En noviembre pasado, al concluir las audiencias preparatorias, el Juzgado 44 de Conocimiento de Bogotá programó para el 23 de enero el inicio del juicio oral contra el expresidente Álvaro Uribe. Sin embargo, la jueza aclaró que la diligencia dependería de que el Tribunal Superior de Bogotá resolviera varios recursos de apelación.
Han pasado dos meses y el Tribunal aún no se ha pronunciado sobre los recursos de apelación relacionados con las pruebas testimoniales solicitadas por la defensa y rechazadas por el Juzgado. Por esta razón, el inicio del juicio deberá permanecer aplazado hasta que el Tribunal emita una decisión.
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En concreto, la defensa del expresidente, encabezada por el abogado Jaime Granados, no solo pidió la admisión de testimonios, sino también el rechazo de las interceptaciones telefónicas realizadas en 2018 por la Corte Suprema de Justicia al teléfono de su cliente. En esas grabaciones quedaron registradas conversaciones entre el exmandatario y su abogado, Diego Cadena Ramírez.
Estas interceptaciones fueron solicitadas por la Fiscalía, ya que el caso está relacionado con las presuntas visitas de Diego Cadena a cárceles del país, en las que habría buscado a paramilitares para que, con sus declaraciones, favorecieran a Uribe y perjudicaran al senador Iván Cepeda.
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“Yo no mandé al doctor Cadena a sobornar testigos. Lo envié a corroborar información y buscar la verdad. Él dio ese dinero sin consultarme. Le creo que lo hizo por razones humanitarias”, sostuvo Uribe.
El abogado Granados argumenta que dichas interceptaciones son ilegales, ya que el teléfono del expresidente fue intervenido sin que, para ese momento, existiera una investigación formal en su contra.
Por ahora, se desconoce cuando iniciarán las diligencias penales.