¿Cuando va a cine ha hecho la cuenta de cuánto le duran las crispetas? Si usted es de las personas a las que se le acaban las palomitas de maíz en la primera hora de película, podría preocuparle la declaración que los directores de Avengers: Endgame le hicieron recientemente a la revista Empire: “hay una alta probabilidad de que esta película llegue a las tres horas”.
No es la primera vez que una cinta se extiende esta cantidad de tiempo. La historia del cine comercial rememora filmes que han sobrepasado las cuatro horas como Cleopatra, la misma de Elizabeth Taylor y Richard Burton que ganó cuatro premios Óscar y hay más en la lista (ver recuadros).
“Cuando una historia está bien contada en el cine, el tiempo de duración es irrelevante, e incluso quedamos con ganas de más”, explica la crítica de cine Paula Chaparro, quien cree que el público sí puede gastar tres horas de su tiempo para ver una película.
Lo contrario opina el escritor y director de cine Andrés Burgos. A él le cuesta ver películas tan largas. “Y en estos blockbusters (éxitos de taquilla) sí que encuentro innecesaria tanta extensión. Creo que uno saldría igual de satisfecho con menos arandelas”.
La ayuda de las maratones
Chaparro argumenta que si la gente hoy se puede quedar hasta cinco horas viendo series en lo que se ha denominado “maratón”, ¿por qué no podría ver una película de tres horas? Eso, en los adultos, puede ser factible, pero Burgos recuerda una anécdota que le sucedió al escritor antioqueño Luis Miguel Rivas con su hijo de cinco años mientras veían El hombre araña: “la película empezó a extenderse y el niño le dijo: ‘papá, ¿ya se va a acabar o faltan todavía muchos problemas?’ Con los niños y más jóvenes es otra la historia, pero Anthony Russo defiende sus declaraciones al contar que en las pruebas que ya han hecho “ni una sola persona se levantó para ir al baño”, lo que no se sabe es si han tenido a niños en eso ensayos.
Y falta todavía Avengers: Endgame
“Como van a cerrarse tantos ciclos (se acabarán contratos), creo que buscan darles una salida digna a todos. Puede resultar muy bien, o monumentalmente mal”, precisa Chaparro. Eso se sabrá el próximo 25 de abril cuando se estrene la cinta en Colombia. Por ahora y si es de los que se la verá, dure lo que dure, vaya haciendo la cuenta de cuántos tarros de crispetas necesitará para aguantar tanto tiempo dentro de la sala de cine..