El tiempo corre y la situación poco mejora en Catatumbo, Norte de Santander. Los elementos de primera necesidad y alimentos empiezan a escasear en los 22 refugios humanitarios instalados en esa región del país, para atender a la población civil afectada (unos 5.000 desplazados) por el paro armado decretado por el Epl y la disputa que ese grupo ilegal mantiene con el Eln.
Desde la provincia de Ocaña, población donde se están coordinando todas las acciones oficiales para mitigar la situación, el Gobierno nacional, aparte de reconocer la grave crisis humanitaria que se vive en esa zona del país, inició una serie de acciones con las que se espera mitigar la problemática de manera progresiva.
Entre las medidas está la puesta en marcha, desde hoy, de un puesto de mando unificado que con representación de la institucionalidad nacional, departamental, municipal y con el acompañamiento de la Defensoría y de organismos como Naciones Unidas y la OEA, coordinará todo lo relacionado con las necesidades humanitaria.
En materia de seguridad, el Ministro de la Defensa, Luis Carlos Villegas, se comprometió a mantener los controles y acompañamientos sobre las vías del Catatumbo para facilitar el ingreso y salida de víveres y de la logística.
Estas decisiones se tomaron en la mesa permanente para atender la crisis, en la que mandatarios locales, líderes sociales, iglesia y Gobierno se vieron las caras.