Por primera vez desde el devastador incendio de 2019, el gran órgano de Notre Dame de París volvió a sonar, marcando el inicio de una nueva era para la catedral.
El emblemático instrumento, considerado el más grande de Francia, hizo vibrar a los fieles y visitantes con su poderoso sonido, luego de cuatro años de restauración.
Esta ceremonia, conocida como el “despertar” del órgano, es una tradición en la liturgia católica para dar la bienvenida a instrumentos renovados o nuevos en las iglesias.
Aunque el fuego no alcanzó directamente al órgano, la contaminación por polvo de plomo obligó a un trabajo exhaustivo de restauración. Con 8.000 tubos y una altura de 13 metros, el órgano fue desmontado pieza por pieza, intervenido por artesanos especializados y posteriormente reinstalado en su lugar de honor.
El arzobispo de París, Charles Ulrich, lideró la ceremonia de “despertar” invocando al órgano en ocho ocasiones. A cada llamado, la respuesta fue una improvisación musical ejecutada por cuatro organistas de renombre, quienes emitieron notas emocionantes acompañadas por el “Magnificat” y el “Te Deum” interpretados por un coro.
Le puede interesar: Estados Unidos rechazó apelación de TikTok: la red social está cada vez más cerca de ser prohibida en ese país
La nueva Notre Dame
La ceremonia simbolizó la recuperación de la catedral, no solo con el sonido de su órgano, sino también con la reapertura de su nave, ahora de un color blanco inmaculado, y la restauración de sus capillas, que deslumbran con nuevos colores y detalles.
Entre ellas, destaca la capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, una rareza en los templos europeos, que será el centro de una celebración especial el 12 de diciembre. Esta muestra del sincretismo entre la fe europea y la devoción latinoamericana simboliza la universalidad de Notre Dame.
El nuevo mobiliario, especialmente diseñado para esta etapa de la catedral. Desde sillas nuevas hasta un moderno baptisterio en la entrada de la nave, los elementos fueron pensados para llevar a Notre Dame hacia el futuro.
Otra de las piezas más llamativas es el relicario de la Corona de Espinas, diseñado como un gran disco de cristales dorados con un centro de azul cobalto que se ha convertido en el símbolo de la renovación espiritual del espacio.
La reconstrucción de Notre Dame costó aproximadamente 770 millones de dólares, fue posible gracias a las donaciones de todo el mundo.
Entre los aspectos destacados de la restauración se incluyen, la renovación de la nave, la construcción de la aguja, la restauración del órgano, la construcción de las capillas y el mobiliario.