La impuntualidad de varios congresistas electos del Pacto Histórico en el espacio de intervención de Gustavo Petro hizo que éste tomara la decisión radical de ausentarse del primer cónclave que su bancada parlamentaria realizó –en Medellín– tras la victoria en las urnas. En las 48 horas del evento, el máximo líder de esta coalición política permaneció completamente ausente y descartó cualquier aparición virtual.
Aunque estaba previsto que Petro fuera el telonero del segundo día de esta actividad al final no apareció, pero hizo dos anuncios trascendentales. El primero, en Twitter, fue el nombramiento de Luis Gilberto Murillo como embajador en Estados Unidos, y el segundo a través de la ministra de Salud, Carolina Corcho, quien reveló que la reforma a la salud no será una prioridad, pues irá al Congreso el próximo año.
La segunda jornada de este ‘retiro’ político tuvo sucesos iguales o incluso más pintorescos que en su apertura, donde hubo memes de Juan Camilo Restrepo proyectados por Daniel Quintero y un ambiente tenso entre el equipo de Petro en Antioquia y Aníbal Gaviria. En la cita de este martes, la ausencia del presidente electo fue solo el preámbulo, pues además hubo un malentendido entre los líderes del empalme y una manifestación pública contra el evento.
Petro no se dejó ver
El reloj marcó las 9:00 de la mañana y en las instalaciones de Plaza Mayor había poco más de la mitad de los 19 senadores y 27 representantes a la Cámara electos del Pacto Histórico inscritos en la actividad. En una rápida maniobra, Roy Barreras trató de llenar las sillas vacías en el centro del salón 4 de este centro de eventos de la capital paisa, pero esto no evitó la molestia de Petro por el incumplimiento.
Después de unos 20 minutos llegaron algunos congresistas electos entre los que estaban las inexpertas Cha Dorina Hernández y María del Mar Pizarro. Este inconveniente hizo que el Pacto Histórico tuviera su primer gran evento, cuya realización fue promovida por Quintero –reservó Plaza Mayor– sin su máximo líder: Petro.
Barreras trató de subsanar el inconveniente y aseguró que el presidente electo tuvo fallas técnicas y no pudo conectarse, y dio paso a la socialización de las reformas que tendrán que liderar los próximos ministros de Hacienda, José Antonio Ocampo; de Salud, Carolina Corcho; y de Agricultura, Cecilia López.
Entre tanto, los inconvenientes no solo estuvieron dentro del evento, sino también por fuera, pues Mauricio Lizcano, coordinador del proceso de empalme de Petro, tuvo que salir a aclarar las funciones de Esteban Restrepo ––exsecretario de Gobierno de Quintero en la Alcaldía de Medellín– dentro de su equipo.
Y es que tras los recientes reclamos del gobernador Gaviria, quien pidió comunicación directa, Lizcano explicó que “Restrepo es el coordinador del empalme Antioquia-Nación, pero nuestro trabajo es solo de recolectar información y no reemplaza a los voceros institucionales que son el alcalde y el gobernador”.
Ya en el cónclave, Ocampo (en videollamada desde Londres) y López insistieron en la necesidad de impulsar con urgencia –como lo dijo Petro en campaña– las reformas tributaria, para cobrarle impuestos a los 4.000 más ricos del país, y la agraria, para hacer el uso más equitativo de la tierra, pero quien destapó una decisión clave fue Corcho.
Reforma de salud congelada
Mientras se bajaban los ánimos por el retraso –que generó malestar– ocasionado por el trasnocho de una reunión nocturna entre los congresistas, la médica Corcho anunció que el gobierno electo no tendrá afán para reformar el sistema de salud y esta tarea quedó para el próximo año.
Fuentes cercanas al presidente electo le aseguraron a EL COLOMBIANO que Petro suavizó su discurso de campaña y le restó importancia a esta reforma, pues tiene en mente darle un “tiempo de gracia” a las EPS para que mejoren la prestación de servicio y subsanen las deudas que tienen pendientes. Tras esto, se espera llevar en 2023 la reforma al Congreso y se prevé que su aplicación tarde dos años.
Mientras la próxima jefe de la cartera de Salud, reconocida por su vieja rivalidad con las EPS, anunciaba este primer reversazo del gobierno Petro, en las afueras de Plaza Mayor se agolparon unos 20 adultos mayores que lanzaron arengas contra el Pacto Histórico, situación que Barreras enfrentó y se tomó con gracia. “Estén tranquilos que no les vamos a mandar al Esmad”, dijo.
Mientras en Medellín se registraba esta tensa situación, desde Florencia (Italia) el presidente electo recuperó la supuesta conexión perdida y habló para anunciar el nombre de quien será su embajador en Washington. “Luis Gilberto Murillo, afro del Chocó, será nuestro embajador en los EE.UU.”, dijo Petro en Twitter.
El exministro de Medio Ambiente agradeció por el nombramiento y todo parece indicar que renunció a su nacionalidad estadounidense para liderar esa embajada, pues las leyes del país norteamericano le impiden ocupar el casi si tiene nacionalidad.
Aunque no lograron convocar a su máximo líder, los miembros de la bancada del Pacto Histórico fijaron la tarea de hacer puentes con la Asamblea Nacional de Venezuela para convocar a finales de este mes a un encuentro binacional con el nuevo Congreso.
A pesar del ruido que generó la ausencia de Petro (ver Protagonista), este evento de dos días demostró que la bancada del próximo gobierno ha empezado a depurar su agenda de reformas y con el reversazo de la de salud se demostró que están reevaluando sus propuestas ambiciosas para tramitarlas con planeación . n
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años demoraría tramitar e implementar la reforma a la salud, según Carolina Corcho.