La Suprema: la película de ficción de un pueblo real y resiliente
El jueves 2 de mayo llegó a salas de cine de todo el país este filme local. EL COLOMBIANO habló con su director, Felipe Holguín.
La historia de La Suprema, un pueblo real en el norte de Bolívar, guarda parecido con el pueblo natal de Kid Pambelé, San Basilio de Palenque. FOTO: Cortesía Cumbia Films y Kike Bossa.
La Suprema se estrenó en salas de cine de todo el país este 2 de mayo. FOTO Cortesía Cumbia Films y Kike Bossa.
El director, Felipe Holguín, trabajó en el guion de esta película durante 13 años. FOTO Cortesía Cumbia Films y Kike Bossa.
“Cuando tiro puños, me siento con fuerza. Siento que soy capaz de lograr cualquier cosa”, responde Laureana a la pregunta que le hace Efraín sobre su deseo de aprender a boxear, igual que su tío. En ese momento, a kilómetros de distancia, todos sus vecinos y amigos esperan que ambos regresen a su pueblo, La Suprema.
En esa pequeña vereda del municipio de María La Baja, norte de Bolívar, todos los habitantes aguardan expectantes el inicio de la pelea de uno de sus paisanos por el título mundial de boxeo, un hombre que, como ellos, vivía en medio de la precariedad, pero “siempre asumiendo su realidad desde la esperanza y la resiliencia”, cuenta Felipe Holguín, director de la película homónima, La Suprema, quien en entrevista con EL COLOMBIANO reveló detalles íntimos sobre la producción y las aspiraciones que tiene con su ópera prima, una obra cinematográfica que ha conmovido a audiencias internacionales y que desde esta semana llega a salas de cine de todo el país.
La historia de este pueblo, La Suprema, y las dificultades que atraviesan sus pobladores, son un retrato de lo que vive mucha gente a diario en el país, pero además esta cinta recuerda la historia de Kid Pambelé. ¿cómo concibió la idea de la película?
“Esta historia llegó a mis manos en el 2010. Era una historia escrita por un cartagenero que se llama Manuel Jaime Estribiño, que se inspira justamente en lo que sucedió en San Basilio de Palenque, cuando Pambelé quedó campeón del mundo. En ese momento, muy poca gente en Colombia sabía de la existencia de un pueblo en San Basilio y además era un pueblo que no tenía en ese momento electricidad y muchas necesidades.
A raíz del campeonato mundial de Pambelé, cuenta la anécdota que un político, un representante del gobierno, fue a San Basilio con un regalo para la familia del campeón y para la comunidad, que era un televisor. La comunidad en ese momento se reveló y dijeron ¿de qué nos sirve un televisor si no tenemos luz? Necesitamos luz, necesitamos agua, necesitamos servicios básicos.
A partir de ahí, cuentan que San Basilio, aparte de que les conectaron la luz y los servicios, empezó a aparecer en el radar de todo el país. Con esa historia nosotros nos enganchamos y a partir de ahí es el punto de partida de lo que va a ser después La Suprema.
La Suprema se estrenó en salas de cine de todo el país este 2 de mayo. FOTO Cortesía Cumbia Films y Kike Bossa.
Buscando lo que había debajo esta anécdota del televisor, encontramos la lucha de esta comunidad por existir y por decir aquí estamos y que los escuchen. Es una lucha por aparecer en el mapa, literalmente”.
Es el origen del guion...
“Fue un trabajo de escritura de muchos años, de mucho tiempo, hasta que fuimos encontrando a los personajes, aterrizamos en Laureana, esta joven que quiere boxear, y luego se cierra el círculo al encontrar a la vereda misma que existe, que se llama así, La Suprema. Ahí es cuando aterriza esta historia de ficción en la realidad, y en esa búsqueda nosotros también de separarnos de San Basilio, porque estaba inspirada en San Basilio, pero no queríamos hablar de esa comunidad puntualmente, queríamos hacer una radiografía más amplia de los pueblos en general en Colombia, de los otros palenques, porque así hay muchos en Colombia y en Latinoamérica”.
¿Qué tipo de actores buscaron para esta película?
“Los proyectos anteriores que he tenido la oportunidad de hacer fueron cortometrajes de ficción, cortometrajes documentales y también largometrajes documentales, pero este es mi primer largo de ficción y, como sabía que me estaba enfrentando a un monstruo distinto, el casting era una de las piezas más importantes y en lo que no podía equivocarme. Entonces quise tener todas las puertas abiertas, yo ya he trabajado antes con actores no profesionales, he trabajado con actores profesionales también, y tenía ya mi propia conclusión de qué es bueno y qué es malo de cada uno de esos mundos.
Aquí decidí no cerrarme a ninguna posibilidad, sino encontrar al personaje en la persona, bien sea un actor o una persona que encontrara, y así fue. Hubo alguien que vino, vio el llamado y que ese día se apareció, tenía el talento y era el personaje”.
¿Cuánto duró?
“Fue un proceso largo, de un año y medio aproximadamente, en el cual fui encontrando los personajes poco a poco, hicimos una convocatoria abierta en Cartagena, pero también buscábamos a nivel nacional, virtualmente.
Cuando ya habíamos encontrado a La Suprema, en la zona también empezamos a hacer audiciones, en María La Baja y en los pueblos aledaños, y en La Suprema misma, cuando ya supimos que íbamos a grabar allí.
Así fue que empecé a encontrar las fichas de cada personaje, de los principales. Los fui encontrando poco a poco. Creo que primero aparecieron los pelados Ramón y Carmelo, Juan José y Moisés, ellos aparecieron como a mitad de camino, como a los seis meses, los dos pelados que yo cuando entraron y cuando estábamos haciendo la audición, de una vez dije, ellos son, este es Carmelo y este otro es Moisés, tienen la misma personalidad, entonces ahí los tuve, los mantuve ahí hasta que al final ya cuando tenía todos, obviamente hicimos unos callbacks para unirlos y empezar a hacer más pruebas”.
El director, Felipe Holguín, trabajó en el guion de esta película durante 13 años. FOTO Cortesía Cumbia Films y Kike Bossa.
¿Cuál fue la participación y colaboración de la comunidad de La Suprema durante la producción?
“La película no habría sido posible sin la participación de la comunidad. Desde sus inicios, Cumbia Films se ha enfocado en contar historias con un enfoque positivo o esperanzador del país. El proceso de hacer cine es tan importante como el resultado final para el equipo. La elección de La Suprema como locación principal fue crucial, ya que la comunidad se involucró de manera activa en el proyecto, sintiéndose partícipes y apropiándose del mismo.
La comunidad se involucró en diversos aspectos de la producción, desde actuar hasta trabajar detrás de cámara. Se establecieron acuerdos para asegurar que sus necesidades fueran atendidas durante y después del rodaje.
¿Qué impacto tuvo todo esto en el resultado final?
“Este enfoque no solo benefició a la película, sino que también generó empleo directo o indirecto para casi 200 personas, demostrando el impacto positivo de la colaboración comunitaria en la industria cinematográfica.
Además, La colaboración de la comunidad no solo enriqueció la película, sino que también generó un impacto significativo en la vida de los habitantes de La Suprema. Más de 200 personas se involucraron en la producción, lo que no solo les brindó empleo, sino también un sentido de participación y pertenencia al proyecto. Y también se establecieron acuerdos para garantizar el apoyo continuo a la comunidad, evidenciando un compromiso a largo plazo por parte del equipo de producción. Esta colaboración demostró que la industria cinematográfica puede tener un impacto positivo en las comunidades locales cuando se establecen relaciones de colaboración y respeto mutuo”.
¿Qué iniciativas adicionales se están considerando para continuar apoyando a La Suprema y sus habitantes después del lanzamiento en salas comerciales de la película?
“El equipo de producción está comprometido a trabajar junto con la comunidad en diversas iniciativas. Se han realizado acciones concretas como la creación de una biblioteca y la renovación de un parque para niños. Además, se están planificando proyectos como un cine club y la mejora de infraestructuras como un puente y una escuela. La película no solo busca visibilizar las necesidades de La Suprema, sino también generar un impacto positivo en la comunidad, tanto a nivel local como nacional, con la esperanza de continuar apoyando y contribuyendo al desarrollo de la región”.