Candida auris fue el hongo que llevaba aquejando la salud del joven Javier Acosta, de 36 años, quien decidió someterse a la eutanasia este viernes tras una larga lucha contra otras enfermedades.
Acosta, quien desde hace nueve años estaba en silla de ruedas por un accidente de tránsito, contó días anteriores al procedimiento que terminaría con su vida, que desde hace cinco años su vida cambió tras contraer el hongo en una piscina durante un viaje a Melgar, infección que le obligó a tener controles y desviamientos (lavados) periódicamente, según explicó el joven.
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Posteriormente, además de este hongo, al hombre, quien era ferviente hincha de Millonarios, le diagnosticaron osteomielitis y cáncer en la sangre.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos, Candida auris se trata de un hongo altamente resistente que puede causar infecciones graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos comprometidos. Las personas sanas generalmente no contraen C. auris.
Este hongo, que puede causar infecciones en distintas partes del cuerpo, como la sangre, las heridas y los oídos, afecta principalmente a pacientes con enfermedades subyacentes graves o aquellos que requieren atención médica compleja, especialmente cuando se utilizan dispositivos médicos invasivos como tubos de respiración, tubos de alimentación o catéteres.
Además, según explicó a EL COLOMBIANO Carlos Andrés Agudelo, gerente de Biociencias en Sura, infectólogo y epidemiólogo, esta infección suele adquirirse en hospitales, “pero ha sido encontrado en una variedad de entornos ambientales, incluyendo piscinas”.
Sobre la delicada situación de salud de Acosta, el infectólogo explicó que “las infecciones óseas son bastante difíciles de tratar. En un paciente con infección ósea en la pelvis por un hongo muy resistente, las posibilidades de éxito en el tratamiento son bastante bajas”.
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Sin embargo, al contrario de la osteomielitis, Agudelo consideró que la probabilidad de que el cáncer en la sangre de Acosta estuviera relacionado con este hongo es muy baja.
“Las infecciones por Candida auris no causan leucemia, es más probable que ocurran dos eventos independientes que en un mismo paciente a que Candida sea la causante de la leucemia”, indicó el epidemiólogo.
Según el CDC, la “C. auris puede causar una variedad de infecciones, desde infecciones superficiales (cutáneas) hasta infecciones más graves y potencialmente mortales, como infecciones del torrente sanguíneo”.
Con relación al tratamiento del C. auris, “aunque existen tratamientos efectivos para el hongo”, explica Agudelo, el hongo suele ser resistente a los medicamentos antimicóticos y desarrolla la capacidad de vencer a los medicamentos diseñados para matarlo.
“Es muy resistente a muchos de los medicamentos que se usan para tratar infecciones por microorganismos semejantes”, aclaró.
Además, la CDC detalla que los síntomas de una infección por C. auris dependen de la ubicación y la gravedad de la infección. “Los síntomas pueden ser similares a los de las infecciones causadas por bacterias, como fiebre o escalofríos. No existe un conjunto común de síntomas específicos para las infecciones por C. auris”, describe la agencia de salud.
En casos fatales como la muerte, como la mayoría de los pacientes que contraen C. auris se encuentran generalmente diagnosticados otras enfermedades o sistema inmune débil, “es difícil saber en qué medida C. auris contribuyó a su muerte en comparación con enfermedades preexistentes”.
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