Una investigación de la Universidad de la Sabana, que abordó el uso del cannabis con fines terapéuticos para el tratamiento de la epilepsia, mostró que entre personas de bajos recursos se está presentando un uso no controlado, indiscriminado y desinformado de esa sustancia.
Otro estudio —llamado “Consumo de Sustancias Psicoactivas en Bogotá 2022”— que sirvió de base para esta investigación, encontró que la marihuana es el alucinógeno ilegal más consumido en la capital, pues “371.086 personas reportaron haberla consumido en ese último año. De estas, el 40 % clasificó en los grupos en situación de abuso o dependencia”.
Le puede interesar: El cannabis es la sustancia más consumida en el mundo, según informe de la ONU.
En ese sentido, la Universidad de la Sabana desarrolló, junto con el Hospital de Kennedy, el estudio titulado “Uso de productos basados en cannabis artesanal y no regulada para el tratamiento de la epilepsia en población de bajos recursos”, el cual halló que al menos uno de cada 10 pacientes con epilepsia de difícil manejo ha usado productos con base de marihuana artesanal o no regulada para tratar su condición.
Vale recordar que la epilepsia es un trastorno que se caracteriza porque el paciente se enfrenta a crisis convulsivas.
Para llegar a esa cifra, tuvieron en cuenta una muestra de 380 pacientes, entre los 20 y los 40 años, que reportó usar productos hechos a base de marihuana artesanal y no regulada (10,3 %). Así mismo, el estudio encontró que el 84,6 % de dichos pacientes lo hicieron por iniciativa propia.
Esta realidad, sin embargo, resulta preocupante para los investigadores debido a que, a menudo, la falta de información sobre el uso de sustancias psicoactivas y su relación con diagnósticos y dolencias específicas puede alterar la perspectiva sobre su correcta utilización.
Al respecto, el investigador, médico neurólogo y profesor asociado del posgrado de neurología de la Universidad de La Sabana, Camilo Espinosa, manifestó que “esto se debe al desconocimiento que existe en torno al uso de productos a base de cannabis para tratar esta enfermedad. Esto se ha masificado y ha generado un uso indiscriminado”.
“Hay una percepción errónea en las personas y se asume que cualquier tipo de marihuana sirve para tratar la epilepsia”, agregó el profesor.
¿Qué tanto funciona el cannabis para tratar la epilepsia?
Si bien en la cultura popular se tiene la creencia de que la marihuana tiene propiedades para tratar esa enfermedad, hay estudios científicos que han demostrado que el cannabidiol —el componente que ha demostrado tener propiedades anticonvulsivas— no siempre está presente en los productos de cannabis medicinal y, mucho menos, en las cantidades que se requiere para que tenga ese efecto.
Además de eso, también señalan que algunos de estos productos, en lugar de tener cannabidiol, suelen tener concentraciones altas de THC (tetrahidrocannabinol), que es otro componente, que señala Camilo Espinosa, no es bueno para tratar la epilepsia y otras enfermedades neuropsiquiátricas, ya que puede exacerbar algunos síntomas de esa clase de enfermedades.
Ante esto, el investigador explicó que “hay un par de laboratorios farmacéuticos que tienen el producto que cumple con todos los requerimientos regulatorios y exigencias propias del Invima. Está en el mercado hace unos tres o cuatro años, pero no deberíamos usar productos artesanales, mucho menos si no se sabe que contienen”.
Por otra parte, la investigadora Ángela Acosta Amaya, psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia y magister en psicología de la salud y discapacidad de la Universidad de La Sabana, enfatizó en los riesgos para quienes hacen uso de estos productos, puesto que “pueden tener componentes que detonen cambios comportamentales e incluso, en algunos casos, la reactivación de crisis convulsivas o epilépticas”.
Sobre lo anterior, Acosta expuso la importancia de conocer las experiencias de los pacientes con epilepsia refractaria (la que no se ha logrado tratar de forma prolongada) para entender por qué recurren a estos productos.
“Como esta es una enfermedad neurológica crónica, es importante anotar las dudas y llevarlas a la consulta con el especialista”, puntualizó la investigadora Acosta.
Así las cosas, señalan que los pacientes con epilepsia objeto de este estudio recibieron tratamientos sin éxito y, por esa razón, decidieron recurrir a respuestas que encuentran en otros lugares como internet. “A lo que nos dirigen estos resultados es a fortalecer las estrategias educativas en pacientes con estas características, sobre en qué consiste el uso de estos productos, los riesgos y beneficios. También a incluir a los familiares y de esta manera se pueden tomar decisiones más informadas”, dijo la docente.
Para leer más noticias sobre política, paz, salud, judicial y actualidad, visite la sección Colombia de EL COLOMBIANO.