¡Tremenda anécdota! Los caminos de la vida, el gran éxito de Omar Geles que nació de una historia real
Tras la muerte de su compositor Omar Geles esta canción suena a todo volumen en las afueras de la clínica Erasmo, de Valledupar. Fue la canción más exitosa de su repertorio. Grabada en 1993 cuenta con más de 30 versiones.
Omar Geles fue el compositor de Los caminos de la vida, su mayor éxito. FOTO Colprensa
Piense en estos versos, seguro los ha cantado en su casa, los ha escuchado en una fiesta, los ha bailado. Ha llorado con ellos o se ha tomado un trago. Es una de las letras del vallenato colombiano mas famosas en el mundo, la de Los caminos de la vida.
Los caminos de la vida No son como yo pensaba Como los imaginaba No son como yo creía Los caminos de la vida Son muy difícil de andarlos Difícil de caminarlos Y no encuentro la salida
Por que mi viejita ya está cansada De trabajar pa’ mi hermano y pa’ mí Y ahora con gusto me toca ayudarla Y por mi vieja lucharé hasta el fin Por ella lucharé hasta que me muera Y por ella no me quiero morir Tampoco que se me muera mi vieja ¡Pero que va! si el destino es así
Es la composición más relevante de Omar Geles, el artista vallenato que falleció este martes 21 de mayo en Valledupar y que hoy todos recuerdan y cantan con tristeza.
Como escribió hace varios años Diego Londoño, el crítico de música de EL COLOMBIANO, esta canción hace parte del ADN de los colombianos, “mueven tan fuerte las fibras en el corazón que se vuelven propias, se sienten en la piel y se quedan por siempre con nosotros. Eso pasa con Los caminos de la vida, una canción tan colombiana como el arroz con coco y las montañas de verdes de todas las tonalidades, una canción tan colombiana como el mismo vallenato”.
Omar Geles, cuenta Londoño, compuso esta canción al recordar las dificultades de su niñez, la escasez y la falta de un padre que partió sin regresar. “Pero sobre todas las cosas, está dedicada a su madre, la mujer valiente, trabajadora y capaz que luchó por sacar una familia, con la fuerza de su corazón cansado. Omar Geles escribió esta letra en un cuaderno de hojas amarillas en 1992, sin saber que se convertiría en una de las dos canciones del vallenato colombiano más escuchadas y tarareadas en todo el mundo, al lado de La gota Fría”.
María Consuelo Araujo Castro, exministra de cultura, reitera que para Omar Geles su madre era muy importante, su motor de vida, “resulta que su padre los abandonó y ellos quedaron muy chiquitos y ella era una mujer muy pobre y él cuenta que la historia que cuentan Los caminos de la vida es porque su mamá era lavandera, lavaba ropa ajena, se iba al río a lavar ropa, pero además tenía que hacer unos pastelitos (empanadas) y Omar y su hermanito los vendían. El los ponían en una batea y les tocaba salir a venderlos en la calle para que se ayudaran también con el sustento en la casa”.
Recuerda María Consuelo las tertulias que tuvo con Omar Geles y cómo, específicamente hablaba de esta canción: “Él decía que no solamente uno escoge los caminos más largos, sino que no sabe uno por dónde es que va a llegar al éxito. En su caso por cantarle a la pobreza, por ejemplo, porque él hacía de su historia de vida –que fue una historia de ascenso social basado en su propio talento– una historia de ascenso económico y de movilidad social exitosa y no se fue por el camino corto, sino por el del esfuerzo y eso era algo que lo llenaba de orgullo y él esta historia la contaba en una parranda en un nivel de intimidad relativamente cercano, pero no tenía problema en contarlo en un programa de televisión o una entrevista”.
Geles no tenía problema en recordar que su mamá había hecho un esfuerzo muy grande por salir adelante, que era lavandera y quizá por eso, muchas de las letras de sus canciones se refieren a su mamá, “y además cuentan de una manera muy taxativa las dificultades que ellos pasaron, una pobreza que en su caso no era vergonzante”
La historia continúa cuando luego de componer la canción y presentársela a su compadre Lucho Romero, Omar generosamente quiso ceder su composición a El Binomio de Oro para que la grabaran, “pero no sucedió así, el destino dictaba que debía ser eternizada por él mismo y su compañero de canciones Miguel Morales con Los Diablitos Vallenatos”, cuenta Londoño.
Esta canción trascendió fronteras y, a la fecha, cuenta con más de 30 versiones cantadas por artistas en todo el mundo, desde Vicentico, Los Ángeles Azules, Paula Arenas, Lila Downs, Celso Piña, Los Dinos, Camboy Estevez, entre muchísimos otros, incluso por fenómenos mainstream y pop como Alexander Acha y Dulce María.
“Los caminos de la vida, una canción genuina, visceral, escrita gracias a una verdad que se hizo banda sonora de los caminos recorridos y de los que aún faltan por recorrer”, concluyó Londoño.
