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Pablo Sáinz-Villegas y la sonoridad de la guitarra española que llega a Medellín

El nacido en Logroño se presenta el próximo miércoles 28 de agosto en Medellín, en una noche que exaltará la sonoridad de la guitarra española y sus grandes compositores.

  • Pablo Sáinz-Villegas y la sonoridad de la guitarra española que llega a Medellín
  • Pablo Saínz-Villegas puede llegar a practicar hasta 9 horas diarias antes de preparar un repertorio. FOTO Cortesía Marcela Gómez / Teatro Metropolitano
    Pablo Saínz-Villegas puede llegar a practicar hasta 9 horas diarias antes de preparar un repertorio. FOTO Cortesía Marcela Gómez / Teatro Metropolitano
24 de agosto de 2024
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Aunque no son muchas las horas de tiempo libre que tiene, el guitarrista clásico español Pablo Sáinz-Villegas busca el contacto con la naturaleza cada vez que puede. Además le gusta bailar salsa y ahora, tras el nacimiento de su primera hija, Olivia, “pasar tiempo con ella es una bendición”.

Su fama y su talento ha hecho que haya una frase para describir su trabajo –publicada en el diario El Español– que le ha dado la vuelta al mundo: “Un guitarrista clásico capaz de poner en pie al público del Estadio Santiago Bernabéu” y a eso se suma que haya sido designado, por la prensa de su país, como el sucesor de Andrés Segovia, uno de los grandes maestros de la guitarra en España.

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Pablo Sáinz-Villegas se presentará en el Teatro Metropolitano el miércoles 28 de agosto a las 8:00 p.m. en la XIX Temporada Internacional de Música Clásica Medellín Cultural, en un concierto que llevará a los espectadores de viaje por la península ibérica.

Previo a este show, Pablo conversó con EL COLOMBIANO sobre su vida, su pasión por la guitarra, el camino recorrido y la emoción que tiene de volver a Medellín.

Es que justo el año pasado visitó a la ciudad por primera vez. De esa experiencia recuerda con gusto la cantidad de gente joven que asistió al teatro para ver su concierto, “eso para mí es una grandísima inspiración porque al final la cultura le pertenece a la gente de todas las edades. El arte es para todos y no tienes que entenderlo para disfrutarlo. Me cercioré un poco y participé de lo que siempre había creído, de esa rica cultura que Colombia atesora en su historia y que se expresa en su juventud y en sus habitantes, en general”.

La tradición de la guitarra en Colombia es una herencia que viene de España, pero —como vehículo cultural que se hizo propio— también ha generado otros sonidos: “El poder que tiene la guitarra es que es un instrumento que, por un lado, tradicional e históricamente está muy vinculado a mi país y a mi cultura, España, pero por su versatilidad cuando la guitarra llega a las Américas se convierte poco a poco en el instrumento para transmitir las diferentes identidades musicales de cada región, de cada país y de cada cultura. Para mí la guitarra le pertenece tanto a las Américas como a España. Ya de hecho hay más repertorio escrito en la guitarra clásica española en todo lo que es el gran continente de las Américas que en el repertorio de España, pero en cierta manera ahí es donde se complementa y se convierte en un símbolo del paniberismo, de esos 500 millones de personas hablando un mismo idioma. Tenemos un sentir parecido ante la vida y unos valores similares y nos une sobre todo un idioma maravilloso como el español, entonces para mí la guitarra es uno de esos símbolos que unifica”.

Sobre el concierto

En el programa que Pablo Sáinz-Villegas traerá a Medellín hay obras de Enrique Granados, Joaquín Rodrigo, Francisco Tárrega, Geronimo Giménez e Isaac Albéniz. Algunos de ellos consolidaron a la guitarra como un instrumento solista. Ese es el caso de Tárrega, considerado el fundador de la guitarra contemporánea española.

“Esta va a ser una celebración de la guitarra clásica española, una manera natural de celebrar mis raíces, mi historia con el instrumento y la gran tradición que hay enraizada del instrumento en España. Entonces voy a interpretar las grandes piezas, en realidad escritas para la guitarra clásica española, obras que son estandartes de lo que es el repertorio de la guitarra y que a pesar de ser tan local y tan vinculado a la idiosincrasia musical de España al mismo tiempo son universales”.

Un concierto que será un viaje para Pablo hacia su España, hacia su región natal, La Rioja, y una manera de que los espectadores viajen desde los asientos del teatro.

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Para preparar un espectáculo así hay mucho trabajo y sacrificio detrás: “La profesión del músico profesional de conciertos es un estilo de vida en realidad, y ese estilo de vida es diferente a la mayoría de las vidas de las personas que trabajan de 9:00 a.m. a 5:00 p. m. y no es ni mejor ni peor, simplemente es otra forma de vida. Los viajes hacen parte importante del año de un músico, entonces hay muchísimos días al año en los que estoy en aviones, viajando a diferentes partes del mundo, con lo que eso conlleva también. Es muy emocionante, tremendamente inspirador tener la oportunidad de conocer otras culturas, pero al mismo tiempo también están los jet lags, los cansancios”.

Pablo compara el estilo de vida de un músico con el de un samurái, “somos guerreros, pero tenemos esta parte espiritual y de dar lo mejor de nosotros mismos una vez que entramos al escenario. Ahí es cuando, de repente, se olvida todo ese cansancio del viaje anterior y de repente el tiempo se congela y es el momento mágico donde la música se expresa”.

Los viajes demandan que no pueda estudiar mucho, por eso en las épocas que no tiene viajes se dan los ensayos, de cuatro a cinco horas o de ocho a nueve horas si es un repertorio nuevo que tiene que preparar, “entonces se depende de la agenda de conciertos y del repertorio que tengo programado en cada uno de los sitios que ese tiempo de estudio va a ser mayor o menor, que sea más enfocado en unas piezas que en otras, pero es como un trabajo al final y son muchas horas al día las dedicadas al instrumento, a aprender nuevos repertorios”.

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Para Pablo es un proceso de interiorización también, es decir, desde el momento en que se aprende la pieza, digitarla, entender el movimiento de las manos, toda la coreografía que exige una pieza musical y luego interiorizarla para trascender la parte técnica y que sea simplemente compartir la esencia emocional de esa pieza con el público, “que al final es la aspiración y ahí es donde en ese propósito de acariciar la excelencia, como una intención de dar lo mejor de mí en cada momento, el público vea ese reflejo de la mejor creación de ellos mismos en cada una de las notas de la música”.

Su historia

Este guitarrista español define su vida como una aventura continua. Salió de Logroño para estudiar en Madrid. De Madrid pasó a Berlín con 18 años, sin saber alemán, y viviendo “en un catre, pasé mucho frío”. Le habían ofrecido una plaza de profesor en el conservatorio de Logroño, pero él quería conocer mundo. De Berlín se fue a Nueva York y justo al llegar fue testigo directo de la tragedia del 11 de septiembre. “Trabajé muy duro y cuando las cosas no iban bien la guitarra me ayudaba a levantarme. Afortunadamente, en los últimos tiempos he recogido los frutos de tantos años de trabajo”.

Pablo Saínz-Villegas puede llegar a practicar hasta 9 horas diarias antes de preparar un repertorio. FOTO Cortesía Marcela Gómez / Teatro Metropolitano
Pablo Saínz-Villegas puede llegar a practicar hasta 9 horas diarias antes de preparar un repertorio. FOTO Cortesía Marcela Gómez / Teatro Metropolitano

Al preguntarle por ese camino recorrido y esos frutos, Pablo los ve como una progresión natural de crecimiento basada en la determinación, “primero en tener una visión y un sueño, después una determinación diaria y una constancia a lo largo de los años para acercarme a esa visión, a ese propósito y de repente ir disfrutando incluso los retos que venían en el camino que no siempre fueron fáciles”.

Llega a su memoria que desde los seis años empezó a tocar la guitarra y cuando mira hacia atrás entiende que creer en sí mismo ha sido vital.

“Yo pongo la metáfora y la alegoría de que esto ha sido como crear un jardín alrededor tuyo y tú eres el jardinero, solamente tú, nadie va a hacer ese jardín por ti. Entonces es ir sembrando semillas y de repente ir regándolas y cuidándolas y en ese jardín empiezan a nacer plantas y flores y algunas, que tenías unas expectativas de que fueran las más bella de las flores, pues no salieron y de repente otra que no te esperabas te da una sorpresa. Así han sido todos estos años de vida y dedicación y sigue siendo así, en realidad es tener una visión, creer en los sueños”.

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Pablo cree profundamente en los sueños, en el poder creativo que tienen todos los seres humanos, “de crear nuestros sueños, nuestra realidad a través del esfuerzo, de la determinación, de la pasión, sin duda, y de ser coherente con tus anhelos”.

Y considera que es aplicable a cualquier faceta de la vida, “da lo mismo lo que quieras, somos libres de soñar y podemos soñar lo que queramos”.

Conocedor de la potencia en la educación musical de la ciudad, Pablo les explica a los estudiantes de música que esta es como una pirámide “donde la base y los cimientos de esa pirámide van a ser la técnica, todos esos años dedicados a perfeccionar la técnica que te van a dar las herramientas para expresarte musicalmente. Y una vez están estás herramientas preguntarse por qué tocó música, por qué estoy tocando la guitarra o el piano o el violín y más allá de porque me gusta es definir un propósito con una intención y así cada nota que toques musicalmente va a llegar a a otro nivel porque tiene una intención, tiene una dirección emocional”.

Después de tener esa pirámide montada llega la hora de soñar, “pero hacerlo con los pies en la tierra, estando despierto, poniéndote objetivos a corto plazo, siendo realista, pero también idealista”.

Para Pablo es muy poderoso escribir las estrategias y las cosas que cualquier persona puede hacer en ese camino, “cada día lo irás recordando y seguirás creciendo y esa estrategia va a ir mudando también y va a ir evolucionando y te va a ir acompañando en ese crecimiento y finalmente hay que creer en uno mismo, que a veces es lo más difícil”.

En sus tantas experiencias acumuladas, ahora a sus 47 años, rememora el momento en el que trabajó con John Williams, el gran compositor, director de orquesta, pianista y trombonista estadounidense (una de las personas vivas más nominadas al Óscar, 53 veces, y que a sus 92 años ha ganado 5 premios de la Academia), considerado uno de los compositores más prolíficos de bandas sonoras de la historia del cine por la creación de la música de Indiana Jones, La lista de Schindler, Star Wars o Tiburón.

Pablo Sáinz-Villegas destaca que trabajar con John Williams ha sido una de las experiencias más fascinantes de su carrera.

Williams se contactó con él para que interpretase su primera obra compuesta para guitarra clásica: Rounds (grabada en el álbum Americano de Sáinz-Villegas en 2015). “Nos vimos en su casa de Los Ángeles. Es un caballero a la antigua usanza. Me fascinó su cercanía y humanidad. Se sentó al piano, le acompañé a la guitarra y hubo una conexión natural, mágica. Estábamos tan embobados con la obra que tuvo a Steven Spielberg esperando una hora porque no recordaba que habían quedado de verse. Mantenemos una buena amistad. Me escribe cartas contándome que se acuerda de mí y que escucha mis discos. Recientemente, hemos grabado el tema A Prayer for Peace, arreglo a dúo que hizo para Yo-Yo Ma y para mí del tema de la película Munich, que forma parte de su disco A Gathering of Friends (2022)”.

Por cosas como esta es que para Pablo su carrera es de alto rendimiento y por eso lidiar con las lesiones también hace parte del trabajo de un músico. “Forma parte de la dedicación de cualquier profesional que utiliza su cuerpo de una manera intensa como es un músico, un bailarín o un deportista de élite y son momentos muy complicados, porque piensas que es un abismo y que no hay final y que ahí te quedas y en esos momentos es donde uno se reencuentra, tiene que mantener la calma”.

En esta carrera de alto rendimiento hay momentos así y cuenta Pablo que generalmente hay un motivo emocional alrededor de cualquier lesión, es un aviso del cuerpo y bueno y “por un lado hay que ponerse en manos de profesionales, desde fisioterapia y todo lo que haya que hacer para mejorar a nivel físico y por otro lado tomar responsabilidad sobre tus emociones y sobre tus procesos emocionales, requiere mucha determinación, mucha valentía y seguir para adelante, así he trascendido los momentos de pequeñas lesiones que he podido tener en mi carrera”.

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La guitarra como Patrimonio Inmaterial de la Unesco

Este es un objetivo que se propuso Pablo Sáinz-Villegas y por eso creó una asociación sin ánimo de lucro que se llama Cuerdas en común. “Más enfocada en la guitarra, la asociación organiza un festival de música en La Rioja, que acerca la música a todos los públicos en lugares de patrimonio, en lugares de mundo rural, de naturaleza y es una manera de crear experiencias alrededor de la música que ponen en valor en mi región, La Rioja. Este festival también desarrolla muchas actividades educativas y es una herramienta para dar sostenibilidad a conciertos didácticos y diferentes actividades comunitarias alrededor de la música, de carácter social y filantrópico. Por otro lado, la asociación encarga nuevas creaciones a compositores para que compongan para la guitarra u así mantener vivo el legado y la creación del repertorio de la guitarra clásica española. La idea de este trabajo es que la guitarra sea declarada Patrimonio Inmaterial por parte de la Unesco. Esta es una idea que en estos momentos está en standby, pero sobre todo por la cantidad de recursos a nivel humano y de investigación que se necesita y en estos momentos no estoy dando abasto y me da pena decirlo, pero por un lado siento una responsabilidad porque creo que es una gran oportunidad”.

Este proyecto es importante para el guitarrista y lo vislumbra de 3 a 4 años y aunque hoy no tenga los recursos para poder contratar a personas que le ayuden a desarrollar esto porque afirma que solo no lo puede hacer.

Y ya ha hecho un llamado a las instituciones españolas —en entrevistas anteriores— a que se unan a este llamamiento “para que juntos podamos celebrar la guitarra clásica española como parte de nuestra identidad cultural y de nuestra historia. Una historia que celebra la multiculturalidad como cada una de las seis cuerdas de la guitarra. Cada una con su personalidad, con su sonido y con su timbre. Todas ellas juntas consiguen hacer música, armonía. Esa es mi celebración, la celebración de la multiculturalidad a través de la unidad para ser un ejemplo de concordia y de inspiración al mundo. De este modo, deseo poner en valor la guitarra clásica española en España y a nivel internacional como hizo Andrés Segovia por todos los escenarios del mundo desde su Linares natal”.

Pablo Sáinz-Villegas está listo para los 90 minutos de concierto que tendrá este miércoles 28 de agosto en Medellín. Espera retribuir el cariño que el público le ha manifestado en su anterior visita y sobre todo enamorarlos de la guitarra y su interpretación.

En un minuto
¿Cuál es la pieza más complicada que le ha tocado aprender a tocar en guitarra?

“La Secuenza número 11 de Luciano Berio. Son 16 minutos de música y tardé 6 años de mi vida, dedicando horas y horas. Es una obra que llegué a aprender de memoria y la toqué en muchos concursos. Me hizo ganar muchos concursos y hace muchos años que no la toco y no creo que tenga ahora la energía de volver a tocarla”.

¿Cuál es la obra que más le gusta tocar?

El Concierto de Aranjuez es una obra que he tocado tanto que es parte de mí, de mi esencia, de mi voz y la conozco tan bien, que cada vez que la toco es un viaje emocional muy profundo y único”.

Un guitarrista que admire...

“Fallecido, Andrés Segovia, y vivo, debo decir, Álvaro Pierri (guitarrista clásico uruguayo)”.

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