Iván Velásquez, ministro de Defensa designado por el presidente electo Gustavo Petro, aseguró en las últimas horas que la salida de la Policía de su cartera ministerial es “una decisión tomada”, se avivó una agitada discusión sobre sus implicaciones.
Esta medida, argumentó Velásquez, implicaría que la policía dejaría de ser un órgano militar y se convertiría en uno civil. ¿Cuál es la diferencia? Ya se lo explicamos.
En varios países, la Policía se encuentra adscrita a instituciones civiles del poder ejecutivo. En cambio, en Colombia tradicionalmente ha estado en el Ministerio de Defensa, junto a todas las Fuerzas Militares nacionales.
Esto tiene varias razones, pero tal vez la más fuerte es el conflicto armado. La Policía colombiana ha tenido que enfrentarse a grupos ilegales, guerrillas y narcotraficantes.
Por eso, su actuar no se ha limitado solo a dirimir conflictos sociales de carácter civil, sino también a defender a la población del accionar organizado de la delincuencia en el marco de enfrentamientos bélicos.
El argumento de Velásquez y del presidente electo Petro es que el país debe estar encaminado hacia la paz, por lo cual la Policía debe hacer un tránsito hacia un ente civil.
El hecho de que sea una Policía militar también incide, por ejemplo, en la forma en la que son juzgados sus miembros. Aunque en otros países tendrían que ser juzgados por la justicia ordinaria, en Colombia la jurisdicción que les corresponde es la Justicia Penal Militar. Su proceso judicial, entonces, es el mismo que tendrían los miembros del Ejército Nacional o de la Fuerza Aérea.
La experiencia en otros países
Pese a todo, el hecho de que la Policía sea civil no necesariamente es una garantía de que sus miembros van a respetar los derechos humanos, habrá menos corrupción o podrán garantizar la paz.
Ejemplo de ello fue el caso de George Floyd, el afroamericano que fue asesinado por policías en Estados Unidos en mayo de 2020. Su asesinato dio cuenta de algunas prácticas de brutalidad policial, sobre todo contra la población afro de ese país.
No obstante, según uno de los informes mundiales más completos sobre la efectividad y la calidad de los cuerpos policiales, conocido como Índice Mundial de Policía y Seguridad Interna 2016, las policías de Dinamarca, Finlandia y Alemania son las mejor calificadas.
Todas son civiles y cumplieron con altos estándares de capacidad, desempeño en sus procesos, legitimidad y resultados.