Sneyder Pinilla, exsubdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), envió una carta a un juzgado de Bogotá alertando sobre los riesgos que corre tras convertirse en el primer condenado en el sonado escándalo de corrupción que saqueó recursos públicos a través de contratación amañada.
En un documento escrito a mano, el exfuncionario le pide al juzgado que tenga en cuenta que fue el primero en aceptar los hechos de corrupción y que, gracias a sus aportes y a su colaboración con la justicia, otros accedieron a contar la verdad.
“Fui el primero en levantar la mano y, en virtud de mi colaboración y cooperación, varios fueron procesados y hoy se han acogido a principios de oportunidad y preacuerdos”, escribió.
Pinilla, quien pagará una pena de cinco años y ocho meses de prisión gracias a una negociación con la Fiscalía, volvió a pedir perdón y clamó al juzgado que no lo “condene a muerte”.
“Nuevamente pido perdón al país y a las víctimas, y pido que no se me condene a muerte”, clamó.
Su carta finaliza con una petición especial: “Pido que se me garantice la vida y se me proteja”.
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La negociación
Gracias a su colaboración con la justicia, Sneyder Pinilla obtuvo una rebaja en la pena. Asimismo, se comprometió a devolver 618 millones de pesos que se habría apropiado ilegalmente. Ese dinero ya lo reintegró.
La información fue confirmada por el propio ente investigador, que presentó los comprobantes de las dos consignaciones que Pinilla realizó al Banco Agrario.
Tanto Pinilla como el exdirector de esa entidad, Olmedo López —quien también firmó un preacuerdo—, aceptaron su responsabilidad en la malversación de recursos públicos y se comprometieron a aportar información clave sobre los responsables y la estructura de la operación ilícita.
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La investigación apunta a que dentro de la UNGRD se creó una “organización criminal”, como la denomina la Fiscalía, que se aprovechó de las declaratorias de desastre nacional y de calamidad pública emitidas por el Gobierno para direccionar contratos a cambio de coimas.
Todo fue dirigido por López, quien en ese momento era el director, y Pinilla, su subdirector. La mayoría de esos convenios terminaron en manos de Luis Eduardo López, conocido como “El Pastuso”, quien dirige más de 30 empresas, entre las cuales fueron utilizadas Brands S.A.S., Impoamericana Rogers S.A.S., Proyectos RML y Kalmo S.A.S. Todos ellos ya fueron imputados.