Persisten las largas y dilaciones frente a la esperada convención del Partido Liberal, que lleva dos años sin celebrarse y que es clave para adoptar decisiones como la continuidad del hoy director, el expresidente César Gaviria.
Si bien en julio pasado el Consejo Nacional Electoral (CNE) le jaló las orejas a la colectividad y le ordenó hacer la convención en un término de cuatro meses, recursos jurídicos y maniobras procesales han impedido su celebración.
De hecho, ahora se conoció que por cuenta de un error de notificación desde el despacho de la magistrada ponente Fabiola Márquez, la convocatoria seguirá en veremos. Así lo reveló la emisora W Radio, que detalló que los liberales no han sido notificados formalmente de la decisión.
En todo caso, estarían a la espera de ese paso legal para responder con recursos y acciones legales para retrasar la reunión, que solo se adelantaría entre octubre y noviembre próximo, es decir, dentro de casi ocho meses.
En su momento, el CNE alertó por un “retraso sistemático” en la asamblea interna, lo que restringe el ejercicio de derecho de participación a los militantes del Partido Liberal e influye en la toma de decisiones más importantes de la colectividad.
Detrás de todo se libra un pulso político, teniendo en cuenta que ciertos sectores afines al gobierno de Gustavo Petro buscan arrebatarle la conducción del partido a César Gaviria, hoy férreo opositor del Ejecutivo, con miras a lograr respaldos en el trámite de las cuestionadas reformas sociales en el Congreso.
En julio pasado, previo a las elecciones regionales, Gaviria aseguró que el Gobierno estaba liderando una estrategia con la que buscaba sabotear su gestión y que, según él, podría terminar en la decisión de impedirle la entrega de avales para octubre.
“Están bregando (desde la Casa de Nariño) a poner en peligro las elecciones porque amenazan los avales del Partido Liberal y pueden llegar a decir que (los avales) no valen porque no hicimos la convención”, aseguró Gaviria en El Tiempo.
Una muestra de la puja política fue lo ocurrido con la bancada del Partido Liberal en plena discusión de la reforma a la salud en Cámara. En ese entonces, Gaviria entró en conflicto con un grupo de 18 representantes a la Cámara que alegaron que él estaría intentando definir las decisiones de la bancada, sin consultarlos.
Aunque dentro del partido el expresidente cuenta con escuderos que lo apoyan, sus actuaciones también han generado críticas y hay quienes buscan que definitivamente dé un paso al costado y permita nuevos liderazgos en la dirección de la colectividad.