Desde hace varios años, Lina Botero, junto a sus hermanos Fernando y Juan Carlos, trabajan en la protección y difusión de la obra y el legado de su padre, el maestro Fernando Botero, pero desde su partida, hace un año, dicha labor se ha intensificado.
El 15 de septiembre de 2023 en el principado de Mónaco (Europa), falleció su padre y el mundo lloró la partida de uno de los artistas de la pintura y escultura más importante de las últimas décadas, por lo que fue trasladado a Bogotá y su natal Medellín, para rendirle un merecido tributo, pero en especial, darle las gracias por la generosidad que siempre tuvo con Colombia.
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Estar trabajando en pro de la obra de su padre no ha sido fácil para Lina. Es una forma diferente de asumir el duelo. Por un lado, la alegría de estar haciendo cumplir una de las voluntades de su padre, de lograr que la gente siga en contacto con su obra, e incluso, conozcan algunas producciones inéditas o que pocas veces han sido expuestas al público.
Pero por otro lado, está el asumir que Fernando Botero ya no está. Muchas veces entro a su taller de trabajo de creación de dibujos o pinturas, con el sentir que lo encontrará nuevamente creando, pintando, corrigiendo y empezando una vez más una obra. Pero al abrir la puerta sólo se encuentra con un vacío, y aun la familia no ha sido capaz de mover las cosas de dicho taller, está tal cual le gustaba a Fernando Botero tenerlo.
Cada hijo tiene una misión encomendada en torno a la obra de Fernando Botero, y en el caso de Lina, se encuentra trabajando en las exposiciones que se vienen desarrollando en distintas partes del mundo, especialmente en Italia, donde ya se exhiben una selección de sus más importantes esculturas, y este 17 de septiembre se abrirá La Grande Mostra (La Gran Exposición) que estará abierta hasta el 19 de enero de 2025 en el Palacio Bonaparte de Roma.
Se trata de 120 obras, dibujos entre óleos, acuarelas, sanguinas, carboncillos, dibujo a lápiz, tinta china, pastel, esculturas en bronce y mármol. Es una exposición que cuenta con obras realizadas desde los años cincuenta, hasta algunas meses antes de su fallecimiento y otra obra que tuvo en su hogar mas nunca la expuso.
Desde Italia, Lina Botero, habló de lo que ha sido este primer año sin su padre y de la labor que han emprendido junto a su familia para proteger y promover la obra de Fernando Botero.
¿Cómo ha sido la realización de exposiciones como ‘La Grande Mostra’?
“Esta exposición narra de manera excepcional el gran dominio de Botero en las diversas técnicas artísticas, desde la pintura hasta la escultura, al mismo tiempo que recorre toda su vida artística. Es una oportunidad extraordinaria para conmemorar el primer aniversario de la muerte de mi padre en Italia, un país que significó mucho para él y su trabajo.
Se tendrá en un lugar bellísimo, el Palacio Bonaparte donde vivió la madre de Napoleón, y se une a la exposición de esculturas monumentales que se encuentran ubicadas en algunas de las plazas icónicas de Roma, constituyen un gran evento de Botero en Roma”.
¿Cómo fue la selección de obras que hacen parte de esta exposición?
“La idea de esta exposición era presentar la diversidad de técnicas en las que creó mi padre. Fue uno de los pocos artistas contemporáneos que tenía tanta maestría en una cantidad tan grande de técnicas, en especial en lo que él llamaba las técnicas nobles, que son el pastel, el carboncillo, el dibujo a lápiz, la tinta china, además de la escultura en bronce, en mármol y el óleo, por lo que hay salas enteras en la exposición dedicadas a casa especialidad”.
Varias de estas obras nunca han hecho parte de una exhibición...
“Son una parte importantes, entre ellas, la que abre la exposición, ‘Homenaje a Mantegna’ (1958), que después de décadas fue descubierta recientemente por Lina Botero a través de Christie’s, que la encontró haciendo parte de una colección norteamericana, que mi padre realizó en los años cincuenta y con él ganó el Salón Nacional de Artistas, lo cual llegó a ser controversial para su época.
Otras obras como un cuadro de mi hermano fallecido, ‘Pedrito’, que hacen parte de esas obras que alguna vez mi padre realizó y simplemente metió en un depósito en Nueva York y se olvidó de ellas por más de 40 años.
Además, se creó una sala de experiencia inmersiva que será muy interesante para el público y el encuentro de Botero con las nuevas generaciones”.
¿Por qué Italia es tan importante para Fernando Botero?
“En Italia, a la edad de 20 años, se encontró con las obras maestras del Renacimiento italiano, en particular Piero de la Francesca, Paolo Ucello y Massacio, con formas masivas y colores extraordinarios, su ‘metamorfosis’ ocurrió. Botero siempre se interesó por el volumen, desde sus inicios, de manera inconsciente, pero comprendió su trascendencia en el arte al estudiar a los maestros del Quattrocento italiano.
-Ahora custodiando la obra de su padre, ¿Qué le ha sorprendido?
Entrando al estudio de mi padre, que era su lugar sagrado, me he encontrado con verdaderas joyas porque mi padre tenía un sistema de trabajo bien particular, muy propio, realizando una primera mancha de color, que es la forma más importante de la obra, para guardarla y meses más tarde volver a ella.
En todo ese proceso, lleva mucho tiempo porque cada paso quería verlo con ojos frescos. Nos estamos encargando de todo ese archivo para poder sacarlo a la luz en próximas exposiciones”.
¿Cómo son las obras que su padre realizaba en sus últimos meses?
“Eran acuarelas muy bellas. Al final le costaba pintar de pie, pero le encantaba pintar, así que lo seguía haciendo sentado con acuarelas de pequeño formato y con una gran diversidad de temas, con mucha frescura y poesía”.
¿Cómo ha sido para Lina este año sin su padre y trabajando todo el tiempo en la obra de él?
“Ha sido difícil, a veces emocionante, emotivo, muchas veces triste, porque entro a su estudio y lo veo ahí, como si siguiera pintando, no hemos movido su mesa de trabajo en lo más mínimo. Todo está exactamente cómo lo dejó. Pero al final es la alegría de hacer exactamente lo que él quisiera que hiciéramos con su obra”.
¿Cuántas esculturas y pinturas componen esta exposición?
“Son 69 óleos, 25 dibujos, ocho acuarelas de gran formato, ocho pasteles, 12 esculturas (124 obras en total). Adicionalmente tendremos un video de 10 minutos editado especialmente para esta exposición y una sala de experiencia inmersiva”.
¿Tienen programado organizar alguna exposición en Colombia?
“Infortunadamente por ahora no. Hay muchísimas obras de Botero en Colombia y quienes quieran verla podrán ir al Museo Botero de Bogotá, al Museo Nacional y al Museo de Antioquia”.
