Fue con el grupo La Fanfarria de 1986 cuando el dramaturgo antioqueño José Manuel Freidel (1951-1990) montó Las burguesas de la calle menor, la historia de las hermanas Uribe, dos mujeres que pierden su fortuna y no se atreven a aceptar su ruina económica. Tienen una criada, Bernardina, un personaje que acentúa el ascenso y decadencia de la familia, que retrata el poder de los mayores, habla de las apariencias, los convencionalismos, la culpa y la perdida de la vida privada.
Todo eso pasaba por la mente del dramaturgo de Santa Bárbara, Antioquia, asesinado un 28 de septiembre de 1990 en Medellín. Con motivo de los 30 años de su muerte, un grupo de artistas y actores decidieron organizar algunas actividades conmemorativas para recordar su legado.
Los eventos comienzan esta semana (ver recuadro) y se extenderán durante septiembre y octubre, por ahora.
La pasión por las tablas
Como muchos otros creadores del momento comenzó haciendo teatro con dos grupos experimentales en la Universidad de Medellín, El Grupo y a.e.i.o.u . ( 1.971-1975). Allí cursaba Derecho, que abandonó al tercer año para dedicarse de lleno a las artes escénicas, señala el texto biográfico compartido por el Comité Año Freidel.
Más de 40 obras figuran entre su repertorio dramatúrgico que montó con compañías universitarias y el grupo La Fanfarria, que fundó en 1976 con la actriz Nora Quintero, luego constituido como Exfanfarria (1988) –este colectivo perduró hasta 2016–. Trabajó paralelamente desde 1983 como director de los grupos de proyección de la Escuela Popular de Artes de Medellín y de la Universidad Nacional.
Entre sus obras se incluye una adaptación de En la diestra de Dios Padre, la novela clásica de Tomás Carrasquilla, que hizo cuando tenía 10 años (1961). Su producción teatral adulta comienza a los 20: Las medallas del general (1971), Desenredando (1973) a.e.i.o.u. (1975), Amantina o la historia de un desamor (1975), Las arpías. Homenaje a Jean Genet (1981), Los infortunios de la Bella Otero y otras desdichas (1983), Las burguesas de la calle menor ( 1986), son algunas.
Además de su prolífica producción durante su periodo creativo (1970-1990), hizo constantes transformaciones estéticas.
Es el caso de Las tardes de Manuela, una historia sobre los últimos años de vida de la revolucionaria ecuatoriana Manuela Sáenz, reconocida como heroína de la independencia de América del Sur: “Plantea a tres Manuelas: la amante, la guerrera y la vieja, lo que constituyó en una ruptura en la manera de escribir teatro en su momento”, comenta Adela Donadío, gestora cultural, directora y docente.
En su dramaturgia existen romances, monólogos, obras dramáticas históricas, versiones libres, adaptaciones infantiles, experimentales y de lenguajes no verbales.
Donadío cuenta que Freidel acostumbraba hacer sus montajes como un “laboratorio de creación”, era común elaborar el texto y la puesta en escena sobre la marcha de la mano de intérpretes y otros artistas. “Confiaba en sus actores, lo que salía de las improvisaciones”, recuerda Adela.
“Me llamaba a las 7:00 de la mañana a decir: ‘Mirá el monólogo que escribí para tu personaje’”, señala la actriz de la primera Fanfarria y del grupo escénico de la Universidad de Medellín, intérprete principal de Los infortunios de la Bella Otero y otras desdichas.
Por ello, el antropólogo, critico de teatro y docente de Arte Dramático Gilberto Gallo afirma que la estética de José Manuel Freidel sea difícil de definir: “Es episódico, tiene combinaciones que él hacía en su mente lúcida, historias personales y de la región”. Añade que todo eso lo hacía con un lenguaje barroco, con palabras que para el espectador “eran absolutamente poéticas. No parece haber ningún dramaturgo con esas características, era rebelde en la construcción del lenguaje y los montajes, lo que mostraba su compromiso con la creación, su perfeccionismo y exigencia propia y hacia los demás”.
La gestora cultural Marta Elena Bravo, quien le apoyó en algunas producciones, recuerda que su muerte se sintió mucho en el sector porque “era un tipo muy talentoso y creativo” e invita a que se divulgue y estudie su obra. Rememora cuando asistió al montaje de Las arpías, adaptación de Jean Genet, en la llevó a su “máxima expresión” la violencia, el terror y la insania. “Freidel tenía una tendencia especial por la locura para desbordar la conciencia del espectador a partir de las representaciones del escenario”.
Como un NN
José Manuel Freidel no llegó el sábado 29 de septiembre a un ensayo de El padre Casafús, que iba a estrenar la siguiente semana con su grupo Exfanfarria Teatro, en Medellín. El cuerpo del director fue encontrado al amanecer del domingo en la carrera 36 con calle 50 (barrio Caicedo), pocas cuadras arriba de la sede del colectivo. “Murió como uno de los personajes de su obra Avatares’, Efraín, el policía, asesinado por un sicario y hallado también como NN”’, señala el texto conmemorativo del Año Freidel.
Casi como una epifanía, el dramaturgo llevaba el manuscrito de este texto en su mochila, en la noche de su muerte. Cuatro días antes José Manuel había cumplido 39 años.
40
textos teatrales, por lo menos, fueron escritos por José Manuel: Comité Año Freidel