Las razones por las que en vez de carne roja se come pescado durante los días de cuaresma son a veces desconocidas por los mismos católicos, aún así los más fervientes cambian su dieta por estos días y se ciñen a la tradición: comer pescado.
La historia que cuenta Alejandro Usma, licenciado en Ciencias Religiosas de la Universidad Pontificia Bolivariana y coordinador de Formación Católica del Colegio Cumbres, es que la cuaresma, como se conoce hoy, comenzó a celebrarse entre los siglos IV y V de la era cristiana.
Fue por esos días que los católicos decidieron que en el mercado se iban por la carne blanca y no por la roja, especialmente por una razón, asegura Usma: imitar a Jesucristo que, según refieren los relatos evangélicos, pasó en el desierto 40 días sin comer.
“La gente no solo se confesaba, también expiaba sus pecados haciendo penitencias públicas, entre ellas, los ayunos prolongados en los que se comía solo pan y agua. De ahí su nacimiento. Se comenzó a conmemorar con solemnidad durante la cuaresma, la Iglesia le propuso a sus fieles abstenerse de comer carne, sobre todo los viernes, como una forma de honrar el cuerpo de Jesucristo, sacrificado un viernes en la cruz”, cuenta el docente.