La finalidad de un garaje es guardar un carro y, sin embargo, puede ser un espacio grandioso: en muchas ciudades del mundo en esas tres paredes y una puerta, y a veces nada más, han nacido ideas maravillosas.
En un garaje se crearon Microsoft, YouTube y Amazon, también las bandas Metallica y Nirvana. Y en Medellín, en el barrio Belén La Palma 2, hace 40 años empezó la Orquesta Filarmónica de Medellín.
“Que naciera en un garaje, tocando estas grandes obras maestras clásicas, es increíble. Cuando escuchas este tipo de historia, que nació allí para luego convertirse en una orquesta internacional tan maravillosa, realmente te da esperanza en la vida, es un mensaje de que todo es posible”, dice el actual director titular de Filarmed, David Greilsammer.
El 16 de abril de 1983 la Filarmónica de Medellín tuvo su primer encuentro en el garaje de la casa del maestro Alberto Correa. Allí llegaron 48 profesionales y estudiantes para hacer realidad un orquesta que este fin de semana cumple 40 años.
Era sábado y ensayaron por primera vez con los instrumentos del Estudio Polifónico de Medellín, cuatro contrabajos checos, dos trompetas pícolo, una clavinova, un órgano de pedales, unos platillos y un clavecín. El resto eran de los músicos, entre ellos cinco violas.
Por eso este sábado 15 de abril, a las 8:00 de la noche en el Teatro Metropolitano, habrá un gran concierto de aniversario. Estará lleno de símbolos que recuerdan esa tarde.
Honrar el garaje
La primera recomendación que llega desde Filarmed, en cabeza de su directora ejecutiva, María Catalina Prieto Vásquez, es que llegue al teatro desde las 6:30 de la tarde porque habrá mucho qué hacer antes de ingresar.
“Vamos a honrar ese garaje”, dice Prieto. En el hall del Metropolitano, y como primer símbolo de la noche, las personas se encontrarán con ese espacio en realidad virtual y podrán sentarse como si fueran un músico de la orquesta con 40 años menos.
Esos primeros ensayos, recuerda el maestro Correa, eran todo un acontecimiento en el barrio. “Los vecinos de mi casa iban a sentarse en la manguita a escuchar el ensayo. Yo veía gente que venía a todos y se quedaban afuera, otros se pegaban en la puerta del garaje y lo veían todo”.
El arquitecto y escenógrafo Pablo Castillo fue el encargado de recrear el lugar. La casa ya no existe tal y como estaba en esa época. Alberto Correa se la vendió a un amigo haitiano que le hizo algunas remodelaciones. Castillo trabaja en una rama de la arquitectura que reconstruye espacios desaparecidos, “y a partir de algunas fotografías reconstruí un poco ese lugar representativo para esta orquesta que tuvo sus primeros días allí. Valía la pena reconstruirlo”.
Con las imágenes tridimensionales del garaje también se recreará el mismo en vivo con más simbolismos: la primera obra del primer concierto y con el primer director. Será el maestro Alberto Correa quien dirigirá la primera pieza de la noche: la obertura de Las bodas de Figaro de Mozart, que fue además el primer concierto que tuvo la Filarmed hace 40 años. “Y los músicos se van a vestir como lo hacían hace cuatro décadas”, cuenta Prieto.
Al escenario llegará luego el actual director David Greilsammer para interpretar con la orquesta la Sinfonía N.9 de Beethoven. Así como la de Mozart es importante en la historia de la Filarmed, también lo es la de Beethoven y ambas las han tocado muchas veces. “Son piezas que representaran la historia de esta orquesta”, dice Greilsammer, quien añade que son dos de los más grandes compositores que hacen parte de las creaciones musicales más importantes, históricamente hablando.
“Para mí es muy emotivo ser parte de esta celebración y estar en el escenario con el gran maestro Correa. Gracias a él tenemos esta orquesta, él es el corazón y le debemos mucho agradecimiento”.
Correa está feliz de compartir este escenario con el israelí y se devuelve en el tiempo para recordar los más de 3.000 conciertos que hizo dirigiendo Filarmed por 31 años.
“Es maravilloso el auge de músicos y de directores en la ciudad que hacen que la orquesta haya crecido hasta llegar a límites insospechados, si no es la más importante de Colombia, está entre las primeras del país. Filarmed siempre fue innovadora, fuimos de los primeros que hizo rock sinfónico con Queen, The Beatles, Phil Collins y obras corales sinfónicas. Me enorgullezco al saber que todos los músicos hoy tienen pregrado y la mayoría maestrías y doctorados en música, eso levanta el nivel artístico a unas alturas increíbles”.
Eso lo destaca hoy Grielsammer, quien considera que el nivel tan alto de los músicos de Medellín es algo que solo ha evidenciado aquí gracias a que ellos no solo se dedican a la Filarmónica sino que amplían su repertorio y se mueven en varios géneros.
“Los músicos de aquí se interesan mucho en otros tipos de música, por ejemplo, a veces terminamos un ensayo de obras de Beethoven y luego en la noche voy a un club de salsa y veo a nuestros músicos tocar su instrumento allí, eso es increíble, y tal vez uno de los únicos lugares en el mundo en el que puedes tener esta experiencia. Eso es increíble”.
Más símbolos
Antes del concierto, Gonzalo Ospina, concertino principal de Filarmed, y uno de los miembros fundadores, estará también en el hall del Metropolitano conversando con otro de los músicos fundadores, Federico Restrepo, sobre qué pasaba en esa época en la ciudad y el país y muchas anécdotas de ese momento. Otro de los músicos fundadores, Bernardo Hoyos, estará presente.
Y en medio de todas estas actividades habrá un homenaje a los músicos, el alma de esta institución durante estas cuatro décadas, la razón de ser.
Habrá proyectadas en las paredes del teatro fotos de los músicos de hace 40 años y las de ahora. “Nos parece importante que la ciudad reconozca a estos que para mí son unos héroes y que gracias a ellos podemos hacer todo lo que hacemos, podemos dar los más de 180 conciertos a lo largo del territorio antioqueño cada año”, cuenta la directora ejecutiva.
La nueva cara de la música antioqueña tendrá su representación en la parte del concierto en la que se interpretará la obra de Beethoven, allí aparecerán cuatro solistas, “que también son muy simbólicos porque esta orquesta ha tratado de ser plataforma para los jóvenes colombianos y nosotros creemos que tenemos esa responsabilidad. Ellos son cuatro jóvenes colombianos que viven en el exterior, que han empezado su carrera afuera y hemos decidido traer a estos solistas colombianos que representan lo que es esta organización”, precisa Prieto.
Ellos son la soprano Sara Bermúdez, el tenor Christian Correa, la mezzosoprano Ana Mora y el barítono Jacobo Ochoa.
No podían faltar en esta fiesta el coro de cámara Cecilia Espinosa, el coro Tonos Humanos y el Estudio Polifónico de Medellín, todos tan importantes en la historia de la orquesta.
El festejo no termina con el concierto del sábado. El director Greilsammer cuenta que el programa de celebración va todo el año, “tenemos conciertos increíbles con grandes solistas, yo invito a la gente de Medellín a que venga, no solo este sábado, sino que estén atentos a la programación. El 22 de abril tendremos el concierto para piano N.1 de Brahms (uno de mis favoritos) con un famoso e increíble pianista (Matan Porat) y luego tendremos a grandes solistas y piezas maravillosas”.
Hoy se festejan 40 años, pero el objetivo va más allá: Filarmed quiere continuar posicionándose como una orquesta de talla internacional. “Soñamos con ser reconocidos como la mejor orquesta de Latinoamérica, pero no solamente por nuestra calidad artística —que nos importa muchísimo— sino por ser innovadores, por hacer las cosas diferentes y porque somos relevantes para la sociedad”, concluye Prieto.
