Un nuevo revés dejó en veremos la discusión de la reforma pensional. Si bien este miércoles se tenía previsto que la plenaria del Senado avanzara en su debate, el presidente de la Corporación, Iván Name, sorprendió al aplazar la sesión, lo que desató aplausos y críticas de sus colegas. ¿La razón? Los recientes señalamientos del presidente Gustavo Petro contra el Congreso por cuenta del hundimiento de su reforma a la salud.
La génesis de la inusual decisión fueron las declaraciones del Jefe de Estado la semana pasada, luego de que un bloque mayoritario de senadores de la Comisión Séptima votó a favor del archivo del proyecto. Petro reaccionó con dureza y –al retomar la tesis de que EPS y multinacionales financiaron a sus partidos–, reclamó por la legitimidad de la determinación y de los propios congresistas. Incluso, dejó entrever que se trataba de una actuación ilegal
“Nos derrotaron no unos cuantos parlamentarios financiados por unos extranjeros. Nos derrotó una violación flagrante de la Constitución y la ley”, aseguró en su momento el Jefe de Estado.
Ante ello, Name retomó un comunicado que divulgó en respuesta a Petro, en el que calificó de “injuriosas y calumniosas” las declaraciones del presidente, advirtiendo que “atentan contra la dignidad que ostentan todos los miembros de esta célula legislativa”.
Sin embargo, en una sorpresiva determinación y argumentando que lo dicho por Petro lo obligó “a responder a su osadía”, este miércoles Name anunció que, en señal de protesta, levantaría la sesión: “(Ratifico) nuestra insatisfacción por ese trato inadecuado. En señal de protesta levanto la sesión y cito para el próximo lunes”.
La decisión del presidente del Senado representa un duro golpe para los intereses del Gobierno Petro, que apenas cuenta con poco más de 60 días para tramitar su reforma pensional, que solo ha superado uno de sus cuatro debates y que debe quedar aprobada en su totalidad antes del 20 de junio. De lo contrario, correrá la misma suerte que la reforma a la salud.
En su intervención, el presidente del Senado anunció también la conformación de una comisión accidental que tendrá como tarea estudiar la apelación que cursa para salvar la reforma a la salud: “La comisión accidental estará constituida por los presidentes de las siete comisiones constitucionales y tienen un plazo de ocho días para presentar su recomendación”, aseguró.
Anticipándose a las críticas y a la avalancha de críticas que le valdría su decisión, Name manifestó que no hay soluciones “salomónicas” para atender los coletazos del hundimiento de la reforma a la salud: “Bajo la mirada severa de los partidos sé que algunos no sentirán la satisfacción de una solución salomónica. Eso lo hacía solo Salomón. Sin embargo, creo que todos entenderemos que le estamos dando una jerarquía institucional a este trámite”.
Si bien la vicepresidenta del Senado, María José Pizarro, intentó reversar la decisión de Name y asumió la mesa directiva, no tuvo chance y se limitó a darle la palabra al senador Inti Asprilla, uno de los escuderos del primer mandatario, quien instó a buscar acuerdos.
Lo anterior, ante la mirada atónita de la ministra de Trabajo, Gloria Ramírez, que esperaba que al fin arrancara el debate, teniendo en cuenta que este martes no se logró avanzar en la discusión porque el Congreso en pleno conmemoró el día de las víctimas.