En el proceso de investigación para Me salgo de la piel —el más reciente montaje del colectivo Danza Concierto— el director y coreógrafo Peter Palacio descubrió que los delitos contra la diversidad sexual —esa variante de los delitos de odio— son más numerosos en Colombia que los secuestros o las extorsiones. Para darle una cifra a la barbarie basta mencionar que en 2022 se reportaron cerca de 20 mil casos de violencia sexual, la mayoría contra menores de edad. Y solo en la mitad de este año ya se habían contabilizado poco más de once mil. Esto fue un shock para el artista.
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Esa revelación consolidó la idea de hacer una obra de danza que incluyera en la discusión social el tema de los derechos humanos relacionados con la diversidad sexual. ¿Cómo hacerlo? Simple —o no—: demostrando en el escenario que el deseo es el hilo que une a todos los cuerpos, sin distinción de edad, religión, sexo o estrato social.
Los espectadores que asistan este miércoles a las ocho de la noche a la función de estreno en la ciudad de Me salgo de la piel verán en el escenario a tres cuerpos que se abrazan y se rechazan, que se montan unos encima de los otros, que marcan con las piernas y los brazos el viejo y siempre nuevo ritmo de la seducción. Allí, dos hombres y una mujer se mueven al compás de la música para piano que compuso Andrés Posada, inspirado en los boleros Sabor a mí y Amor salvaje, y que interpreta en vivo Laura Espinal.
Preparada hasta el detalle durante seis meses, la obra responde el objetivo del grupo de incluir en la creación artística elementos de los tiempos actuales. “El artista tiene que ser consecuente con su espacio y con su tiempo”, dice Palacio en la sala de ensayos.