Finalmente, el Gobierno Nacional, en cabeza del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, radicó este viernes la reforma a la salud. La iniciativa, que consta de 48 artículos y que establece los pasos para que las Entidades Promotoras de Salud (EPS) se conviertan en Gestoras de Salud y Vida, generó todo tipo de reacciones en el Congreso de la República.
Varios representantes de la Comisión Séptima, donde arrancará su trámite, se expresaron a favor y en contra de la sorpresiva radicación este viernes. Desde la oposición, el representante Andrés Forero (Centro Democrático), reclamó que el proyecto fue radicado “prácticamente a escondidas, sin el acompañamiento de pacientes, de médicos o académicos”.
En ese sentido, criticó al ministro de Salud, reclamando que “desaprovechó el tiempo que tuvo y no llegó a acuerdos ni a consensos con los actores del sistema”. Según Forero, el Ejecutivo insiste “tercamente” en el mismo texto que fue hundido en abril pasado “con algunas modificaciones”.
Por todo ello, anunció que desde el Centro Democrático harán “todo lo posible” para que la reforma no salga adelante: “busca estatizar la salud de los colombianos. Vamos a exigirle al Gobierno Nacional que garantice hoy el derecho a la salud que se ha visto afectado hoy por la incompetencia del ministro”.
En el mismo sentido se pronunció el senador Miguel Uribe (Centro Democrático), quien manifestó que la reforma “presentada a escondidas” por el Gobierno “es más de lo mismo que ya rechazamos”. De acuerdo con el congresista, el articulado “destruye un sistema que nos ha costado construir 30 años, para volverlo un sistema obsoleto, igual al antiguo Seguro Social, que puede causar pérdidas en vidas”.
Señaló además que la reforma acaba con la libertad de escoger de los ciudadanos, elimina las EPS, “pone en manos de políticos los recursos de la salud” y, nuevamente, no es clara en cuánto podría llegar a costar. “Esto evidencia que al presidente no le interesa consensuar, solo quiere imponer y destruir”, dijo.
A su turno, el representante Luis Miguel López (Partido Conservador) sostuvo que el Gobierno radicó la reforma “sin concertación, sin acuerdos, de espaldas al país y en plena crisis de medicamentos”. El congresista advirtió que se han identificado retrasos de más de 100 días en la entrega de medicamentos. “Esto significa que muchos colombianos están viendo comprometida su salud por falta de acceso a tratamientos vitales”.
Sostuvo además que el proyecto debe abordar la insuficiencia de recursos y garantizar el acceso a medicamentos para todos. “El gasto de bolsillo de los pacientes está aumentando debido a estas demoras”, agregó, insistiendo en que se requiere un proyecto que garantice la vida, ponga en el centro al paciente, garantice el acceso a medicamentos y fortalezca el sistema de salud para que sea sostenible.
Por otro lado, el representante Víctor Salcedo, quien hace parte de la Comisión Séptima de la Cámara y pertenece al Partido de La U, dijo que el proyecto se radicó “de forma discreta”, destacando que hay 100 artículos menos frente a lo que se hundió.
“En la primer lectura rápida destacó que se eliminarán trámites ante el Invima. Eso es una necesidad apremiante para el sector salud. Sigue siendo la atención primaria la misión principal del Gobierno”, explicó, instando a que la reforma recoja aspectos a mejorar del sistema.
“Ya sabemos que hay 12 artículos conciliados con las EPS, pero esperamos que hayan conciliado con las asociaciones de hospitales, de usuarios, de pacientes y con las farmacéuticas. Esperamos que la reforma tenga como eje al paciente y ojalá tengamos una discusión seria en el Congreso. Cero pupitrazos”, precisó.
El representante Carlos Felipe Quintero, del Partido Liberal, aseguró que desde la colectividad estudiarán el proyecto con miras a dar un debate serio. “Esperamos construir sobre lo construido, hay que hacer una reforma, claro. Pero tampoco arrasar con lo que se ha venido mejorando en Colombia”, indicó.
Desde el oficialismo, el representante Alfredo Mondragón (Pacto Histórico), dijo que la iniciativa fue radicada con un documento del Ministerio de Hacienda en el que se plantean las fuentes de financiación del proyecto, pero también del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
Por ello, manifestó que al Congreso le corresponde avanzar en aprobar una ley que en este caso debería ser ordinaria. “Vamos a desarrollar la ley estatutaria para garantizar el derecho fundamental a la salud”, indicó, al insistir en la concertación y el acuerdo para lograr que el proyecto avance de manera oportuna. “Las dificultades que tiene el sistema actual acumuladas durante décadas necesitan pronta solución”.
Por su parte, la representante Martha Alfonso (Alianza Verde) instó a avanzar con la discusión de la iniciativa, teniendo en cuenta que el sistema se encuentra en un momento crítico. “Estaremos prestos, como hasta el momento, a debatir, escuchar, a investigar y construir una sólida argumentación que nos permita avanzar”.
De acuerdo con la congresista, el objetivo es garantizar que todos los actores puedan participar del debate, “recoger aquello que haga la reforma más eficaz y que recoja los saberes y experiencias”. Por todo esto, instó a que el debate sea transparente, democrático y con garantías de lado y lado. “Esperamos que sea rápido, porque necesitamos la reforma”.
Finalmente, el representante Agmeth Escaf (Pacto Histórico) respondió a las críticas y en tono enérgico arremetió contra quienes han formulado reparos: “Dejen el drama. Nadie está evitando el debate sobre la reforma a la salud. Tampoco es cierto que la reforma no haya sido concertada ni que se esté buscando aprobarla en secreto, como algunos afirman ‘a escondidas’. ¡Recójanse!”.
Según Escaf, los ministros de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y del Interior, Juan Fernando Cristo, “llevan semanas impulsando conversaciones con todos los sectores. Ahí están las fotos y los trinos. Además, hemos visto al ministro de Salud recorrer el país, sacando de la miseria a muchos hospitales públicos y mixtos, especialmente en zonas rurales y marginadas”.