Esta noche, a partir de las 8, la Filarmónica de Medellín continúa con su temporada de conciertos.
En esta ocasión, bajo la dirección de Gene Moon, y con la participación de interpretes de violín y chelo, respectivamente, Jennifer Dalmas y Evgeny Raychev, el público escuchará las obras Doble concierto para violín y chelo de Brahms, y la Sinfonía fantástica de Berlioz.
EL COLOMBIANO dialogó con el director invitado, que se presenta por primera vez en Colombia.
¿De dónde surge en usted la pasión y la decisión de dedicar su vida a la música clásica?
“Mi padre me inculcó el amor por la música clásica en mi vida temprana. Hemos escuchado a la música clásica alrededor de la casa y empecé clases de música a partir de los 6 años, estudiando piano, y luego violín a los 11 años. Siempre he tenido un amor genuino y la pasión por la música clásica y supe desde la secundaria que sería mi forma de vida. La música clásica me habla como ningún otro idioma. Incluso hoy en día, encuentro nuevas y profundas ideas y pensamientos que vienen de la música clásica”.
Es su primera visita a Colombia. ¿Qué referencias tiene del desarrollo del público en el país?
“Estoy aprendiendo mucho sobre la cultura colombiana y la gente. Los colombianos aman la música y están abiertos a aprender acerca de todos los diferentes tipos de música. Sólo he estado aquí por unos pocos días y ya he experimentado momentos en que las personas que no han conocido sobre la música clásica aprenden sobre ella, mediante la Filarmónica de Medellín y varios proyectos de música de cámara en la ciudad. Me encanta la manera en que los intérpretes de música clásica en Colombia están tan dispuestos a llegar y enseñar a la gente acerca de este tipo de música y compartir su amor y pasión por ella. La gente está muy conectada y hablan entre sí mediante su música”.
Usted, dicen sus biografías, es un apasionado por la enseñanza a nuevos talentos. ¿Cómo conectar a los jóvenes con la educación musical desde temprana edad?
“Vivimos en una era de tecnología que nos vuelve rápidos e impacientes. La música es como cocinar, no puede precipitarse. Para ser un buen músico, usted debe tomar tiempo en su desarrollo. Mediante la educación musical en nuestros niños podemos inculcar el carácter de la paciencia, diligencia y dedicación. Debemos utilizar la educación musical como una herramienta que va más allá de la música misma. A través de la educación musical, enseñamos la integridad, el respeto y la humildad. Hay que dar a cada joven la oportunidad de experimentar la gran satisfacción de tocar una pieza de música que pueda llamar suya. Con estos esfuerzos podemos proporcionar algo más que música para nuestra juventud, pues se entregan los elementos básicos para que puedan encontrar el éxito en cualquier profesión de su elección, ya sea música, la medicina u otra”.
¿Qué es lo que más le atrae de la obra que dirigirá, la Sinfonía Fantástica?
“La Sinfonía Fantástica es un trabajo difícil debido a las inmensas emociones que se transmiten por el compositor en el transcurso de cinco movimientos. La música transmite el amor, la lujuria, el deseo, la danza, la angustia, el miedo, nerviosismo, alivio, alegría, suspenso y mucho más. La orquesta debe transmitir continuamente una historia en cada compás a fin de cautivar a la audiencia. Los músicos de la Filarmónica de Medellín llevan este trabajo de la narración musical muy bien. Estoy seguro que ofrecerán una excelente narrativa esta noche”.
¿Cómo se puede definir el estilo de Gene Moon?
“Esta es una pregunta interesante, porque nunca me habían pedido definirme”.
¿Y cómo la respondería?
“Mis músicos dicen que tengo energía, pasión y carisma en el podio. Siempre quiero que cada nota cuente una historia y que la historia sea tan cautivadora que el oyente esté dispuesto a escuchar más. Me gusta hacer música con mis amigos aquí en la Filarmónica de Medellín y en muchas otras orquestas. Juntos tenemos la posibilidad de crear música que teje un gran tapiz que narra historias que se contarán por muchos años.