Así lo anunció el canciller Luis Gilberto Murillo, quien sostuvo que el país europeo contribuirá a que haya infraestructura instalada en Colombia para comenzar a imprimir los documentos.
Este martes, en desarrollo de un debate de control político en la plenaria del Senado, el canciller Luis Gilberto Murillo confirmó que Portugal será el aliado extranjero del Ejecutivo para la elaboración de pasaportes.
De acuerdo con el canciller, quien sostuvo que el servicio de expedición de los pasaportes “está garantizado” y que la ciudadanía “puede estar tranquila”, se eligió a Portugal para que deje una infraestructura instalada y permita que, a partir de 2025, la Imprenta Nacional pueda asumir de lleno la impresión de los pasaportes. Ello implica, además, que la información de los colombianos pasará también a ser tratada por el Ejecutivo.
Según Murillo, actualmente ese proceso es asumido por la compañía Thomas Greg & Sons, con quien el Gobierno acaba de firmar un acuerdo para que continúe con la fabricación de los documentos hasta septiembre de 2025. Lo anterior, puso fin a la incertidumbre, por lo que iba a pasar con la expedición de pasaportes a partir del próximo 2 de octubre, cuando concluía el contrato con esa firma.
“No está lista la Imprenta Nacional. Hay que fortalecerla. Ese proceso inicia el 3 de octubre. Se le dejará infraestructura al país. Escogimos la propuesta que presentó el Gobierno de Portugal porque es la más adecuada para lo que queremos hacer”, explicó.
De acuerdo con el canciller, Portugal contribuirá a construir una planta que operará la Imprenta y que estará lista en ocho o siete meses. “En 10 años se le entrega esta planta totalmente a la Imprenta. Si este modelo se hubiese implementado antes, en 20 años que tenemos de inversión, ya tendríamos una planta que no tenemos, porque no le dan autonomía al Estado”.
En esa línea, destacó el acuerdo alcanzado con la firma Thomas Greg & Sons: “Ahí hay todo un proceso acumulado, que controla información del Estado, pero tenemos que hacer un empalme serio. No son simplemente uno o tres años de implementación de ese modelo, sino que son cerca de 17”.
Murillo, quien insistió en que se seguirá prestando el servicio de pasaportes “con total normalidad”, se refirió al nuevo modelo que implementará la Cancillería, de la mano de Migración Colombia y la Imprenta, para asumir el proceso de impresión y expedición de pasaportes.
“La segunda fase es de transición, es un cambio de modelo. Lo vamos a iniciar el próximo 3 de octubre. En esa fase, ya la información de los colombianos estará manejada por el Estado y todo el proceso, excepto la impresión de las tarjetas de los pasaportes (que requiere una infraestructura que es una planta)”, señaló, precisando que en la tercera fase se contará con la planta de impresión.
“Hemos planteado una alianza con un gobierno que nos ofrezca las mejores condiciones, en un modelo de cooperación internacional y recursos donados para la Imprenta, Cancillería y Migración”, agregó.
El canciller explicó que desde su llegada al despacho sabía “de la situación que se generó por la producción de pasaportes y sabíamos que iba a ser un desafío”. Por ello, ratificó que de la mano de su equipo buscó las buscamos mejores alternativas de solución y que tuvo la oportunidad de hablarlo tanto con el presidente Gustavo Petro como con el excanciller Álvaro Leyva.
En ese sentido, dijo que el presidente le fijo tres criterios para atender la problemática: en primer lugar, garantizar que en ese proceso hubiese protección de la información de la población. “Se trataba de información sensible y de seguridad nacional, que estaba y sigue estando en manos de privados”.
Por otro lado, aseguró que Petro le indicó que se debía dar mayor participación al sector público, “revisando modelos que hay en el contexto internacional. Es una visión distinta de prestar los servicios del Estado, frente a opciones de que todo se tiene que tercerizar”. Finalmente, otro de los criterios es que hubiese una selección objetiva y pluralidad de oferentes.
En este contexto, hizo referencia indirecta a Thomas Greg & Sons: “Una y otra vez la misma firma se gana estos concursos y en estos hay, y lo han planteado otras firmas, una sospecha de que hay favorecimiento. Está en investigación. Es un modelo que se viene aplicando hace 17 años (...) De nuevo íbamos a licitación con unos pliegos tipo sastre. Suspendí la licitación, porque íbamos por el mismo camino”.
