Nació el 10 de agosto de 1960 y a los 14 años pensaba en un futuro o como actor o como futbolista. “Podría haber llegado a ser profesional en el fútbol –dijo en el programa de televisión Mi casa es la tuya– pero tuve una lesión en el pie izquierdo y aquello acabó con mi carrera deportiva, lo cual agradezco”. Llegaron entonces las clases de teatro y un viaje, a los 19 años, de su natal Málaga hacia Madrid para meterse de lleno en la actuación.
Su nombre comienza a verse en cintas como Laberinto de pasiones (1982) y Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), “una de sus mejores interpretaciones”, según el crítico de cine y escritor Jerónimo Rivera. Internet Movie Database detalla más de 100 títulos que tiene en su hoja de vida. “Antonio Banderas llega a sus 60 años con una carrera muy exitosa producto de haber tomado buenas decisiones, y escogido buenos personajes. No se dejó encasillar como hombre sexy, y ha demostrado que realmente es un actor de carácter”, detalla Rivera.
Se le relaciona mucho con Pedro Almodóvar tras los inicios de su profesión como actor, pero también estuvo al frente de directores como Carlos Saura y Fernando Trueba. Dio el salto al cine de Hollywood y llegó a Estados Unidos en 1991 sin saber inglés, para actuar en Los reyes del mambo, La casa de los espíritus, Filadelfia y Entrevista con el vampiro. No sucedió, pero muchos de estos trabajos, detalla la agencia Efe, merecían al menos una nominación al Oscar.
Esas primeras películas aumentaron su popularidad y en 1995 rueda La máscara del zorro. Este personaje le abrió un universo nuevo, el del cine familiar, rodó la saga Spy kids y se convirtió en el gato con botas de Shrek, “con el que demostró su versatilidad, es de esas voces únicas en el cine de animación y la grabó tanto en inglés como en español”, precisa Gloria Isabel Gómez Ceballos, realizadora y docente de narrativa audiovisual cine de la Universidad de Antioquia, quien además destaca que Banderas ha sabido con los años hacer papeles diferentes y retadores.