Argentina vive momentos de confrontación. Eso quedó claro con la forma en que fue recibida la noticia de la nominación del libro No es un río –Not a river–, de la escritora Selva Almada, al premio International Booker Prize 2024.
Este premio es uno de los más importantes de la lengua inglesa y se le concede a las mejores traducciones literarias hechas cada año por distintas editoriales.
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El hecho, que normalmente habría sido recibido por el público con palmas, fue motivo de debate en la prensa argentina. Y fue así porque el Programa Sur, que permitió la traducción de la obra, fue recortado por el presidente Javier Milei en medio de su lucha contra la inflación y el gasto público.
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“Esta nominación que tal vez en un contexto diferente sólo habría sido un motivo de alegría personal, compartida con mis editoras, mi agente, las personas cercanas al libro, ahora se vuelve más importante como parte de una comunidad, como parte de la literatura argentina que así como el resto de las ramas del arte, de la vida artística y el futuro de este país está constantemente amenazada por el propio Estado que supo estimularla y protegerla durante décadas”, le dijo Almada al diario Página 12.
En este sentido, no sobra recordar que el sector cultura de la Argentina ha sido uno de los más críticos de las reformas propuestas por Milei y del famoso decreto Omnibus.
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