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Aunque le gusten los abrazos, es su deber guardar distancia
En ocho días, el número de pacientes contagiados en Colombia pasó de 3 a 57. Esta es una forma de aplanar una curva que crece, antes de que los sistemas de salud colapsen.
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ilustración sstock
17 de marzo de 2020
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La cascada de eventos cancelados, los estudiantes en casa, la promoción del teletrabajo y otros cambios de planes que se han visto en menos de una semana en Colombia tienen su razón: estudios sobre la evolución del virus en otros países han mostrado que algunos contagios suceden antes de que las personas presenten síntomas y se enteren de que tienen el virus.
Como no se puede ir en el metro, en la sala de cine o en el avión adivinando quién está contagiado y quién no, las autoridades de salud recomiendan, como una de las medidas preventivas más efectivas, que los ciudadanos practiquen el distanciamiento social.
No es aislamiento preventivo ni cuarentena, que son distintas (ver Glosario). Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC), esta medida es permanecer fuera de lugares de reunión, evitar las concentraciones masivas y mantener una distancia de dos metros con los demás. Es decir, nada de abrazos, besos ni contacto físico. Y ojalá estar en casa.
Poner freno a algo tan común como dar la mano o abstenerse de ir al centro comercial abre una pregunta válida: ¿por qué yo debería aplicar ese distanciamiento si me siento sano, en mi ciudad no hay casos confirmados o hay pocos, o los que han salido positivo están en sus habitaciones? ¿Cómo podría llegar ese virus hasta donde están los demás?
Precisamente, eso ha sido lo más difícil de la contención del nuevo coronavirus. Un estudio publicado por el Centro de modelización matemática de enfermedades infecciosas (Cmmid) de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que estudia la evolución del virus en Shenzen, China, muestra que el 23 % de las transmisiones en esa ciudad se originaron por personas infectadas que no tenían síntomas. Eso muestra la última actualización (16 de marzo) de la investigación, que no ha terminado. Y concluye que tener en cuenta la transmisión presintomática, es “esencial para considerar las estrategias de contención y mitigación de la Covid-19”.
Pensar en el otro y rápido
El objetivo no es detener de inmediato la propagación del virus (eso no se ha logrado ni siquiera en China, que lleva dos meses manejando el virus), sino disminuir al máximo las posibilidades de contagio. También, reducir la probabilidad de que el virus llegue a personas en condición de riesgo y que, si sucede, los hospitales no estén colapsados.
Epidemiólogos del Centro para la seguridad y la salud de la Universidad Johns Hopkins en EE. UU. explican en una publicación del viernes pasado en su sito web que esto se llama “aplanar la curva”. Hablan del éxito de la distancia social para prevenir los casos repentinos que pueden sobrepasar los sistemas de atención de salud. Mire el caso de Colombia, el lunes 9 de marzo el Ministerio de Salud tenía 3 casos confirmados en tres ciudades. Ocho días después son 57 en 12 ciudades.
La curva crece, pero para aplanarla hay que ir más allá de la cancelación de eventos masivos. Así lo advierte en su cuenta de Twitter Tom Inglesby, director del Centro de Seguridad de la Salud de Johns Hopkins: “Si disminuyes la interacción social por un tiempo, disminuirás la propagación”. La forma más sencilla: quedarse en casa.
Cuando no hay otra opción
La OMS aclara que “el riesgo de contraer Covid-19 de alguien que no tiene síntomas es muy bajo”. Esto porque la mayoría de contagios se dan por contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire. El infectólogo y epidemiólogo Carlos Álvarez explica que otra forma de contagio sucede cuando se tocan superficies infectadas, por eso la recomendación de evitar el metro, el gimnasio, los lugares públicos. “Si hay que salir, en lo posible ir caminando y evitar las vueltas innecesarias”, apunta Álvarez.
Si insiste en ir al gimnasio (la mayoría tienen sistemas de ventilación cerrados) o asistir a esa fiesta de cumpleaños, el médico recomienda extremar las medidas de precaución. Aunque, definitivamente, lo mejor es hacer deporte en casa y posponer esas reuniones antes de que sea demasiado tarde. Se puede aprender del ejemplo de otros países (ver Para saber más).
Todavía no se sabe cuántas personas serán infectadas en el país ni cuántas van a morir en el mundo. Lo que sí es claro es que, como en la mayoría de epidemias, hay un pico y un espacio de recuperación que hace que el número de infectados descienda. En Colombia, la joven de 19 años que fue la primera infectada ya se recuperó. Ahora es tarea de todos reducir al máximo las probabilidades de contagio.
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