Un lugar en el silencio día uno lleva tres semanas en Colombia en el top 5 de las más vistas. Ocupa el lugar número tres después de Intensamente 2 y Mi villano favorito 4. En el género de terror es la película más vista de 2024 en el país, acumulando un poco más de 360.000 espectadores en tan solo 2 semanas de estreno.
Dirigida y escrita por Michael Sarnoski, Un Lugar En Silencio: Día Uno es un thriller de acción y terror que rinde homenaje a la exitosa franquicia de terror Un lugar en el silencio y muestra al público lo que sucedió el día en el que el mundo quedó callado.
La película es protagonizada por Lupita Nyong’o y Joseph Quinn y por dos gatos –Schnitzel y Nico– que interpretaron a Frodo, un personaje vital en la cinta. Fue dirigida por Michael Sarnoski y la producción estuvo a cargo de Simon Bowles quien cuenta en esta conversación –cedida a EL COLOMBIANO por Universal Pictures– los detalles de la misma.
Lo primero que hizo Bowles al planear una película como esta: Un lugar en el silencio día uno, era buscar un lugar ideal y ciertamente Nueva York lo era, pero para capturar la ruidosa gloria de Nueva York y además convertirla en escombros después del ataque de su criatura apocalíptica, se dio cuenta de que la única forma de hacerle justicia a su historia era, bueno, filmarla en Londres.
“¡Queríamos rodar en un set de rodaje para poder destruir todo correctamente!” Bowles se ríe. “En exteriores habríamos podido hacer pequeñas cosas, pero yo quería hacer algo mucho más grande. Quería ver los agujeros de los cráteres donde los meteoritos se habían estrellado en diagonal contra los edificios. Ver esa enorme cicatriz a través de la estructura y las consecuencias del impacto; que el meteorito ha golpeado un coche, y ese coche ha acabado dentro de un edificio, de lado, y luego se ha incendiado”.
Las actuaciones
Para el elenco, la atención de Bowles a la autenticidad fue un apoyo invaluable a la hora de sus actuaciones. Y, para el público, todos esos detalles los sumergirán en los horrores de lo que realmente sería experimentar un ataque de estas criaturas, a nivel del suelo.
“En la secuencia del metro –en la que Samira (Lupita Nyong’o), su gato Frodo y Eric, interpretado por Joseph Quinn, son perseguidos hasta un túnel inundado–, el público necesita sentir la dureza de este entorno”, dice Bowles. “Para empatizar con la situación en la que se encuentran”.
Esta es la primera vez que vemos cómo se desarrolla la historia de Un lugar en el silencio en una ciudad importante. ¿Cuál fue tu punto de partida a la hora de recrear Nueva York?
“De hecho, he hecho tres películas ambientadas en Nueva York antes de esto: Hyde Park On Hudson (de Roger Michell), The Son (de Florian Zeller) y Apartment 7A (la próxima precuela de Rosemary’s Baby, de Natalie Erika James). Me siento muy cómodo allí. Comencé a profundizar en mi viaje para Un lugar en el silencio: día uno en Chinatown, viajando literalmente a pie, con Michael Sarnoski, a través de todos los diferentes vecindarios, enamorándome de todos ellos”. Y luego recreó todo eso en Londres.
¿Qué le hacen estas criaturas a Nueva York y cómo lo manifestó en lo que respecta al diseño de producción?
“Lo hacen pedazos. Tuvimos muchas discusiones sobre cómo se ve ese nivel de destrucción, pero también cómo se ve esa destrucción en un nivel más enfocado. Teníamos todos estos pensamientos sobre lo que puede hacer la garra de una criatura, el impacto destructivo que puede tener. Cómo se ve cuando una de esas garras perfora un ladrillo. ¿Qué sucede cuando las criaturas sacan esas garras del marco de una ventana o de una puerta y las abren para llegar a las personas que están adentro? Cuando saquen sus garras, esos ladrillos se sacarán y girarán. Todos estos aspectos fueron pensados con detalle forense”.
¿Miró las dos películas anteriores de Un lugar en silencio cuando se trataba de explorar las capacidades destructivas de estas criaturas?
“Hasta cierto punto. Pero esas películas trataban más de persecución. Con esto queríamos investigar la forma en que las criaturas reaccionan a este nuevo entorno. Entonces, imprimimos en 3D el brazo y la mano de una criatura completa. Al hacerlo todos pudieron mirarlos y comprenderlos realmente y hacer preguntas. Eso nos ayudó a identificar lo que podían hacer. En las dos primeras películas, los edificios están hechos, en su mayoría, de madera. Aquí queríamos ver a las criaturas interactuando con un entorno más duro. Para estas criaturas, Nueva York es como un buffet humano, con todos los bocadillos escondidos dentro de estas duras estructuras. Nuestras preguntas giraban en torno a cuáles eran las formas más fáciles y prácticas en las que estas criaturas podían entrar; qué podrían despegar para llegar a su presa, y cuáles serían las consecuencias de ese proceso. Eran preguntas sobre dónde estarían todas las salpicaduras de sangre si a alguien le hubieran cortado la cabeza, dónde estarían las marcas de garras en los alrededores de los momentos en que las criaturas se habían extralimitado en sus ataques”.
¿Cómo construyó la secuencia del metro?
“En realidad, la secuencia del metro –en la que Samira y Eric, además del gato de Samira, Frodo, son perseguidos por las criaturas hasta un metro inundado– no estaba en el guion original. Michael dijo: ‘Estoy pensando en una escena de metro inundada’. Pensé que era una gran idea. Y una de las cosas que descubrí en The Descent fue que en lugar de intentar elevar los niveles del agua, es mucho más fácil bajar el paisaje. Te da esa verdadera sensación de claustrofobia, esa pequeña cantidad de aire que les queda a tus personajes. Otra cosa que aprendí en The Descent fue que la solución en este tipo de secuencia es hacerlo bastante difícil para los actores, pero muy fácil para el equipo. Si los actores realmente tienen que agacharse y soportar todo esto, la escena se vuelve mucho más realista y el público puede realmente empatizar con la situación en la que se encuentran”
Lupita dijo que el agua en la secuencia del metro estaba muy sucia. ¿Qué sucede en la secuencia y cómo creó ese efecto?
“La escena comienza cuando los personajes son acorralados por las criaturas. No pueden verlos, pero sí oírlos. Saben que están cerca. Encuentran una entrada de metro y bajan por las escaleras mecánicas, que no funcionan porque en ese momento no hay electricidad en la ciudad. Cuando llegan abajo, ven que la escalera mecánica comienza a bajar, bajo el peso de una criatura. Todo esto fue filmado en la estación Charing Cross de Londres, vestida como un metro de Nueva York. La única forma de avanzar para los personajes es meterse en el agua, que tiene zapatos y ropa rota flotando sobre ella. Por el momento tienen que sumergirse bajo el agua, usamos repollo y brócoli muy finamente picados para enturbiar el agua. El repollo y el brócoli tienen una flotabilidad neutra, por lo que los trozos flotan en el agua. No se puede decir qué es, pero da una sensación real de algo horrible, como si fueran trozos de caca humana o de rata o algo así. Simplemente se siente repugnante. Queríamos darle al público una idea real de lo desesperadas que están estas personas si están preparadas para meterse en esta agua. A medida que el agua se hace más y más profunda, pueden escuchar a las criaturas detrás de ellos, así que deben seguir avanzando”.
