Ambos crecieron escuchando a Darío Gómez, el Charrito Negro y Luis Alberto Posada en las ferias de los pueblos y en las emisoras, hoy no solo comparten escenarios y graban con ellos, sino que representan la evolución de la llamada música popular colombiana.
Jorge Andrés Alzate y Yeison Jiménez hacen parte de la nueva generación de este género, en el que aparecen nombres como los de Pipe Bueno, Jessi Uribe y Paola Jara, que no solo consolidaron esta música en el país (ya no es exclusiva de las cantinas, dice Alzate), sino que ya suena en el exterior y sus representantes son invitados a los premios internacionales de la música, tanto así que Yeison estuvo presente el año pasado a los Premios Juventud, en Miami.
Tras varios intentos fallidos de reunirse para grabar un tema, Alzate y Yeison lanzaron en diciembre la canción Mi Venganza (compuesta por Alzate, basada en una historia personal), que en solo un mes ya registra cifras de reproducciones similares a las que tiene una canción que lleva un año en el mercado.
Ambos músicos atribuyen el avance de la música popular a una “profesionalización” del género, con letras “más pulidas”, mejores arreglos y sonidos y una estética diferente en los videos “que nos permite llegar a los canales internacionales”, comenta Yeison Jiménez, nacido en Manzanares, Caldas.
A diferencia de los pioneros del género, estas nuevas generaciones le han apostado a las redes sociales y a llevar sus canciones a las plataformas digitales, estrategias que han sido fundamentales en esa conquista del mercado internacional.
Alzate y Yeison hablaron con EL COLOMBIANO, no solo de la experiencia con Mi Venganza, sino que revelaron sus planes para este año 2021.
¿Cómo surge esta canción, que lleva un título tan fuerte y sonoro?
“Mi Venganza está basada en una historia real que me ocurrió, se la presenté a Yeison y coincidimos que ese era el tema que veníamos buscando desde hace rato para un dúo, después de compartir tantos escenarios y momentos en nuestras carreras y no se había dado la oportunidad de juntarnos, ahora la sacamos del estadio gracias a todos los alzatistas y jimenistas.
La canción ya es un éxito, en los conteos ya registra las cifras que un tema habitualmente logra en un año, y nosotros lo logramos en un mes, apenas ahora le estamos haciendo promoción, la lanzamos en una de las épocas más difíciles para la música popular, porque en diciembre la gente está conectada con otros géneros y las emisoras programan otro tipo de canciones y aún así logramos ser un éxito”.
¿Cómo avanza ese proceso de internacionalizar la música popular colombiana?
“El género ha tenido sus ciclos, tiene a sus padres vigentes que lo volvieron nacional y ahora viene una camada de cantantes que la están volviendo internacional.
Mi música hace unos cuatro años cruzó fronteras a Ecuador de una manera increíble, en ese momento comprendí que podíamos llenar cualquier estadio, no solo de colombianos, sino de seguidores de otros países.
Ver a Yeison en los Premios Juventud, firmando con disqueras internacionales, habla de esos alcances, así que el próximo paso es consolidar en el exterior este género que tanto amamos. Mi Venganza tiene ese toque que exige el público y los medios internacionales, le estamos subiendo el nivel al general”.
¿Las nuevas generaciones conservan la esencia del género?
“Todos tenemos una identidad musical y cada uno ha forjado su carrera, pero sin perder esa esencia, respetando las raíces, somos de los pocos que alternamos con los pilares del género, por ejemplo con Darío Gómez, y es ahí cuando vemos que no hemos perdido el rumbo, que es algo que no podemos perder”.
¿Qué tan complejo fue abrirse camino?
“Tuve momentos muy difíciles antes de todo esto, viví un proceso de inmigrante financiando mi carrera, tratando de sobrevivir en medio de este sueño, pasé muchos años sin vender un solo show, sin recoger nada, hasta que todo se me vino junto, me estalló en la cara, fue una locura, se pegaron tantas canciones al mismo tiempo, que me hubiera gustado que se hubieran dispersado a lo largo de mi carrera.
A nadie lo preparan para ese tipo de éxito, para el exceso de trabajo, pero doy gracias por todo esto que sucedió. Nunca me imaginé que iba a ser así”