Desde que fue publicada la carta de Daniel Álvarez Mikey, la polémica sobre los manejos de la Fundación Teatro Nacional y el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá no ha parado de crecer.
El pasado 11 de marzo, Daniel Álvarez Mikey, como miembro suplente de la Junta directiva de ambas instituciones y director ejecutivo y representante legal de la Fundación Teatro Nacional, pero en especial como hijo de su fundadora, Fanny Mikey, envió una carta a William Cruz Suárez, el presidente de la Fundación Teatro Nacional y Corporación del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá.
En la misiva le manifestaba su descontento por no conocer, pese al cargo que desempeña, de la solicitud de un crédito por 2500 millones de pesos.
Ante esta situación, en las últimas horas, la Junta Directiva envió un comunicado con diez puntos, siendo el principal el relacionado con la situación financiera de dichas instituciones.
Señalan que mientras el Teatro Nacional cuenta con un patrimonio de 19 mil millones de pesos, producto del ingreso por taquilla en 2015. Además, en el mismo año, desarrollaron proyectos por ocho mil millones de pesos.
En cuanto al Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, que este año llegó a su edición número 15 -señalan- que el gastó total alcanzó los 30 mil millones de pesos.
Según los datos suministrados por la Junta Directiva, los últimos cuatro festivales han tenido un valor superior a los 107 mil millones de pesos, de los cuales, el Ministerio de Cultura realizó un aporte total de 13 mil millones, destinados para la preproducción y producción.
Dentro de esas cuentas, aseguraron que de los ingresos del FIBO, el 50 por ciento viene de taquilla, “el resto de los recursos se gestionan frente al Distrito Capital, el sector privado y la cooperación internacional”, afirman.
Realizando un especial énfasis en la última edición realizada en el mes de marzo, se precisa que esta contó con un aforo de 350 mil localidades en 17 días de evento, donde la asistencia llegó al 80 por ciento, lo cual fue una cifra récord en la historia del festival.
También aclaran que en la edición del año 2010 del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, la primera tras el fallecimiento de Fanny Mikey, esta dejó pérdidas por 7500 millones de pesos, lo cual, según la Junta Directiva, se ha venido pagando hasta la fecha.
Según el comunicado: “El Festival ha reducido sus obligaciones pendientes a cuatro mil millones de pesos (el 3,7% del total de la inversión del proyecto), que queremos apalancar en parte, como cualquier otra entidad privada, con créditos en el sector financiero”.
También recordaron que el modelo de gestión de Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá es único en el mundo, pues eventos similares, como Cervantino, Aviñón y Edimburgo, suelen ser financiados, casi en su totalidad, por el estado.
“A pesar de nuestra gestión para que el Congreso de la República lo declarara Patrimonio Cultural de la Nación, no cumplió con su obligación de convocar al Comité Financiero destinado a garantizar su conservación. Este Comité es el escenario adecuado para analizar las dificultades financieras del Festival, y no la crítica a la gestión de la Junta Directiva a través de algunos medios de comunicación. Estas vías de hecho ocasionan graves perjuicios a nuestras marcas, los cuales estamos evaluando”, finalizaron el comunicado.
