Hace un par de semanas Maluma celebró los ocho años del lanzamiento de su primer álbum Magia, un trabajo que, según sus palabras, estaba lleno de sueños, los que ha ido cumpliendo de una manera acelerada.
Hoy, a sus 26 años, más maduro desde lo profesional y emocional, el artista paisa regresa con su nuevo trabajo a las raíces del reguetón, a ese estilo con el que creció en las calles de Medellín y Envigado, en las que forjó su pasión por la música.
“Papi Juancho representa mi Medallo City, es un disco que me debía y hoy presento al mundo”, le confesó a EL COLOMBIANO Juan Luis Londoño (su nombre real), por estos días radicado en Miami.
¿Cuál es la apuesta?
“Papi Juancho es un álbum de 20 canciones de reguetón, que tiene como base las influencias con las que crecí en Medellín, donde comencé a tener ese sueño que sigo cumpliendo. Yo tenía mucha música grabada (cerca de 50 canciones) y quería que la gente las pudiera disfrutar. Papi Juancho es mi esencia, con lo que crecí, la música que me gusta. Quise invitar a varios artistas a los que les tengo respeto y admiración, que no son los más famosos ni los números uno en el mundo, pero son los que a mí me gusta y los que disfruto oír. Es un disco que hice para complacer a mis fanáticos, y que también me satisface personalmente”.
¿Es volver al Old School, a la esencia y raíces del movimiento, alejándose un poco del pop?
“Para nada, creo que ya el mundo me conoce mejor y sabe que puedo aprovechar ese don que Dios me dio para recorrer diferentes géneros. El pop me encanta, pero Papi Juancho es mi Medallo City, un disco que me debía y hoy presento con colaboraciones de Zion, Randy, Yandel, Yomo, Lenny Tavares, Justin Quiles, My Towers, Ñejo Flow, Dálmata, Jory Boy y Darell. Está hecho con mucho detalle. Por ejemplo, la canción Medallo City es un trap con salsa, un género que nunca había explorado.
La letra son términos que utilizamos en Medellín, específicamente en Envigado, es puro barrio. Yo estoy seguro que el 90 % de la gente no lo va a entender, pero eso no importa. Yo quiero mostrar mi cultura, y quiero que la gente vea de dónde soy yo”.
Recientemente celebró los 12 años del lanzamiento de su primer álbum Magia...
“Todo es inolvidable, Magia es un disco lleno de sueños, ingenuidad, amistades y familia, con un equipo que apostó para verme crecer. Se me eriza la piel de recordar todo lo vivido, agradezco mucho a todas las personas que empujaron y me dieron la mano. Papi Juancho es también eso, un disco para agradecer”.
¿Qué tanto ha cambiado, más allá de lo físico, en su concepto musical?
“Tengo 26 años, comencé muy joven a cantar, componer y buscar ese sonido que podía identificarme. Siento que con este nuevo trabajo pueden darse cuenta de la evolución en el sonido, en el concepto musical. Es un reguetón con un beat más robusto y me permito jugar con ritmos que me gustan, como la salsa”.
¿Este es su quinto álbum, siente la presión de superar los trabajos pasados?
“Cada álbum es una sensación diferente, con este me siento libre, me sale lo que quiero contar y mostrar. A mí me gusta el reguetón de la calle y para ser sincero tuve un tiempo en el que me salí mucho de lo que me gustaba, porque quise complacer a la gente... Siempre he hecho la música que me gusta, pero hay canciones en este disco que son perreo sólido, con el que crecí, con el que hacía los parties con mis amigos“.
¿Cómo recibió la reacción del público frente a sus temas ADMV y Háwai?
“ADMV para mí es una de las canciones más especiales que he hecho en mi carrera, me hizo ver la vida de forma más honesta, tal vez sea por el momento que pasa el mundo. Háwai es una historia para decir adiós y cerrar ciclos, es número 1 en Spotify y en la radio de Colombia, México, Paraguay y Honduras”.
¿Es difícil sorprenderse con lo que pasa en su vida?
“Espero nunca perder esa capacidad de dejarme sorprender, trabajo a diario en que mi niño interior se mantenga ahí y disfrute de la vida, de mi familia y mis amigos”