
2 cucharadas de mantequilla
3 plátanos muy maduros
4 huevos mal batidos
1 taza de queso blanco rallado
Corte los chorizos en monedas gruesas y póngalos en bajo a que suelten grasa, salteando con la cebolla de rama. Frite los maduros hasta dorar y tritúrelos con un tenedor dejando pedacitos sin estripar, para que le quede rústico. Mezcle con los chorizos y los huevos revolviendo para integrar. Ponga todo en un molde, cubra con dos cucharadas generosas de mantequilla y el queso rallado y hornee a unos 200 grados por 10 minutos.
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Migao de yuca con queso costeño
1 taza de cebolla de rama picada, tanto la parte blanca como la verde
400g de queso costeño en dados rallado
3 huevos
Dos cucharadas de aceite o mantequilla
1 kilo de yuca cocida hasta que quede muy blandita
Saltee la cebolla de rama con el aceite o la mantequilla y agregue la yuca presionando con el tenedor para integrar. Adicione el queso rallado con los huevos revolviendo hasta darles el punto de cocción a su gusto. Este migao lo puede cuñar con carne guisada, en polvo, patas de chicharrón o una buena morcilla.
Migao típico de papa
1 kg de papa cocida
4 huevos
Hogao: junca, aceite usado, tomate muy maduro, un tris de triguisar, un tris de vinagre blanco, un tris de panel rallada y un tris de cubito desmenuzado en vez de sal
Mezcle todo revolviendo y cuñe con chicharrón, chorizo o morcilla, o los 3. Le queda rico una tajada de maduro de esas gigantes que se hacen con medio plátano.
Final Feliz
Los migaos son perfectos para usar como base de fiambres. En la casa son perfectos para un desayuno trancao de fin de semana que lo deja a uno listo hasta la noche. Puede rematarlos con cilantro picado y una porción gigante de quesito desmenuzado para morirse de la dicha. Acompañe con guandolo: 1 panela que deja desliando, o sea, deshaciéndose en agua al clima por unas 4 horas, adicione limón mandarino o si consigue naranja agria y bastante hielo.
