La semana pasada, el presidente del Senado, Iván Name (Alianza Verde), nombró una comisión accidental para estudiar un recurso de apelación con el que el petrismo busca salvar la fallida reforma a la salud, que terminó archivada por la mayoría de integrantes de la Comisión Séptima. Sin embargo, desde ya hay un obstáculo que retrasaría la actividad de esa comisión accidental.
Si bien Name dispuso que sean los presidentes de las siete comisiones constitucionales quienes integren dicha comisión, este lunes se conoció que uno de sus integrantes, el senador paisa Germán Blanco (Partido Conservador), se apartó de la discusión argumentando que podría tener un eventual conflicto de intereses en la medida en que su esposa es gerente de una IPS.
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“Hemos hecho un estudio minucioso en los temas de jurisprudencia que permiten pensar que pudiéramos estar inmersos en un conflicto de intereses, en la medida en que mi esposa gerencia una IPS del sector privado en salud que tiene que ver con varios departamentos del país, cuya sede principal en la ciudad de Medellín y que atiende pacientes crónicos”, explicó Blanco.
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En su lugar, el congresista propuso que ese puesto en la comisión accidental sea ocupado por algún miembro de un partido de oposición, como Cambio Radical o el Centro Democrático, en la medida en que esas colectividades no tienen representación en las presidencias de las siete comisiones constitucionales.
“La idea sería que algunos de los miembros de la Comisión Primera que pertenecen a esos partidos pueda ser designado en la recomposición de la comisión, pero la facultad la tiene el propio presidente. Cambio Radical y Centro Democrático no ostentan ninguna presidencia hoy y hacen parte de las bancadas numéricamente grandes e importantes dentro del Senado”, agregó Blanco.
La comisión tendrá la tarea de estudiar y determinar la procedencia o no de la apelación presentada por el senador Wilson Arias (Pacto Histórico), quien busca agotar un último recurso buscando salvar el proyecto. Si bien el concepto que emita la comisión no es vinculante, es el paso previo antes de que la plenaria vote si acepta o no el recurso.
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De hecho, con miras a salvar ese proyecto, así como para lograr los apoyos para la reforma pensional, el Gobierno de Gustavo Petro adelanta encuentros con diferentes partidos políticos. La semana pasada se reunió con la bancada de La U y este lunes el turno fue con el Partido Liberal.
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Si bien la bancada en Senado está conformada por 13 congresistas, del encuentro en Casa de Nariño fueron excluidos cuatro senadores: los más críticos y opositores a varias de las políticas del “Gobierno del cambio”. Se trata de Lidio García, Mauricio Gómez, Juan Pablo Gallo y Miguel Ángel Pinto.
Apenas la semana pasada, el martes 9 de abril, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, se reunió con la bancada en búsqueda del mismo propósito. Horas después, los congresistas tuvieron un cara a cara con el director de la colectividad: el expresidente César Gaviria, quien se ha consolidado como uno de los opositores del Ejecutivo.
También la semana pasada, en búsqueda de acuerdos para asegurar el trámite de la reforma pensional, el presidente Gustavo Petro se reunió con la bancada del partido de La U. El umbral de cotización en Colpensiones fue uno de los puntos álgidos de la discusión.
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Los liberales son decisivos para el trámite de cualquier reforma en el Congreso. En Senado cuentan con 13 de las 105 curules, mientras que en Cámara son mayoría con 33 de los 188 escaños: casi uno de cada cinco votos.