El rapero bogotano presentará en Medellín un adelanto de lo que viene en su carrera. El concierto es el sábado, 17 de junio, a las 8 p.m.
El concierto hace parte de la iniciativa La Matraca, una franja musical producida por el Teatro Pablo Tobón desde hace una década para reconocer, promocionar y conservar la diversidad sonora de nuestro país. Ese día N. Hardem compartirá escenario con La Muchacha. Foto Cortesía Juan José Ortiz Arenas.
13 de junio de 2023
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Aunque le quede mucho por rapear todavía, N. Hardem ya tiene ganado su lugar en la historia del rap colombiano. Su música es siempre un recorrido multidireccional por la historia leída desde los rincones más desconocidos de Bogotá para conjugar el rap de maneras siempre inauditas y extraordinarias.
El año pasado estuvo en Medellín dando cierre al ciclo que había empezado con Verdor (2021). Entonces se presentó con la banda completa en el Parqe de los Deseos y no se ahorró nada. Este sábado, 17 de junio, vuelve a presentarse en la ciudad y estará por primera vez en el escenario principal del teatro Pablo Tobón Uribe.
Con este show, Hardem abre una nueva etapa en su vida y en su carrera, un ciclo en el que rapeará con todo el descaro que puede permitirse. Como aquel que sabe que por más que lo persigan, ya no lo alcanzan. Aprovechando su visita a la ciudad, hablamos con él de rap y de tanto que se trae entre manos.
El año pasado cerraste el ciclo de Verdor con el concierto de Medellín ¿Qué ha pasado desde entonces?
Firmé un contrato de producción discográfica para hacer un disco con un sello en Bilbao que se llama Oso Polita, y estoy trabajando desde el año pasado en ese disco.
Me imagino que tiene que ver con el MIRLIB, la canción que lanzaste el mes pasado...
Ese es el primer sencillo del disco, aunque digamos que no cobija todo el espectro, como lo hizo Freeplay conVerdor, pero sí es una declaración, una carta de intenciones como de a dónde quiero ir con este disco, que es una música más puntuda, más agresiva. Al principio quería hacer incluso como una vuelta un poco bailable. No me está saliendo así, ni porque haga el esfuerzo. Todavía tengo cosas que depurar.
Es una intención como bien altanera, ¿no?
Hasta ahora es el N. Hardem del modo colaboración. Del N. Hardem del tema con Luis, de Discos Fuentes. Es el que nunca saco a pasear yo solo, que siempre toca acompañado porque es más divertido y más atractivo, pero esta vez soy el que está al frente del corillo.
¿Con quién estás trabajando el disco y cuándo crees que sale?
En el disco hay varios beats míos y por ahora un beat de Gamba (el Arkeólogo), de Hi-Kymon, uno de un productor de Los Ángeles que ha trabajado con Roc Marciano y otra gente. Ahí hay musiquita y somos varios. Como siempre hay colaboraciones también, por ahora 3 o 4. Y la idea es sacarlo sin afán, puede ser a finales de 2023 o a principios de 2024.
¿Vas a presentar algo de lo nuevo en este concierto?
Por ahora me lo guardo. Por supuesto va a sonar MIRLIB, que va a ser de alguna forma el centro del show y todo el concierto va a estar más enfocado en transmitir esta nueva energía que le estoy metiendo a la música y al proyecto ahora.
¿Qué te llevó a esa sensación musical?
Las inquietudes, el panorama y esa vuelta de que no he explorado esta faceta o no a profundidad y menos en expansión, y me parece que ya es hora. Me divierte resto hacerlo y por otra parte también es mucho el lugar a donde se está dirigiendo la conversación en el rap, en el rap que yo escucho, en el rap que me gusta, en la comunidad del rap que habito y siempre he sido la segunda carta en esa conversación o nunca me declaro con una voz partícipe o protagónica en esa conversación y ahora digo, ey, ya. Ya estuvo.
El rap cada vez se vuelve más popular, pero se vuelve popular también porque asume unas formas que se alejan de sus principios. MIRLIB se aleja completamente de esa tendencia y de alguna manera marca un límite con eso que empiza a ser cada vez más popular...
Sí, total. Digamos que no soy ajeno ni enemigo ni mucho menos del rap como instrumento y como partícipe en la explosión de las músicas del mundo. Por ejemplo, Mestizo es una muestra de eso y mi intensión es siempre colaborar con gente que hace cumbia, jazz, salsa, pop, lo que sea, hace parte de mi esencia también. Especialmente esto que estoy haciendo ahora es contrario a lo que pasa en otros casos cuando la gente tiene la posibilidad de tener presupuesto para hacer un disco, pero es la música que tenía ganas de hacer y que tengo en la cabeza. Tampoco me voy a traicionar por venderme.
En ese sentido, ¿qué escucharemos en el nuevo disco?
Este disco va a ser mucho más puntuado, más agresivo, pero es más bouncy también. O sea, inevitablemente va a hacer a la gente moverse más que Verdor, pero no en una onda de bailemos y gocemos porque eso ya lo tengo con colaboraciones, con Mestizo, con personas y lugares que habito en la música, que satisfacen ese espacio y esa curiosidad en mí.
¿Cómo fue el relacionamiento con el sello de Bilbao? ¿Cómo se dio?
Nos conocimos en el BIME en Bogotá el año pasado. Ellos querían tener un acercamiento, se enamoraron de Verdor, de la edición en vinilo y decidieron apostar por el proyecto. Y partir de ahí hemos estado trabajando, fuimos a España con ellos el año pasado, hicimos varias fechas allá y desde entonces la relación se ha seguido afianzando y pues estamos trabajando juntos en la producción del disco y todo lo que eso implica en términos ejecutivos también.
Háblame de Mestizo y del viaje a Reino Unido...
Mestizo empezó en 2019 por iniciativa del British Council, una suerte de aproximación o de junte, no sé como llamarlo, entre músicos de la vanguardia del jazz de Londres y músicos del panorama nacional en general. La gente que curó el proyecto decidió que era oportuno, que veían valor en ese encuentro. Se suponía que íbamos a ir a presentar Mestizo en Londres en 2020, pero pues ya sabemos todo lo que pasó (la pandemia). En ese momento igual el proyecto tenía más forma de jam o de súper jam que otra cosa. En 2021 sucedió un poco esta colaboración de manera remota, ya con composiciones y tal. Y el año pasado tuvimos la oportunidad, también en el marco del BIME, de juntarnos, acoplar canciones, componer, conocernos en una estructura un poco más sólida y depurada y de grabar un disco, que fue el disco que salió hace un mes y pues el poder de esa música y de esa colaboración es innegable.
¿Y lo han presentado en público?
Ya tocamos tres veces en Colombia y estuvimos recientemente allí en Reino Unido para presentarnos y para presentar el disco. También conociendo la casa de la mitad de la agrupación que es allá y, a partir de ahí, digamos que ya en situación con el proyecto y en situación personal, pues lo que ha salido es eso, inspiraciones, lenguajes, panoramas. Una de las colaboraciones del disco que viene es con una de las cantantes de Mestizo, Shantéh, que es de allá de Londres. Ha sido una fortuna y una alegría hacer parte de algo así de grandioso, porque así lo siento, cada vez que pasan cosas con Mestizo, siento que hago parte de una cosa grande, grandiosa en muchísimos aspectos y, obviamente, eso resuena luego en mis posibilidades creativas y de visión y en mis impulsos personales.
Contáme un poco del concierto en el Pablo Tobón, de lo que vas a presentar y quiénes te van a acompañar en el escenario...
Nunca he tocado en el escenario principal del Pablo Tobón. Toqué una vez ahí en el café, con esa gira de Verdor, que fue así con aforos limitados, lugares pequeños, bioseguridad y toda esta vaina. Esta vez vengo a conocer una sala a la que le tengo resto de ganas, sé que tiene unas condiciones técnicas y de aforo una chimba y especiales para la ciudad y para el panorama nacional. He visto a mis amigos de Medellín también crecer allí escénicamente y en términos de audiencia.
¿Y el repertorio?
En cuanto al repertorio y la puesta en escena, pues voy con Mismo Perro, voy con visuales para formato teatro, haré lo posible por contar con invitados, he invitado amigos y amigas de la ciudad con los que he hecho música, las colaboraciones que se conocen. Mi relación con el público de Medellín y mis toques siempre tienden a ser especiales, y esta vez lo siento bien especial y creo que va a ser un encuentro bien bonito y bien refrescante. Estoy mentalizado en dar un concierto de puta madre.
Vas a estar compartiendo escenario con La Muchacha...
He tocado dos veces en la vida con Isabel, La Muchacha. Una en Bilbao, la primera vez que toqué en Europa. Y ahora, nuevamente. Para mí es bastante especial poderlo hacer y compartir escenario con ella.
Cómo ha sido cerrar el ciclo de Verdor ¿qué te dejó? ¿Qué significado tiene ese trabajo en tu vida?
Es un trabajo tan agradecido como trabajar la tierra y tener buena suerte e intención bonita en ello. Con Verdor no estoy más que agradecido, trabajé mucho para lograrlo, para hacer lo que quería hacer con él, con la gente que quería hacerlo y de la manera en la que lo logré, sin afán, sin presión. Y es el trabajo que puso el proyecto en esta posición en la que estoy ahora, de la cual estoy viviendo mejor y disfrutando bastante dentro y fuera de la música.