A seis días de que termine el año, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, habló con EL COLOMBIANO sobre la variante ómicron, los avances en la vacunación y las perspectivas para los últimos meses de Gobierno en 2022.
A pesar de las dudas sobre la nueva mutación del covid-19, el presidente Iván Duque ya descartó un nuevo confinamiento para Colombia. Esta conversación da luces sobre el desarrollo de la pandemia en el territorio nacional.
¿Cuál cree que será el impacto de ómicron en Colombia?
“Esperamos que empiece a competir con la variante delta, seguramente tendrá un nivel de expansión rápida y será dominante. Por fortuna, el número de personas susceptibles, que no han tenido la infección, es bajo. Habría que mirar la tasa de reinfección, porque eso todavía no está claro, y la severidad. Con esos dos parámetros sabremos si ómicron nos está generando un impacto y si tranca la transformación endémica del covid-19”.
¿Usted cree que la meta del 70 % de la población con el esquema completo antes de fin de año fue demasiado ambiciosa?
“No, no es un tema de ambición. Si sacamos el promedio de los vacunados por primera vez llegaríamos al 80 % y con las vacunas de segunda dosis estamos alcanzando el 70 %. Nosotros reorientamos la estrategia en el camino de ese presupuesto inicial, cuando la evidencia científica nos mostró que con ese porcentaje no se iba a lograr la inmunidad de rebaño”.
“El modelo de aplicación de vacunas en el mundo cambió hacia un esquema donde el énfasis se puso en la dosis de refuerzo, pues la evidencia mostraba que después de seis meses la inmunidad tendería a decaer con las vacunas disponibles”.
“Colombia fue uno de los primeros países en adoptar esquemas de refuerzo y espaciar la segunda dosis a 84 días para extender la inmunidad. Gracias a esto –más la inmunidad natural–, hemos podido tener 4 meses de una baja afectación. Si hubiéramos llegado muy temprano al 70 % con dos dosis, tendríamos un muy alto riesgo de brote de un cuarto pico. No se ha dado, y no quiere decir que no se vaya a dar, pero sí que lo hemos venido distanciando”.
Entonces, ¿el resultado es el esperado?
“Fue por una decisión nuestra, a la gente se le dijo ‘no se aplique a los 28 días sino a los 84’. Sí es esperado, vamos creciendo y hay un pequeño rezago moderado frente a los que se aplicaron primera dosis en noviembre. Tuvimos números de cerca de 400 mil dosis diarias y en diciembre estamos con 300 mil”.
“Hay personas de segunda dosis a las que seguramente les ha dado un poquito más de pereza completar el esquema, pero creo que es el efecto Navidad. Estamos haciendo un llamado para que se apliquen su segunda dosis, especialmente los jóvenes que fueron los últimos en vacunarse”.
¿Cuántas vacunas compró el Gobierno para el próximo año?
“Tenemos cerca de 97 millones de vacunas aseguradas. Ya hemos distribuido más de 65 millones y ese número incluye las adquiridas y las donadas, que son cerca de 13 millones. Algunas estarán llegando entre enero y febrero, por lo que tenemos garantizada la cobertura. Probablemente, vamos a requerir vacunas para el segundo y el tercer trimestre, estamos pendientes haciendo unas proyecciones. Es probable que la semana entrante tengamos claridad de las cantidades que comprará el país”.
¿Y eso prevé las terceras dosis y la ampliación de la medida a otros grupos?
“Sí. Terceras dosis y ampliación a grupos de personas más jóvenes. Las decisiones no se han tomado y la buena noticia es que tenemos en este momento casi aseguradas las vacunas para el primer semestre del año entrante”.
¿En 2022 nos vamos a poder quitar el tapabocas?
“Pues uno esperaría que si hay una situación de epidemia, o sea si ya las tasas se estabilizan a la baja, es probable que podamos tomar una decisión de esta naturaleza. ¿Eso qué implica? Varias cosas: Primera, que se mantenga esta baja estabilidad, por lo menos por dos ciclos epidemiológicos, que quiere decir por lo menos seis meses de mantenimiento de esta situación en la que estamos ahora, que se deben cumplir a mediados de febrero. Segundo, que las variantes no nos hagan una afectación importante, y que ya teniendo ómicron en el país y a pesar su predominancia, no registremos muchos impactos. Bajo esas condiciones, se podría pensar en eliminar el requerimiento de tapabocas, que los colombianos hemos usado con bastante juicio. Si lo comparamos con otros países, eso nos ha evitado tener muchos contagios y fallecimientos”.
¿Colombia vería el final de la pandemia?
“Lo que uno prevé es que el covid no va a desaparecer, va a transformarse en un virus más de los que estacionalmente producen crisis e infecciones respiratorias. Para eso se requiere, de alguna manera, que las variantes dominantes sean de baja severidad. Eso es lo que esperamos de los resultados que muestre ómicron, para establecer si realmente se confirma que es una mutación que, a pesar de ser más contagiosa, tiene menor severidad en su cuadro respiratorio. Seguramente el coronavirus se transformará como los demás que tenemos en el cuadro de 22 infecciones respiratorias, que incluye virus de diferentes tipos que producen enfermedad, pero su nivel de muerte no es muy alto”.
¿En estos últimos seis meses insistirá en la reforma a la salud?
“No, no hay ambiente para un proceso de reforma a la salud. Más que propiciar una situación de crecimiento del sistema, lo que termina generando es polarización en un entorno absolutamente ideologizado que le hace más daño a la gente. Las estadísticas muestran la importancia del efecto que ha tenido el sistema de salud sobre la población por el bajísimo gasto de bolsillo de las personas en relación con la pandemia”.
“El sistema respondió de manera adecuada a los requerimientos de los colombianos, no vimos las crisis que se registraron en otros países y eso depende de un sistema que, con sus defectos y problemas, se ha mantenido. Ese es el mensaje: antes de cualquier iniciativa lunática para tratar de cambiar las cosas por pura ideología, hay que pensar en que los colombianos tienen el derecho a aquello que ya les ha correspondido y darle su verdadera valoración”.
De manera general, ¿qué espera para 2022 en materia de salud y de su cartera?
“Esperamos seguir trabajando con la pandemia. El Ministerio es supremamente técnico, ya tiene estructurados los mecanismos para hacer seguimiento y tomar decisiones, con una plataforma que tenemos con el Instituto Nacional de Salud”.
“Por ejemplo, la propia Organización Mundial de la Salud anunció los refuerzos y nosotros por extensión de los periodos de vacunas lo habíamos decidido hacía mucho tiempo. Todo eso por un seguimiento juicioso de cada evidencia y su valoración. Al lado de eso hay unos aprendizajes, unos temas importantes para el futuro que tenemos la responsabilidad de dejar estructurados y hemos llamado el decálogo. Formular el plan decenal de salud pública, dejar estructurada la política de seguridad sanitaria, que debe guiarse con base en los aprendizajes de la pandemia, y establecer las fortalezas del país para enfrentar cualquier futuro riesgo”.
“Debemos dejar una política que permita a Colombia producir insumos y capacidades, tener sistemas de información robustos y el plan de producción de vacunas. Además de la telemedicina y la salud digital, que incluye la interoperabilidad de la historia clínica y conectar instituciones para iniciar todo el proceso donde el paciente realmente tenga control y disponibilidad. Asimismo, avanzar en el modelo de atención centrado en el paciente, que es una prioridad para estructurar el sistema. Son muchos temas y estaremos avanzando fuertemente en estos últimos seis meses”.
¿Por qué el viceministro se fue del cargo?
“Él ha comentado que sentía la necesidad de cambiar el ciclo. Esto es un trabajo absolutamente duro, es natural que piensen que necesitan cambiar y tener nuevas proyecciones”.
¿Y usted ha tenido esa sensación o ha querido tirar la toalla?
“No, no de tirar la toalla, pero cansado varias veces, eso es natural y algo contra lo que uno tiene que luchar y sobreponerse. Mi compromiso con el país es absoluto y nosotros que estamos en el Ministerio de Salud tenemos claro que esta misión debemos cumplirla hasta el siete de agosto. Lo estaremos haciendo”