Duna es una saga literaria. Eso es lo primero que debe saber al entrar a este universo ficticio lleno de aridez, calor, paisajes desérticos, fundamentalismo, magia, visiones oníricas y ciencia ficción creado por el escritor estadounidense Frank Herbert en 1965. Ese año se publicó el primero de seis libros que hizo este autor hasta 1985.
Las novelas fueron tan exitosas que desde 1984 se han hecho versiones audiovisuales para cine y televisión: desde la Dune de David Lynch en 1984 hasta la miniserie de los 2000 de Sci Fi. Fue en 2021 en que adquirió una nueva dimensión gracias a la espectacularidad que le dio el director canadiense Denis Villeneuve que estrenó Duna: parte 1 protagonizada por Zendaya y Timothée Chalamet, logrando 6 premios Óscar (Mejor sonido, efectos visuales, diseño de producción, música original, edición y fotografía).
Este jueves se estrena en cine Duna: parte 2 (en español) que explorará el viaje mítico de Paul Atreides (Chalamet) mientras se une a Chani (Zendaya) y la tribu Fremen en un camino de venganza contra los conspiradores que destruyeron a su familia. Es una continuación de la primera película y por eso es vital que se la haya visto antes de abordar esta segunda entrega que es igual o más espectacular que la primera, y que dura 2 horas 46 minutos.
“Esta Duna: parte 2 continúa la historia de la película anterior, pero aumenta las apuestas al ofrecer una experiencia completamente nueva para el público, aumentando el alcance y la escala con imágenes aún más impresionantes y enormes secuencias de acción, junto con nuevos personajes, incluso mayores aventuras y una historia de amor verdaderamente poderosa y conmovedora”, detallan desde la producción.
La espectacularidad del desierto en la fotografía de Duna: parte 2. FOTO Cortesía Warner Bros. Pictures
“Si ya es una película poderosa en las imágenes estamos en el marco de un blockbuster de autor con un sello marcado de Villeneuve y esa capacidad para crear películas con una poderosa personalidad y si les gustó la primera parte les va a gustar la segunda porque estamos jugando en el mismo campo”, afirmó el crítico español de Sensacine Alejandro G. Calvo, autor del libro Una película para cada año de tu vida.
Es claro que esta segunda parte profundiza los temas ecológicos que preocupaban al autor Frank Herbert en una historia en la que además recalca ese versus entre la humanidad y la naturaleza. “Sin olvidar que en el centro de la acción hay un conflicto eterno entre las fuerzas del bien y del mal”, dice la sinopsis.
¿Cómo quedó la primera película?
¡Alerta Spoiler! si no se ha visto la primera parte (que ahora está disponible en la nueva plataforma MAX), pero si ya se la vio este repaso le servirá para llegar con la historia bien fresca a la sala de cine.
- El elemento vital: la especia
La especia está en el desierto, es imperceptible al ojo, pero de vez en cuando la vemos brillar entre los granos de arena. La especia, explicaron en la primera película, es un alucinógeno sagrado que preserva la vida y aporta beneficios a la salud. “En el imperio, los navegantes de la cofradía especial la usan para hallar caminos seguros entre las estrellas. Sin la especia, los viajes interestelares serían imposibles, lo que la convierte en la sustancia más valiosa del universo”.
- Las casas y familias
En la primera película se nos presentaron varias familias y tribus que son vitales en la historia, desde la Casa Atreides, con el duque Leto Atreides (Óscar Isaac) a la cabeza y su hijo Paul Atreides (Chalamet) como su heredero hasta los Fremen, una tribu –distinguible por que tienen la esclerótica del ojo azul en vez de blanca debido a la exposición prolongada a la especia– que gira alrededor del valor y la conservación del agua en su árido planeta llamado Arrakis.
Josh Brolin y Javier Bardem hacen parte del elenco de Duna en las dos películas. FOTO Cortesía Warner Bros. Pictures.
No hay que olvidar la hermandad Bene Gesserit, una orden femenina —a la vieja usanza monástica— con poderes místicos y aliadas con el poder (con quizá el vestuario más increíble de la cinta). La madre de Paul hace parte de esta hermandad y por eso él hereda esos poderes.
Desde la primera película se mencionaba al Emperador Padishah, pero este nunca apareció en pantalla, en cambio sí se verá en la segunda (interpretado por Christopher Walken) y hasta con una hija, la princesa Irulan, interpretada por Florence Pugh.
También está La casa Harkonnen, con el barón Vladimir Harkonnen (Stellan Skarsgård), una manifestación de corrupción, violencia y codicia. Aquí, en la segunda parte, aparece un nuevo villano de esta casa, además del barón y de Rabban (Dave Bautista), se trata de Feyd-Rautha, “uno de los personajes más emblemáticos de la novela Dune”, explica el director. “Me siento bendecido de que Austin Butler se haya sumado porque lo retrató como una especie de asesino psicótico que es un cruce entre un maestro de la espada y Mick Jagger, algo fascinante”.
Austin Butler como Feyd-Rautha Harkonnen, uno de los villanos de Duna: parte 2. FOTO Cortesía Warner Bros. Pictures
- La trama
La primera parte de Duna muestra como el emperador le ordena a la casa Atreides reemplazar a la Casa Harkonnen como administradora de Arrakis, es decir, para sacar especia del desierto. Todo fue una trampa para que luego, los mismos Harkonnen atacaran a los Atreides, asesinaran al duque Leto y a su familia (para acabar con ese linaje) y volvieran a tomar el control. Con lo que no contaban era con que Paul y su madre se salvarían y se incorporarían a los Fremen. Comenzaría otro viaje para el joven que también es considerado por la profecía como un Mesías.
Por eso es importante que llegue actualizado para que entienda que en esta nueva parte, Paul Atreides se debate entre su deseo de venganza y su intuición de que el camino que sigue podría llevarlo a la catástrofe. “Es un dilema moral y él está caminando sobre una línea muy delgada, tratando de luchar contra sus enemigos sin seguir el camino de la profecía que le han trazado las hermanas Bene Gesserit”, concluyó el director.
