El caso de Zeus es aterrador. Su muerte fue tan violenta que algunos de los machetazos que le propinaron le quedaron marcados en el cráneo. Como si la muerte no fuera suficiente, su agresor se excedió en la crueldad para causar el máximo sufrimiento.
“Llegó a la vivienda y eso parecía Martes 13 (película de terror), había sangre por todos lados aunque ya estaban lavando la parte de afuera. Ingreso con la autorización de los moradores y veo que hay sangre y más sangre, pero no encuentro al canino”, dice el Intendente Jefe Diego Marin, del grupo de protección ambiental y ecológica de la Policía, que atendió el caso.
Cuando la central le informó por radio que un perro de raza pitbull había agredido a alguien en el barrio Las Margaritas, en Robledo, el intendente Marín estaba en Belén atendiendo otro caso ambiental. Salió de inmediato, intentando llegar lo más rápido que podía, pero ya era demasiado tarde.
“Empiezo a indagar por el canino y alguien me dice que le habían causado la muerte y lo habían ido a enterrar. Nos dan la descripción de la persona que lo hizo, que era de esa misma vivienda, y cuando ya me iba a retirar del lugar de los hechos, aparece esta persona en una motocicleta, yo lo abordo, le pregunto que había hecho con el cuerpo y me dice que lo habían arrojado a una fuente hídrica, a una quebrada acerca”, recuerda el intendente.
El hombre llevó a la policía a la quebrada donde había dejado el cuerpo. Después de buscar un rato lo encontraron, lo sacaron del agua y lo metieron a un guacal para trasladarlo a la Unidad Forense de Uniremington. “Era una escena muy triste, muy macabra por decirlo así, de ver cómo le habían causado la muerte al animal”, dice el intendente. No pasó mucho tiempo para que en redes sociales se viralizara el vídeo del ataque a Zeus. Ahí se pudo ver que el hombre que llevó al intendente Marín a buscar el cuerpo del perro era el mismo que lo había matado y como lo había hecho —amarrándolo del cuello a una reja y dándole golpes con un machete como intentando decapitarlo—.
“Yo vi el video una vez y no fui capaz de verlo más. Es aterrador”, dice Julio César Aguirre, veterinario forense y decano de la facultad de medicina veterinaria de la Corporación Universitaria Remington.
Julio, además, dirige la Unidad Forense anexa a la Facultad de Medicina Veterinaria, su trabajo, que es único en el país, sirve de apoyo a la Fiscalía y la Policía, en los casos de maltrato, por eso le llevaron el cuerpo de Zeus. El y su equipo, hicieron la valoración forense para demostrar en el cuerpo del perro, todo lo que se veía en el vídeo.
—Hicimos la recreación del patrón de lesión y le dimos la información a la policía. Era un patrón cortocontundente, secuencial, no accidental. Las lesiones más graves fueron en tal parte del cuello.
—¿Le querían arrancar la cabeza?
—Exacto. Cuando describimos eso, nos llega el vídeo al día siguiente. Ahí se ve exactamente la secuencia de lesiones. La primera, la segunda, la tercera, todas. Y donde se ensañan, que se llama patrón overkill. En criminología eso habla mucho del deseo de hacer daño, no de defensa. A Zeus le contamos un poco más de 20 machetazos, dice Julio.
Con el informe forense de Julio y la información recopilada por el intendente Marín, funcionarios del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (GELMA), de la Fiscalía General de la Nación, dieron inicio a la investigación del caso ocurrido en septiembre de 2019. Cuatro años después se pudo materializar la captura del responsable, Gilberto Londoño Arango, por el delito de maltrato animal agravado.
La Juez 37 Penal Municipal con Función de Conocimiento de Medellín lo condenó a 51 meses y 22 días en prisión domiciliaria y deberá pagar una multa de unos 81 salarios mínimos mensuales legales vigentes, unos 97 millones de pesos y no podrá acercarse a un animal por tres años.
Según un comunicado de la Alcaldía de Medellín, en los primeros seis meses de este año se rescataron en la ciudad 1.337 animales de compañía en casos reportados por maltrato o abandono. Solo en el 10 % de esos casos, los animales retornaron a sus cuidadores.
Por su parte, el intendente Marín calcula que su unidad recibe entre 40 y 50 llamadas diarias con algún tipo de denuncia de maltrato, aunque no todas tan graves como la de Zeus.
El maltrato animal es una violencia cotidiana y un problema que necesita soluciones urgentes que vayan más allá del castigo, y se concentren en la prevención.
“La protección de los animales no encuentra solución en acciones dirigidas a los animales. Eso es de ahí, porque la violencia no se trata atacando la consecuencia. La violencia contra los animales tiene que ver más con las frustraciones sociales. El maltrato animal es importante no solo por el animal, sino por la sociedad”, dice Julio.
El maltrato a los animales, según Julio, es una forma de violencia específica también llamada forma expresiva de violencia, en el artículo Aproximación teórica para entender la violencia desde un enfoque crítico de Martha Elisa Nateras González, se define así: “Es el tipo de conducta agresiva expresada a través de la ira, dirigida a una víctima conocida y que denota ciertos problemas en el control o expresión de las emociones (celos, envidia, odio, etc.); por tanto, después de ese acto se presenta alguna forma de arrepentimiento”.
Así, el maltrato animal debe tratarse atendiendo a las personas, mejorando su calidad de vida. Esa es la apuesta de Julio. “Eso es lo básico. La protección de los animales debe partir de la protección a la comunidad, a la gente. Si la gente está bien, los animales van a estar muy bien. Zeus nos enseñó eso. Y nos enseñó que, evidentemente, la maldad humana es muy grande. Que puede llegar a ser irreconocible en muchas situaciones y que, frente a esa maldad, cada uno debe tomar conciencia de su rol para que la violencia no se perpetúe”, dice Julio.
Maltrato animal en Colombia
El panorama de maltrato y abandono a los animales en Colombia es desolador. Según datos presentados por la senadora Andrea Padilla en enero de este año, más de 3 millones de gatos y perros viven en las calles, tan solo 5 departamentos cuentan con algún programa de esterilización, apenas 12 municipios (98,9%) tienen un centro de bienestar animal, más de 94 municipios de 21 departamentos aún tienen vehículos de tracción animal y de más de mil municipios que hay en el país solo 25, concentrados en 5 departamentos, tienen un programa de esterilización. A esto se suma que entre 2021 y 2022, 39.117 animales silvestres fueron incautados por tráfico ilegal. En ese mismo período de tiempo la Fiscalía recibió 1.777 denuncias por delitos contra animales.