Es la hora de que Medellín sea testigo y partícipe de la gira Tinta y tiempo del cantautor uruguayo. Será este sábado 1 de octubre en el Teatro Metropolitano.
Jorge Drexler llega a Medellín hoy con su gira Tinta y Tiempo.
Para Jorge Drexler la generación de intimidad o la alegría de un concierto son independientes de variables numéricas cuantificables, por eso siempre va a preferir estar en un lugar con 50 personas por las razones adecuadas que con 5.000 por las razones equivocadas.
El cantautor uruguayo cierra hoy en Medellín esta parte de la gira Tinta y Tiempo que lo llevó a Uruguay, Brasil y Colombia. Semanas que han estado cargadas de sorpresas, como el concierto más grande de su vida, en Uruguay, o el más numeroso que ha tenido en Colombia y casi que de la gira: el de ayer en el Movistar Arena en Bogotá al que le caben 14.000 personas.
“Colombia siempre ha sido muy generosa conmigo, yo grabé un disco aquí que quiero mucho, tengo familia en Colombia, es un país por el que tengo un amor muy especial y una vinculación musical muy sólida y siempre habían sido muy generosos conmigo, pero esto está excediendo un poco todas nuestras expectativas”, dijo en conversación con EL COLOMBIANO horas antes de su concierto en Medellín.
Aquí se presentará en el Teatro Metropolitano, hoy a las 8:00 p.m. “La verdad que siempre que vamos a Medellín la pasamos increíblemente bien, es una ciudad que adoro, que es un ejemplo para todo el resto de las ciudades de América Latina”.
Para Drexler, Medellín es un modelo de reconversión social, un lugar que ha saltado por encima de sus vicisitudes y que genera esperanza de que el cambio urbano es posible. “Nos llena a todos de esperanza Medellín, siempre”.
Lo de la cantidad de público que se ha generado en esta gira implica retos para su equipo porque se prueban repertorios, hay desafíos para el equipo técnico, hay lugares que suenan diferente, que tienen otra amplitud y por eso hay que adaptarse porque para él es vital generar intimidad con el público durante sus conciertos. “Esa intimidad es independiente del tamaño: uno puede sentirse incómodo en un bar tocando para 20 personas o muy íntimamente conectado con 5.000 personas en un lugar más grande”.
Aunque prefiera ese ejercicio de conexión emocional que se genera en los teatros (más pequeños), él es consciente de que lo que está pasando hace parte del proceso gradual de su carrera, que se han ido acumulado tantas canciones y que la gente se ha integrado gota a gota, “tan de a poco que me da mucha esperanza creer que la gente que va sabe muy bien a lo que va”.
Drexler retoma las otras sorpresas que ha tenido esta gira como el tocar en su natal Uruguay tras tres años y medio sin hacerlo, un concierto con un rango de emociones que iban, para él, desde la euforia hasta los nervios muy intensos, “porque no sé si todos admitimos que tocar en tu casa, además de feliz te pone muy nervioso, porque el desafío tiene unas características únicas, estás reencontrándote con gente que te conoce muy bien”.
Contó cómo vivió su cumpleaños en Brasil —llegó a 58 años el 21 de septiembre—. La celebración empezó el 20 con una fiesta en la casa de la cantautora Marisa Monte en la que estuvo su amigo Caetano Veloso: “Soy muy afortunado, la vida y la música me han regalado cosas que espero merecer y me gustaría merecer, y que nunca había imaginado contar con la presencia y amistad de gente que además admiro y que ha sido completamente decisiva en mi carrera como la figura de Caetano o Marisa”.
Esa, detalló, fue una noche preciosa, ya el día del cumpleaños asistió a un programa de televisión con ambiente cumpleañero y el concierto fue el día después, “y también tuve cánticos medio políticos, de cumpleaños, todo mezclado”.
Precisamente en Brasil, país en el que Drexler juega de local (habla perfecto portugués gracias a la fuerte relación cultural entre Uruguay y Brasil y parte de su familia que es brasilera) tuvo la suerte de llenar varios conciertos en varias ciudades en las que la gente prefiere que cante en español, así tenga versiones de sus canciones en portugués, algo que no es usual en los cariocas que tienen un repertorio propio y artistas en su idioma muy exitosos.
El de Medellín cerrará esta parte de la gira con tantos recuerdos a empacar en la maleta de regreso a casa. Lo tiene todo para ser un concierto único e inolvidable