Comenzó la jornada de paro nacional convocado por la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), esta vez se toman Bogotá, hasta donde miles de maestros de todo el país se han desplazado para manifestarse.
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Esta manifestación, que comenzó desde el pasado 12 de junio, se ha intensificado en vísperas de la plenaria del Senado programada para el lunes 17 de junio, donde se discutirán las modificaciones que han generado descontento entre los educadores.
Fecode, un fuerte aliado del presidente Gustavo Petro, ha dejado claro que su protesta no está dirigida contra el Gobierno Nacional, sino contra los cambios legislativos que ha habido en el proyecto de ley para la reforma a la educación y los senadores que los apoyan.
La “Gran toma de Bogotá”, como la han llamado, busca que sus demandas sean escuchadas por el Ministerio de Educación y los congresistas. Si bien a la reforma ya se le hicieron algunas enmiendas solicitadas por el gremio de maestros, estos consideran que aún hay ítems que deben ser debatidos.
A las 9 de la mañana se dieron cita los maestros en cuatro puntos estratégicos de la ciudad de Bogotá, para comenzar su recorrido por las calles de la capital, que concluirá en la Plaza de Bolívar. “Desde hoy comienzan a salir los buses de las delegaciones de nuestros sindicatos filiales que vendrán a participar en la Gran Toma de Bogotá en el Paro Nacional Permanente en defensa de la educación pública. Se viene a la Capital la inundación del magisterio colombiano que busca hundir el adefesio de proyecto de Ley Estatutaria. La educación se defiende”, declaró Fecode a través de su cuenta en X.
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La Ley Estatutaria de educación, una de las principales banderas del gobierno de Petro, busca garantizar la educación como un derecho fundamental y regularla desde la primera infancia hasta la educación superior. La reforma pretende mejorar la cobertura, calidad y pertinencia del sistema educativo colombiano. A pesar del respaldo inicial y la aprobación en el tercer debate el pasado 5 de junio, la situación ha cambiado dramáticamente con la oposición de Fecode.
La ministra de Educación, Aurora Vergara, enfrenta una semana crucial en la que este proyecto debe superar su último debate antes del 20 de junio. En este contexto, las tensiones se han incrementado, y la movilización en Bogotá es vista como un esfuerzo decisivo de los educadores para influir en la votación final.
Los líderes de Fecode argumentan que las modificaciones propuestas afectan negativamente a su trabajo y a la lucha por la educación pública de calidad, una causa que consideran fundamental para el desarrollo del país. Pues uno de los artículos que más inconformidad ha causado en los educadores, es el artículo 39, que indica que los resultados obtenidos por los estudiantes en las pruebas de Estado (como la Saber 11) sirvan como argumento para evaluar a los educadores.
La presión sobre el Senado es intensa, y la decisión que se tome esta semana tendrá un impacto significativo en el futuro de la educación en Colombia. La situación puede cambiar en el transcurso del día a medida que las marchas avanzan y se debate en el congreso el resultado definitivo para la reforma.
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