Taylor Swift es un fenómeno de masas comparable solo con la ‘Beatlemanía’ de los años 60. En todo el mundo, la artista estadounidense tiene un ejército de fans que admiran su obra artística, escuchan cada uno de sus singles, inundan internet con elogios sobre su nuevo disco, asisten a sus conciertos en cualquier rincón del planeta y siguen cada detalle de su vida familiar y amorosa. Cada pestañeo suyo es un titular de prensa y a casi dos décadas del inicio de su carrera, la atención que genera no mengua.
La cantante y compositora de 34 años ha cautivado a millones de personas con sus letras sinceras, inspiradas en sus propias vivencias, composiciones que le han valido varios reconocimientos y cifras récord, como 14 premios Grammy, un Emmy, 25 Billboard Music Awards, 40 American Music Awards, un premio Brit, 23 MTV Video Music Awards, 11 Country Music Association Awards, así como dos nominaciones al Globo de Oro.
En cifras, su éxito musical se traduce en masivas ventas, como los 50 millones de copias vendidas de sus álbumes y 150 millones de descargas digitales de sus singles, convirtiéndola en una de las artistas más exitosas del mundo.
Además, el impacto cultural y comercial que ha tenido le valieron ser nombrada como “mujer de la década” por la revista Billboard en 2019, mientras que los American Music Awards la reconocieron como “artista de la década”.
Otro de sus hitos llegó en 2023, cuando fue declarada por la revista Time como “persona del año”, siendo la primera artista en aparecer en dicha portada, al tiempo que la revista Forbes la nombró como la quinta mujer más poderosa del mundo.
En el año 2024, la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) reveló que Taylor Swift fue la artista femenina con mayores ventas de la década de 2010 y de lo que va de la década de 2020.
Se calcula que su aclamado “Eras Tour” debe generar eventualmente unos 2.000 millones de dólares en ingresos.
Con cientos de millones de seguidores en redes sociales y una base de fanáticos leales e incondicionales, la artista puede mover cimientos con el mínimo esfuerzo, lo que ha provocado que políticos opinen incluso sobre su potencial impacto en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos.
De acuerdo con Kristin Lieb, experta del en pop, género e imagen de marca del Emerson College, “no se puede vivir en el mundo sin escuchar hablar de Taylor Swift. Ha hecho su trabajo con el manual de Madonna a la mano y ahora está escribiendo las primeras páginas del siguiente”.
Sus inicios
Swift nació en Pensilvania el 13 de diciembre de 1989. Comenzó a escribir canciones profesionalmente cuando era adolescente y firmó con el sello Big Machine Records de Nashville como artista country.
Después de cosechar una sólida base de fanáticos con su debut, el segundo álbum de Swift, Fearless (2008), la catapultó a la fama con sencillos como Love Story y You Belong with Me, y le valió su primer Grammy al Álbum del Año en 2010.
Sus siguientes álbumes Speak Now (2010) y Red (2012) tendieron más hacia las influencias del rock y la electrónica, mientras su fama no hacía más que crecer.
Para su quinto álbum de estudio, 1989, Swift regresó al pop y ganó su segundo gramófono al Álbum del año.
Los siguientes años se tornaron cada vez más agotadores, dijo a la revista Time, conforme el público se cansaba de la constante atención sobre ella.
Ese momento difícil coincidió con el fin de su contrato con Big Machine Records, y Swift firmó con Universal, que le otorgaba más agencia y propiedad sobre su propio trabajo.
Sin embargo, su relación con Big Machine la persiguió, ya que la venta de su catálogo de canciones a una firma de capital privado desencadenó una enorme disputa alrededor de los derechos de los músicos, y al tiempo trajo una era nueva y audaz en la carrera de Swift.
Atacó públicamente al director ejecutivo de Big Machine, Scott Borchetta, y calificó a su antiguo manager, Scooter Braun, fundador del holding de derechos que compró el catálogo de Swift, un matoneador “manipulador” que se aprovechó de ella cuando era una estrella naciente.
En represalia, la cantante decidió volver a grabar sus primeros seis álbumes para quedarse con sus derechos, por lo que instó a sus fanáticos a escuchar “La versión de Taylor” en lugar de los anteriores. Y funcionó.
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Swift ha salpimentado sus renovadas versiones con temas inéditos, como la versión de 10 minutos de All Too Well, rompiendo récords, deleitando a sus fanáticos, reclutando nuevos Swifties y ganándose el respeto dentro de la industria.
Simultáneamente, Swift lanzó cuatro nuevos álbumes: Lover de 2019, y en los primeros días de la pandemia, lanzó el doble Folklore y Evermore, en los que volvió al rock atmosférico en el que narra historias, como manda canon folclórico estadounidense.
Folklore le valió el tercer Grammy al Álbum del Año.
Objeto de estudio
La magnitud de Swift es tal que, el pasado febrero, un grupo de seguidores crearon el ‘Swiftposio’, encuentro en que tenían como objetivo calcular el impacto y la influencia de la artista a nivel mundial, en sus fans y hasta en la economía, y que surgió de un tuit que se volvió viral.
La cita se dio en el teatro Capitol de Melbourne de la Universidad de Melbourne, con el fin de que coincidiera con el paso de la cantante por Australia, y contó con el apoyo de siete universidades de Australia y Nueva Zelanda y más de 400 presentaciones de decenas de disciplinas de estudio, en una iniciativa similar a la cátedra que dicta Harvard analizando sus letras y composiciones.
“De alguna manera se ha convertido en la superestrella más divina del planeta, más grande de lo que pensé que era posible”, dijo en su momento Brittany Spanos, una de las oradoras principales y reportera de Rolling Stone, que en 2020 impartió el primer curso universitario sobre la cantante.
Taylor Swift se ha convertido en un referente mundial y que no está claro cuándo va a desaparecer. Mientras algunas voces expertas se refieren a ella como la nueva Madonna y alguien que supera lo que fue en su momento la ‘Beatlemanía’, otros creen que su popularidad pasará de a poco.
Alberto Marchena Jr., quien conoce la industria musical por su carrera como manager de artistas, ejecutivo discográfico y director de importantes emisoras musicales, escribió en un tuit que “aunque este nuevo disco de Taylor Swift romperá todos los récords de streaming y ventas (...) el fenómeno empezará a desacelerar paulatinamente. Se mantendrá hasta la gira de este año, pero ya es claro se está sintiendo una sobreexposición de la artista. El mercado musical buscará su próxima next big thing”.
Lo cierto es que, de momento, su nuevo disco debutó esta semana con fuerza en el mercado discográfico a nivel internacional y asienta a Swift como un fenómeno de masas sin comparación. De hecho, con un patrimonio neto estimado en 1.100 millones de dólares, la norteamericana se convirtió hace poco en la primera artista que ha superado el umbral de las diez cifras, gracias únicamente a los ingresos procedentes de su música.