Kedrick Lamar cumplió con la regla, no más de 13 minutos duró su show de medio tiempo del Super Bowl (en Nueva Orleans) en el que además de grandes invitados, interpretó varios de sus éxitos.
El primer invitado de la noche –y quien tuvo varias apariciones en el escenario– fue el actor Samuel L. Jackson, quien vestido como el tradicional personaje americano, el tio Sam, llenó de carisma el recinto: “Es su tío Sam, y esto es el gran juego americano: demasiado ruidoso, demasiado imprudente, demasiado getto. Señor Lamar, ¿de verdad sabes jugar? Entonces aprieta”.
Y la música comenzó. Lamar hizo un repaso a algunos de sus éxitos y las canciones nuevas de su disco GNX, y sí, también interpretó Not like us, el éxito que le dejó 5 premios Grammy la semana pasada y que fue ese golpe definitivo en un pleito con el rapero canadiense Drake.
Claro, a la hora de intepretarla omitió la palabra “pedófilo”, pero dijo el nombre de Drake con una sonrisa a la cámara: “Drake, escuché que te gustan jóvenes”.
Lamar, irreverente e implacable dijo: “Quiero interpretar vuestra canción favorita” y la línea de bajo de la canción ganadora del Grammy, omnipresente e inmediatamente reconocible, resonó, “pero ya sabes que les encanta demandar”. Eso causó la euforia del público quien más adelante bailó la canción con la tenista Serena Williams, que hizo su aparición.
Lo particular de esta aparición de Serena es que ella no solo es originaria de la misma ciudad de Lamar, Compton y que justamente se rumora que salió brevemente con Drake.
En el show interpretó además canciones como Luther y All the Stars, al lado de SZA, también sonó Squabble Up, Humble, Man at the Garden, DNA, TV off con el productor Mustard y Peekaboo.
Justo Mustard fue otro de los invitados al show, justo Mustard fue el productor del galardonado tema Not like us y quien antes había trabajado con Rihanna y Chris Brown, pero fue con esta canción de Lamar que consolidó su éxito.
El simbolismo del show de Kendrick Lamar en el Super Bowl
Además de un Samuel L. Jackson, vestido como el Tío Sam, esa personificación nacional de Estados Unidos, que en la historia siempre se ha dibujado como un hombre blanco, Lamar tuvo otras particularidades en su espectáculo.
Los bailarines de Lamar también cumplieron su misión y en uno de los momentos del show formaron la bandera estadounidense organizados con los colores rojo, blanco y azul de su vestuario.
La revista Vogue también recalca que la ropa que usó Lamar, incluso sus accesorios, transmitían un claro mensaje: “Diseñado por Taylor McNeill, el rapero eligió unos jeans bootcut y una chaqueta tipo varsity de cuero personalizada por Martine Rose, con la palabra ‘Gloria’ bordada al frente”.
Y es que justo Gloria se llama la canción que cierra su álbum GNX. “Según medios especializados en música como Genius, la canción funciona como una metáfora de su escritura. La mujer de la que habla Kendrick es un concepto que se convierte en una metáfora extendida de su oficio (...) El nombre Gloria representa la gloria del rap: su pluma y el viaje artístico que encarna”.
El collar que lució Kendrick Lamar tenía también una “a” minúscula. Según Vogue es una clara referencia a su letra en Not Like Us, donde rapea: Tryna strike a chord and it’s probably A-minorrrrrr, (intenta tocar un acorde y probablemente sea La menor, en español).
El espectáculo también estuvo marcado por un manifestante que desplegó una bandera en apoyo de Gaza y Sudán durante la actuación, algo que la productora Roc Nation dijo a AFP que no fue ensayado.
Detalla la agencia AFP que “el individuo escondió el objeto y lo reveló al final del espectáculo”, y la NFL agregó que el manifestante era parte del elenco de 400 miembros del campo.
El manifestante fue visto en fotos de AFP de pie sobre el auto central de Lamar, blandiendo la bandera estampada con imágenes de un corazón y un puño, así como las palabras “Gaza” y “Sudán”.
Fue posteriormente derribado y escoltado afuera por la seguridad.
En conclusión, la actuación de Lamar rindió homenaje a la extensa obra del rapero de 37 años.
“Nacido en Compton, California, es reconocido como uno de los escritores de música contemporánea más impactantes, con versos que ofrecen perspectivas personales que abordan problemas sistémicos como las relaciones raciales y la pobreza estructural”.
