El nombre de Lilith está ligado a la irreverencia, al espíritu que busca la libertad. Según el folclor judío ella es la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Fue castigada y demonizada por rebelarse a su yugo cuando voluntariamente lo abandonó a él y al paraíso.
Sobre esta historia la compañía bogotana Alma en Movimiento, un programa de formación en danza del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, hará una “reflexión coreográfica” el 26 de junio en el Metropolitano de Medellín, con entrada libre. “Entender mejor nuestra humanidad entre luces y sombras, en el cuerpo de los bailarines”, dice el comunicado.
El grupo está conformado por 12 bailarines que están bajo la dirección artística de Sarah Storer, coreógrafa británica de larga trayectoria en diferentes compañías de varios países.
“Es una pieza muy física, por la base inicial es el movimiento. A través de un dueto se muestra la manipulación de un cuerpo sobre el otro, por ejemplo”, dice Sarah, quien ha trabajado con compañías como Sydney Dance Company, Compañía L’Explose y en escenarios como la Royal Opera House de Londres y el Teatro Real de Madrid.
Explica que físicamente la obra se basó en el cuerpo de los mismos bailarines. Se tocan valores como la manipulación, el control, la libertad y en algún momento aparece Lilith, el personaje central.