Más de 10.000 personas entonaron las mismas letras, al mismo tiempo y en el mismo lugar. Miles de voces, cargadas con dolor y gratitud, repitieron las que alguna vez, no hace mucho, cantó el mismo Vicente Fernández.
Hoy no está. Falleció este domingo, 12 de diciembre, en horas de la mañana. Pero se mantiene presente no solo en su música, inmortalizada ya, sino en los corazones de un pueblo que no tiene fronteras.
Porque más que mexicanos, colombianos o latinoamericanos, las dolorosas rimas del rey de las rancheras y de la música de despecho han llegado a rincones insospechados del mundo; sus homenajes y despedidas así lo demuestran.
Primero su familia
En su Rancho Los Tres Portillos fue el último adiós. Allí se reunieron familiares, amigos y seguidores del artista, que tiene más de 57 años de carrera musical, para cantar y recordar su exitosa trayectoria.
En la Arena VMG, ubicada a unos pasos del Rancho, hogar de la familia Fernández en Guadalajara, y rodeado de flores, velas y palabras de amor y respeto, el cuerpo del rey del despecho permaneció en el centro, mientras sus allegados y fanáticos cantaron y lo recordaron.
El momento más emotivo fue cuando su hijo, Alejandro Fernández, interpretó, abrazado de su madre Cuquita, viuda del artista y madre de los tres hijos, la canción Amor de los dos.