El director español Pedro Almodóvar deleitó este miércoles con su corto wéstern y gay Extraña forma de vida en el Festival de Cannes, que ya ha abierto la carrera por la Palma de Oro.
Presentada fuera de concurso, esta primera incursión de Almodóvar en el mundo del Oeste de apenas 25 minutos dejó con hambre a sus fans en la Croisette, donde se produjo un cierto caos para acceder a la sala de proyección.
Decenas de personas se quedaron bajo la lluvia sin poder entrar al cine, lleno a rebosar.
El estadounidense Ethan Hawke y el actor de origen chileno Pedro Pascal protagonizan este experimento almodovariano, rodado en inglés y con aires de ensayo, antes de lanzarse quizás a algo más ambicioso.
Almodóvar, de 73 años, ha sido tentado en varias ocasiones en el pasado por Hollywood para rodar en Estados Unidos.
“Era mi primer wéstern y lo he hecho tratando de no resultar anacrónico”, explicó el director manchego en una charla junto a Ethan Hawke, tras la proyección del corto en una sala abarrotada.
Ethan Hawke y Pedro Pascal en Extraña forma de vida. FOTO Cortesía El Deseo
“Lo que sí sabía era que no era un spaguetti wéstern, sabía que iba a ser un wéstern a mi modo”, añadió.
El corto narra el reencuentro amoroso de dos hombres, un sheriff y un cowboy. “Es la discusión de dos amantes que reaccionan de un modo totalmente distinto a una noche de orgía”, explicó el autor de Átame.
El sheriff Jake (interpretado por Ethan Hawke) recibe la visita de un antiguo amor, Silva (en la piel de Pedro Pascal). Pasan una “noche orgiástica”,como la describe Almodóvar.
Pero en realidad el encuentro esconde otros motivos: Jake busca al hijo de Silva, que ha cometido un crimen, y éste quiere convencerlo de que lo deje huir.
“Es la discusión de dos amantes que reaccionan de un modo totalmente distinto a una noche de orgía. Estas dos facetas las entendieron muy bien los dos”, explicó Almodóvar.
El público de la Croisette reaccionó con entusiasmo ante la propuesta, muy rica visualmente, con un vestuario diseñado por la casa Saint Laurent, que además coprodujo el corto.
La “pereza” de rodar sexo explícito
Hace casi dos décadas Almodóvar rechazó la oferta de rodar la adaptación cinematográfica de un cuento, Brokeback Mountain, que narraba la tortuosa relación homosexual de dos pastores en una región montañosa en el corazón de Estados Unidos.
La película acabó siendo rodada por Ang Lee, y fue uno de los grandes éxitos de 2005 (Óscar al mejor guión adaptado).
Almodóvar reconoció que Extraña forma de vida nació de una idea que le perseguía: ¿qué pasaría si esos hombres hubieran intentado permanecer juntos?
Esa es la pregunta que Silva plantea a su antiguo amante, que ahora es un sheriff celoso de su autoridad.
“Una cosa es la manera como somos, y otra la manera como quisiéramos ser. No siempre coinciden. Eso nos va agrietando, se queda en nuestro interior. Me pareció un personaje fascinante”, explicó Ethan Hawk al describir cómo aceptó el papel.
“Cada uno de los dos (cowboys) tiene una segunda intención”, añadió Almodóvar.
“Decidí no mostrarlos físicamente desnudos, sino sus voces, desnudas: lo que dicen es mucho más impactante en cuanto a su sexualidad”, añadió.
“En mis películas ha habido muchas escenas de sexo explícito, pero a medida que va pasando el tiempo, me dan más pereza, quiero mostrar el placer de otro modo”, reveló.
Autor de éxitos internacionales del cine español como Mujeres al borde de un ataque de nervios, Átame o Todo sobre mi madre, este es su segundo corto, después de La voz humana (2020).
El cineasta español tiene una relación especial con Cannes, donde ha competido en seis ocasiones por el máximo galardón, la última vez en 2019 con su cinta más autobiográfica, Dolor y gloria. Pero, pese a que se ha llevado varios premios importantes, nunca ha conseguido coronarse.
Pedro Pascal no pudo asistir a la gala pero escribió un mensaje en sus historias de Instagram con la imagen de todo el elenco en Cannes diciendo que los extraña.